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7
6 de mayo de 2022
6 de mayo de 2022
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado casi seis años desde que viéramos por primera vez a Benedict Cumberbatch con el aspecto del doctor Stephen Strange, aquel cirujano respetado y egocéntrico al que un accidente de coche le cambia la vida. Desde entonces le hemos visto en aventuras de otros o en cintas corales, pero aún no había recuperado un protagonismo que merecía por derecho propio, ya que (a opinión de quien escribe) la incorporación de Strange con el rostro de Cumberbatch fue de lo mejor en las incorporaciones del Universo Cinematográfico de Marvel sin contar a los clásicos Iron Man, Capitán América, Thor o Viuda Negra.
Esta secuela iba a ser en principio dirigida por el mismo director de la primera, Scott Derrickson, pero las eternas diferencias creativas lo impidieron. Por suerte para el público, el estudio se fijó en uno de los grandes directores salidos en las últimas décadas desde los Estados Unidos: Sam Raimi. El director de la trilogía de Posesión Infernal o de la trilogía de Spider-Man aterrizó y me hizo suspirar de alivio al saber que habría un director con estilo y personalidad y no un mercenario que se arrodille (y vete a saber qué más) ante los jefes de Marvel. ¿Ha sido la apuesta de Raimi acertada? Sin duda. ¿Supera a la cinta predecesora de 2016? Casi, pero no.
Nada más empezar el filme ya se ve un defecto, y es que comienza directamente con acción. Michael Waldron (guionista del filme) es lo suficientemente inteligente para saber que empezar con acción no significa dejar al espectador sin explicar las cosas, así que lo hace. Hubiese agradecido, eso sí, algo más de contexto antes de pasar a la acción. Por suerte, luego vienen los aciertos -y también otros defectos, pero cada cosa a su tiempo-.
Uno de los aciertos es que sin duda vuelve a rentabilizar el precio de la entrada. No solo porque es una buena película, sino porque es de las franquicias de Marvel Studios que más rentabiliza la pantalla grande por sus efectos especiales y su tránsito entre universos. Por muy bueno que sea un equipo de sonido y de imagen en casa, raramente podrá igualar a la experiencia cinematográfica de la pantalla grande. En este aspecto no tenía nada que objetar con la primera y no tengo nada que hacerlo con esta.
Además, la entrada de Raimi en la dirección ha supuesto una clara apuesta por dotar a la cinta de su espíritu. No solo en cameos de sello propio, sino una clara apuesta por el género que le dio a conocer, que es el terror. Waldron sabe como usar al personaje de Bruja Escarlata dentro de un contexto de dicho género y suyas son algunas de las secuencias más destacables del largometraje. Ya lo dije en la reseña de 'Bruja Escarlata y Visión' (o 'WandaVision' si prefieres usar el título en inglés porque te suene mejor o porque eres de esos que usan el inglés por postureo) y lo mantengo: Elizabeth Olsen ha sido la actriz indicada para dar vida a Wanda Maximoff. Que la belleza evidente de la Olsen no os ciegue -cosa difícil, lo sé-, además de ser una belleza es una gran actriz; cosa que a lo mejor muchos ya sabíais a estas alturas, aunque no está de más recordarlo.
En esta segunda parte tenemos una propuesta que quizás no tenga tanta filosofía como en el filme predecesor, pero hay acción bien ejecutada, hay efectos especiales que hacen merecer la pena pagar una entrada, el carisma y talento de Cumberbatch y Olsen más personajes secundarios que son el pegamento de este 'Strangeverso' como Wong o Christine Palmer (con más protagonismo aquí que en la de 2016) totalmente imprescindibles por nivel actoral y buena construcción de sus personajes, apariciones estelares que gustarán a más de uno y un Danny Elfman siendo Danny Elfman, es decir, uno de los grandes compositores vivos en el campo de la banda sonora. Su trabajo es un placer auditivo y no descarto escuchar su aportación lejos del metraje.
Salvo giro brusco de los acontecimientos que me lo impida, mi entrada para Dr. Strange 3 ya la tienen. Eso sí, agradecería que no vayan tan al grano como aquí, que prácticamente te han metido la historia sin vaselina.
Esta secuela iba a ser en principio dirigida por el mismo director de la primera, Scott Derrickson, pero las eternas diferencias creativas lo impidieron. Por suerte para el público, el estudio se fijó en uno de los grandes directores salidos en las últimas décadas desde los Estados Unidos: Sam Raimi. El director de la trilogía de Posesión Infernal o de la trilogía de Spider-Man aterrizó y me hizo suspirar de alivio al saber que habría un director con estilo y personalidad y no un mercenario que se arrodille (y vete a saber qué más) ante los jefes de Marvel. ¿Ha sido la apuesta de Raimi acertada? Sin duda. ¿Supera a la cinta predecesora de 2016? Casi, pero no.
