Pawel Pawelikowski nos retrata una Polonia soviética en blanco y negro.
Ida hace un recorrido por su país antes de tomar los votos.
En la narración no existe música que no escuchen los personajes con lo cual el formato es de documental.
Hay secuencias brillantemente rodadas (una de ellas podría haberla filmado perfectamente Ernst Lubitsch).
Lo que menos me gusta es que la cámara no se mueve, es estática. Y en algunas ocasiones tanto los rostros como los cuerpos quedan cortados en el fotograma.
Tendrá su sentido y su explicación, pero a mí no me gusta.

Basada en hechos reales. Eso es lo que nos dicen al comienzo del film y como nos lo dicen debemos de creer que ocurrió una contienda en 2012, entre facciones islámicas y un grupo de mercenarios americanos, después del derrocamiento de Gadafi.
Hasta ahí los hechos reales, el resto Michael Bay en estado puro.
Escenas de acción muy bien rodadas, pero diálogos insustanciales, patriotismo exacerbado y sentimentalismo televisivo.
Un cocktail que a un servidor termina por aburrir.
Si añadimos a esto unas interpretaciones mejorables, este es un producto de usar y tirar.
No se te olvidara el final, en estas siempre ganan los buenos y los buenos por supuesto son los americanos.

Esto es un campo de concentración Nazi ?
Hemos visto en pantalla infinidad de campos de concentración, y desde luego lo que vemos en esta cinta no tiene nada que ver.
En esta historia los carceleros son más blandos que el pan recién horneado.
Esta película está pensada para que la intérprete Bruce Willis. Para que pueda lucirse poniendo cara de hombre duro. Otro papel parece no saber interpretar.
Y el final. Yo no sabía si llorar de lo malo que es. Si yo fuera el director me daría vergüenza filmar ese final.

Cine independiente a la española, así calificaría yo a esta cinta.
Comedia simpática, una comedia romántica que no empalaga.
Con unos personajes a los que quieres desde el principio ( increíble pero no hay nadie que sea malo).
De esos films que ves con una sonrisa en la boca mientras dura la proyección.
Puede que no sea de tus pelis favoritas, pero siempre la recordarás con agrado.

Una obra maestra.
Se podría hablar de los detalles técnicos ( dirección, actores, fotografía, etc.) y todo lo que se diría sería bueno, pero en esta ocasión no hablaré de ello.
Prefiero centrarme en la historia que cuenta el señor Mendes.
El director me ata a la butaca desde el primer fotograma al último, en una historia contada en tiempo real y realizada en un solo plano secuencia.
Me meto en la historia y creo ser uno más de los soldados de la película, siento el barro, el miedo, la humedad en fin todo por lo que pasan los personajes.
Una obra redonda.
Gracias señor Mendes por hacer cine de verdad, por favor siga así.