Tras un par de películas comerciales, Space Cowboys y Deuda de sangre, Eastwood vuelve a su cine más personal, ese que nos ha dado obras maestra como El aventurero de medianoche, El jinete pálido, Sin perdón, Un mundo perfecto y Los puentes de Madison.

Mystic river es una obra maestra realizada por un maestro del cine. Bajo la apariencia de un thriller (asesinato e investigación policial) Eastwood ofrece un drama mayúsculo que deriva hacia la tragedia a través de una impecable disección de personajes, admirablemente interpretados por todo el reparto.

No contento con ésta, Eastwood realizaría al año siguiente otra obra maestra, Million Dollar Baby.

Después de la irregular Banderas de nuestros padres, Eastwood vuelve con mayor fortuna a la batalla de Iwo Jima con la segunda parte del díptico. Con el mismo tratamiento visual entrega una película muy diferente a su predecesora. Si aquella era un drama donde criticaba la maquinaria de propaganda del gobierno este es un film bélico con todas las letras. No es una película fácil, porque su visión del ser humano es bastante desoladora y Eastwood la narra con dureza y sequedad narrativa, dando una visión de la guerra que no dista mucho de la ofrecida por Coppola en Apocalipsis now, es decir, como un auténtico infierno del que no hay salida posible. Por lo demás se trata de un film impecablemente realizado, con una estructura narrativa mejor de la que hacía gala Banderas de nuestros padres y una excelente actuación de Ken Watanabe.

Obra maestra de Tarantino.

No me parece que esta obra cumbre del cine sea un plagio de "City on Fire", ni mucho menos. Si es cierto que la trama y alguna escena es parecida, pero el resto es mérito de este genio del cine.

¿Tiene la película de Ringo Lam esos diálogos, esa puesta en escena, esos actores, esa estructura narrativa, ese montaje, ese humor negro; en definitiva, todos los rasgos del estilo Tarantino?

Pues eso.

Irregular propuesta de Ridley Scott.

Por el lado visual es intachable, algo normal viniendo de su director. Fotografía, diseño de producción, vestuario, maquillaje; todo se complementa para alcanzar la atmósfera de cuento de hadas deseada.

Lo malo es que si todo este despliegue visual no está puesto al servicio de una historia que emocione y atrape, la película resulta fría y distante, como es el caso. La historia es blanda e infantil, acaba por aburrir, y Tom Cruise no ayuda con su floja interpretación.

Tal vez por eso fue un enorme fracaso.

Una película tan brillante por fuera (excelente fotografía, bonitos paisajes) como vacía y vacua por dentro. El aspecto visual no oculta un guión inexistente, con diálogos risibles y que argumentalmente se reduce a un montón de espadazos y peleas, montadas tan frenéticamente que apenas nos dejan ver nada. Los personajes son de cartón piedra y como no me identifico con ellos tanto me da que el protagonista se carge a los vikingos o que los vikingos se lo cargen a él.