Nada más empezar el filme ya se ve un defecto, y es que comienza directamente con acción. Michael Waldron (guionista del filme) es lo suficientemente inteligente para saber que empezar con acción no significa dejar al espectador sin explicar las cosas, así que lo hace. Hubiese agradecido, eso sí, algo más de contexto antes de pasar a la acción. Por suerte, luego vienen los aciertos -y también otros defectos, pero cada cosa a su tiempo-.
Uno de los aciertos es que sin duda vuelve a rentabilizar el precio de la entrada. No solo porque es una buena película, sino porque es de las franquicias de Marvel Studios que más rentabiliza la pantalla grande por sus efectos especiales y su tránsito entre universos. Por muy bueno que sea un equipo de sonido y de imagen en casa, raramente podrá igualar a la experiencia cinematográfica de la pantalla grande. En este aspecto no tenía nada que objetar con la primera y no tengo nada que hacerlo con esta.
Además, la entrada de Raimi en la dirección ha supuesto una clara apuesta por dotar a la cinta de su espíritu. No solo en cameos de sello propio, sino una clara apuesta por el género que le dio a conocer, que es el terror. Waldron sabe como usar al personaje de Bruja Escarlata dentro de un contexto de dicho género y suyas son algunas de las secuencias más destacables del largometraje. Ya lo dije en la reseña de 'Bruja Escarlata y Visión' (o 'WandaVision' si prefieres usar el título en inglés porque te suene mejor o porque eres de esos que usan el inglés por postureo) y lo mantengo: Elizabeth Olsen ha sido la actriz indicada para dar vida a Wanda Maximoff. Que la belleza evidente de la Olsen no os ciegue -cosa difícil, lo sé-, además de ser una belleza es una gran actriz; cosa que a lo mejor muchos ya sabíais a estas alturas, aunque no está de más recordarlo.
En esta segunda parte tenemos una propuesta que quizás no tenga tanta filosofía como en el filme predecesor, pero hay acción bien ejecutada, hay efectos especiales que hacen merecer la pena pagar una entrada, el carisma y talento de Cumberbatch y Olsen más personajes secundarios que son el pegamento de este 'Strangeverso' como Wong o Christine Palmer (con más protagonismo aquí que en la de 2016) totalmente imprescindibles por nivel actoral y buena construcción de sus personajes, apariciones estelares que gustarán a más de uno y un Danny Elfman siendo Danny Elfman, es decir, uno de los grandes compositores vivos en el campo de la banda sonora. Su trabajo es un placer auditivo y no descarto escuchar su aportación lejos del metraje.
Salvo giro brusco de los acontecimientos que me lo impida, mi entrada para Dr. Strange 3 ya la tienen. Eso sí, agradecería que no vayan tan al grano como aquí, que prácticamente te han metido la historia sin vaselina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Increíble como han mantenido en secreto el cameo de Charlize Theron en la primera escena post-créditos. Evidentemente, hay que contar con que no va a ser su única aparición, pues interpreta a un personaje relevante de las historias de Doctor Strange en los cómics llamada Clea, una hechicera suprema de la dimensión oscura. Veremos a ver donde vuelve a hacer acto de presencia.
7
24 de diciembre de 2024
24 de diciembre de 2024
1 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando parecía que 'Dune' iba a quedarse en estrenos cinematográficos de la mano de Denis Villeneuve, se anunció una serie (ya anunciada una segunda temporada) ambientada 10.000 años antes de la 'Dune' de 2021 que se basarían en las Bene Gesserit, una hermandad femenina sometida a duros entrenamientos físicos y mentales en la búsqueda de grandes poderes que luego usan para influir en política, religión y la sociedad en general.
Puede parecer en principio un producto menor en comparación con los largometrajes de Villeneuve, y así es...pero no del todo.
Para empezar, aquí también hay un reparto con unos cuantos nombres conocidos. Emily Watson y Olivia Williams son las hermanas Harkonnen (Valya y Tula, respectivamente) quienes la serie las retrata desde su adolescencia antes de entrar en la hermandad donde especialmente Valya ya destacaba con su forma de ver la vida que chocaba con la de su familia (una familia en la que destaca el rostro de Mark Addy, quien interpreta a Evgeny Harkonnen, tío de Valya y Tula), aunque Tula también tendrá algunos momentos de armas tomar en esa época, la cual tendrá repercusión en su futuro. Valya también tomará decisiones que repercutirán a su versión adulta.
Una versión adulta que se las ve con otros personajes como Desmond Hart (Travis Fimmel), un soldado que tiene mucho más que mostrar y a quien la serie le da un personaje muy jugoso al actor de la serie 'Vikingos'; en el mismo entorno está el emperador Javicco Corrino (Mark Strong), un poderoso político que no es tan poderoso como parece a simple vista. Ellos cuatro son los rostros más conocidos y están a la altura de las circunstancias con trabajos bastante buenos donde parece que los roles han estado destinados para ellos, especialmente de una Emily Watson que aquí hace y deshace como la hermana Valya.
