Siniestra y brutal. Estos son los primeros calificativos que se me vienen a la cabeza después de ver esta película.
Un humilde trabajador de imprenta recibe en su casa la visita de su amante y sus tres hijos, en medio de la noche la madre se marcha y deja a los niños con su padre. La mujer de este, uno de los personajes más tétricos y pérfidos que he visto nunca en el cine, los repudia desde un principio y termina por convencer al marido de que son una carga y ha de hacerlos desaparecer.
La cinta es descarnada y dolorosa, duele ver como un padre olvida su labor como tal y lleva a cabo una tarea tan aterradora. Desasosiego, tensión y rabia contenida es lo que he sentido durante todo el metraje, que se desarrolla enteramente dentro de una atmósfera oscura y claustrofóbica. Esta película me ha impresionado profundamente, a destacar un par de escenas que ponen los pelos de punta, cuando la veas las reconoceras en seguida.
Técnicamente la cinta posee el espíritu propio de los 70, representado en este caso por un uso del zoom abusivo, que abre y cierra plano sin ningún pudor, pero que le dota de un poderoso encanto.
La actuación de los niños es sobrecogedora, sobre todo la del mayor, que acapara toda la atención del film.
Mención especial para la gran banda sonora, intensa y perfecta para un film de estas características, en ocasiones parece que hubiera inspirado al mismísimo John Williams en Tiburón.
Mientras veía esta cinta no he podido evitar pensar en "Nadie sabe" de Kore- eda, lo que te lleva a la conclusión de que más vale solo que mal acompañado.

Unlucky monkey es la última película editada por ahora en España del genial realizador nipón Sabu. Una vez más el director nos presenta a un perdedor, un anti héroe, un don nadie que se ve involucrado de la manera más absurda en una serie de conflictos con la mafia y delincuentes varios.
Pero esta vez Sabu no sorprende, echamos en falta su crudo e hilarante sentido del humor y al contrario que Postman Blues y Monday que empiezan con un ritmo aletargado pero que terminan siendo frenéticas y apabullantes, el metraje de Unlucky Monkey transcurre enteramente con un tempo demasiado lento.
A pesar de todo es posible encontrar pinceladas de inspiración y del buen hacer del director, los diálogos están bien trabajados y nos sumergen en un mundo surrealista y algo onírico, con escenas muy destacables.
En resumen, una cinta que se ve con la sensación de estar esperando algo pero ese algo nunca llega.

Kim Ki Duk nos muestra en su película más floja para mi gusto unos personajes al límite de la sociedad, un submundo turbio e inquietante donde los escrúpulos apenas tienen cabida. Protagonista absolutamente carente de la empatía humana y profundamente torturado y egocétrico que arrastra a una chica normal con una vida normal a un mundo oscuro y terrible como es el de la violencia y la prostutición.
Tediosa una veces y turbadora en su totalidad no deja de ser el gran Kim Ki Duk quien la dirige lo que la convierte en obligatoria para cualquier fan del coreano.

Es increíble como Kim ki duk es capaz de hacer con tanta facilidad algo tan complicado como hacer justificable la violencia.
Estamos ante un película descarnada, sin concesiones, llena de sentimientos encontrados. Un retrato de la Corea del Sur más íntima y de su inevitable pérdida de identidad tras la ocupación del ejercito estadounidense. Vemos a un director comprometido con sus personajes, tullidos emocionales que luchan por conseguir su lugar con uñas y dientes. Escenas que ponen los pelos de punta. Más que correctas actuaciones y un guión inteligente, que no concede un respiro, alejandose siempre de la auto compasión.
Una película imprescindible.

Lo mismo hubiera dado que esta película fuera una precuela que una secuela de la correctísima Infernal Affairs. Es más de lo mismo, pero con calidad, eso si.
La cinta se disfruta de principio a fin, los personajes estan bien dibujadosy tienen mucha fuerza, el guión sólo flojea en los últimos minutos y los actores y la banda sonora, impecables.
En resumen, una más que digna cinta policiaca ambientada en el siempre interesante mundo de las triadas.