"La Noche Devora el Mundo" ofrece una visión introspectiva dentro del género de zombies, centrando la historia en un único protagonista que enfrenta el aislamiento extremo. La película destaca por su exploración de la psicología del personaje, mostrando de manera convincente su lucha por mantener la cordura en medio de la soledad. Aunque logra generar momentos de tensión y reflexión, en ocasiones la trama puede sentirse algo lenta y menos dinámica de lo esperado para una película de este género. La actuación principal es sólida, transmitiendo eficazmente la desesperación y el desgaste emocional del protagonista. En resumen, es una propuesta interesante para quienes buscan una narrativa más profunda y contemplativa en las historias de zombies.

Esta película resulta una verdadera decepción, alejándose por completo de lo que prometía en su primera parte. La trama se siente forzada y excesivamente prolongada, retorciendo la historia original sin aportar nada de valor. Los intentos de humor caen estrepitosamente, ya que ni una sola risa logra surgir durante toda la película. Además, el ritmo es pesado y la narrativa carece de coherencia, lo que dificulta mantener el interés del espectador. En resumen, es un bodrio que no solo no cumple con las expectativas, sino que también empaña la calidad de la entrega anterior.

Liam Neeson ofrece una actuación sólida como un exmilitar que se enfrenta a un peligroso cártel para proteger a un joven que ha cruzado la frontera. Sin embargo, la película carece de la profundidad emocional necesaria, haciendo que la relación entre Neeson y el niño no conecte plenamente con el espectador. Las escenas de acción son intensas y bien ejecutadas, pero la trama se siente predecible y pesada, lo que disminuye el impacto general. Además, el ritmo pausado hace que la historia pierda dinamismo, alejándose del estilo ágil que caracteriza a otros filmes del actor. Aunque Neeson brilla en su papel, "El Protector" no logra cumplir las expectativas de una narrativa más envolvente y emotiva.

"Secretos de Estado" es un intenso drama basado en la valiente historia real de Katharine Gun (Keira Knightley), una analista de inteligencia británica que expone un complot para manipular la aprobación de la guerra en Irak. Keira Knightley brilla con una actuación convincente y emotiva, capturando perfectamente la lucha interna y el coraje de su personaje. La dirección de Gavin Hood mantiene una tensión constante, equilibrando hábilmente el drama personal con el contexto político. El guion está bien construido, abordando temas cruciales como la ética, la transparencia gubernamental y el valor del whistleblowing. La cinematografía sobria y la banda sonora sutil complementan la narrativa sin distraer. Aunque algunos personajes secundarios podrían haberse desarrollado más, la película logra transmitir su mensaje de manera poderosa y emotiva. Es una obra inspiradora que invita a la reflexión sobre la responsabilidad individual frente al poder.

Inmune intenta llevar el miedo y la ansiedad de la pandemia del COVID-19 al terreno de la ciencia ficción distópica, pero termina siendo una broma de mal gusto. Con una trama que se esfuerza demasiado en ser relevante, se convierte en una parodia tonta y sin sentido de lo que el tema realmente merece. Los personajes son planos, las situaciones inverosímiles y la narrativa tan predecible que es casi dolorosa.

Lejos de aportar una reflexión interesante o un ángulo novedoso, Inmune parece más una excusa para explotar el tema del COVID sin ninguna sensibilidad o creatividad real. Es un auténtico bodrio que hace perder el tiempo a cualquier espectador que busque algo más que clichés y sensacionalismo barato.