Otra película que me resistía a ver a pesar de todas sus buenas críticas. Tanta publicidad ya me estaba mosqueando, pero igual que con "Lo imposible" me defraudó. Al final la ves y mi intuición acertó.
Es demasiado lenta, tuve que luchar para no dormirme un par de veces. El monstruo muy logrado, pero de las tres historias me esperaba algo más. Algo que yo no supiera o no me hubiera dado cuenta. Nadie es bueno en todo o malo malísimo, ni siquiera los monstruos. Eso ya lo sabemos. Las apariencias engañan es un dicho universal.
Lo de la madre enferma y el niño es como si sintieras que si no lloras eres una persona fría y calculadora. Es normal que todos lo llevemos a nuestro terreno por alguna situación parecida que hubiéramos pasado.
Original puede ser por lo del monstruo, pero no me sorprende ni me rebela nada nuevo, o que después me haga pensar. Más bien es el marketing bestial que ha conseguido que la gente abarrote los cines. En fin, sin pena ni gloria.

Siempre me he sentido un bicho raro por no haber leído la novela que ha impactado a casi todo el mundo. Gente que no lee ni los titulares de la prensa rosa para no esforzarse mucho se ha tragado el libraco entero. Soy lectora asidua pero no me llama esta literatura que está ahora muy de moda de misterios y revelaciones. He tardado en ver esta película pero no tenía ninguna animadversión predeterminada en contra de ella. Después de ver este truño no la voy a leer ni de broma, sobre todo si dicen que es un calco de la película.
Me pareció aburrida, sosa y enrevesada a más no poder. He perdido el interés casi a los diez minutos de empezar. Intenta encajar lo de los simbolitos con calzador y que rayan en lo absurdo. Tanta vuelta de tuerca, cansa. Una parafernalia sin sentido y lo único que me hizo algo de gracia fue lo de poner al Opus Dei como una secta peligrosa. Lo de los encapuchados fornicadores protegiendo " el secreto" me repateó a más no poder. Y el final es vomitivo. Los actores secundarios muy reconocidos pero en esto no se lucen. Ni tomándolo como ciencia ficción cuela. En fin, que le vayan a tomar el pelo a otro...