Abel Ferrara proyecta sobre la pantalla sus demonios interiores, sueños, miedos y preocupaciones de todo tipo y crea un alter ego de nombre TOMMASO, un director de cine que encarna Willem Dafoe, su actor fetiche. Ferrara muestra un malestar existencial, con las insatisfacciones de la crisis de pareja y la preocupación por los hijos, en un filme donde todo es representación / ficción: los relatos de los alcohólicos anónimos o de los alumnos de la escuela de actores, el guion que idea el director, los sueños eróticos y las pesadillas, y hasta ese final de crucificados exhibidos en la vía pública. Para sintonizar.
J.L. Sánchez Noriega

No es el valor literario de la novela ni el fílmico de la serie, lo que vale de PATRIA es su capacidad para sintonizar con una sociedad y una época aciaga donde el mesianismo alimentado en un nacionalcatolicismo —que nada tenía que envidiar al españolista— quiso imponer con el tiro en la nuca su paraíso de pesadilla. Austera, convincente, emocionante, medida… pocas veces se acierta tanto teniendo enfrente una realidad tan complicada y se consigue una dramatización condensada en pocos personajes y representativa de aquella sociedad. Por supuesto, quedarán “hunos” y otros a quienes les parezca exagerada o blandita.

El hijo de Meg Ryan y Dennis Quaid protagoniza esta comedia de acción en el papel protagonista de un héroe a su pesar. El tipo es un empleado de banco insensible al dolor físico que tiene que habérselas con unos atracadores que, además de matar al gerente y a policías, secuestran a una chica que le gusta. Se llama Nathan Caine pero en el colegio le pusieron Novocaine (ya ven ustedes el ingenio de los creadores de esta pieza de puro y duro consumo). Todo tan rebuscado —y con su punto gore— como prescindible o, sea, plana como el EEG de Tutankamon.

Una historia mínima —casi una peli de cámara— desdramatizada, con una mirada observacional muy delicada, es del primer y sólido largometraje de Pilar Palomero. Su título LAS NIÑAS apunta a su voluntad de trazar una crónica o retrato de adolescentes de una época, unos años 90 en que la sociedad aún arrastra herencias llenas de prejuicios. La directora y guionista se revela como una madura cineasta que dirige muy bien a las niñas actrices y elige el plano que tiene más verdad, de manera que todo en la película desprende una sobrecogedora autenticidad.
JL Sánchez Noriega

El actor de “La red social” escribe, dirige y protagoniza una película que parece basada en una historia personal (propia o cercana). Para conocer dónde vivió su abuela, Jesse Eisenberg y su primo también judío viajan a Polonia con un grupo de turistas interesados en la rebelión del gueto de Varsovia, los campos de concentración y el holocausto. El director da un tono de comedia —el personaje del primo un tanto desequilibrado— a UN DOLOR REAL / A REAL PAIN (2024), pero los temas que trata no se prestan demasiado. Me interesó la reflexión sobre si es posible ver como turista los hornos crematorios, si uno puede solidarizarse con el dolor de quienes perecieron allí o, inevitablemente, todo se convierte en espectáculo voyerista, incluso el dolor; pero esta cuestión sólo queda apuntada. Al final, la película no sabe bien dónde va y parece motivada únicamente por una experiencia personal. Me resultó floja.