No quiero olvidarme de otros actores que también ponen de su parte como las versiones más jóvenes de las hermanas Harkonnen. Jessica Barden como la joven Valya y Emma Canning como la joven Tula tienen sus tramos para destacar por ellas mismas y están a la altura de las actrices de las versiones adultas, aún siendo Watson y Williams actrices con una amplia experiencia y currículum.
Chloe Lea como la hermana Lila tiene uno de los mejores personajes de la serie en términos de aprovechamiento. Cuando parece que su papel será el de una hermana más de esa organización, empieza un arco narrativo que para la trama de esta temporada, y seguramente para la siguiente, tendrá mucha importancia, y como actriz seguro que ha tenido un reto por delante, de la cual yo pienso que sale bien parada. Esos nombres son, para mí, los más destacados lejos de las caras conocidas, si bien no creo que nadie desentone en esta serie.
Visualmente, esta serie es muy continuista con los productos cinematográficos. Mantiene el nivel alto en dirección artística y fotografía y se nos presenta como novedad (si ha aparecido en los filmes, no lo recuerdo ahora mismo) la sede de la hermandad con unas paredes que hablan y guardan secretos.
En un principio puede parecer una serie que puede hacerse pesada ya que se sustenta en los tejemanejes de los distintos personajes. Con el paso de los episodios, el interés y los grandes momentos irán creciendo y terminan en un punto donde personalmente la considero un recomendable acompañamiento de los largometrajes, de los cuales queda por estrenar una tercera parte, a falta también de una segunda temporada para estos personajes recién entrados a esta saga.
Puede parecer en principio un producto menor en comparación con los largometrajes de Villeneuve, y así es...pero no del todo.
Para empezar, aquí también hay un reparto con unos cuantos nombres conocidos. Emily Watson y Olivia Williams son las hermanas Harkonnen (Valya y Tula, respectivamente) quienes la serie las retrata desde su adolescencia antes de entrar en la hermandad donde especialmente Valya ya destacaba con su forma de ver la vida que chocaba con la de su familia (una familia en la que destaca el rostro de Mark Addy, quien interpreta a Evgeny Harkonnen, tío de Valya y Tula), aunque Tula también tendrá algunos momentos de armas tomar en esa época, la cual tendrá repercusión en su futuro. Valya también tomará decisiones que repercutirán a su versión adulta.
Una versión adulta que se las ve con otros personajes como Desmond Hart (Travis Fimmel), un soldado que tiene mucho más que mostrar y a quien la serie le da un personaje muy jugoso al actor de la serie 'Vikingos'; en el mismo entorno está el emperador Javicco Corrino (Mark Strong), un poderoso político que no es tan poderoso como parece a simple vista. Ellos cuatro son los rostros más conocidos y están a la altura de las circunstancias con trabajos bastante buenos donde parece que los roles han estado destinados para ellos, especialmente de una Emily Watson que aquí hace y deshace como la hermana Valya.
No quiero olvidarme de otros actores que también ponen de su parte como las versiones más jóvenes de las hermanas Harkonnen. Jessica Barden como la joven Valya y Emma Canning como la joven Tula tienen sus tramos para destacar por ellas mismas y están a la altura de las actrices de las versiones adultas, aún siendo Watson y Williams actrices con una amplia experiencia y currículum.
Chloe Lea como la hermana Lila tiene uno de los mejores personajes de la serie en términos de aprovechamiento. Cuando parece que su papel será el de una hermana más de esa organización, empieza un arco narrativo que para la trama de esta temporada, y seguramente para la siguiente, tendrá mucha importancia, y como actriz seguro que ha tenido un reto por delante, de la cual yo pienso que sale bien parada. Esos nombres son, para mí, los más destacados lejos de las caras conocidas, si bien no creo que nadie desentone en esta serie.
Visualmente, esta serie es muy continuista con los productos cinematográficos. Mantiene el nivel alto en dirección artística y fotografía y se nos presenta como novedad (si ha aparecido en los filmes, no lo recuerdo ahora mismo) la sede de la hermandad con unas paredes que hablan y guardan secretos.
En un principio puede parecer una serie que puede hacerse pesada ya que se sustenta en los tejemanejes de los distintos personajes. Con el paso de los episodios, el interés y los grandes momentos irán creciendo y terminan en un punto donde personalmente la considero un recomendable acompañamiento de los largometrajes, de los cuales queda por estrenar una tercera parte, a falta también de una segunda temporada para estos personajes recién entrados a esta saga.

7,0
21.918
7
13 de febrero de 2025
13 de febrero de 2025
3 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
'La infiltrada' pasará a la historia del cine español por ser una de las dos películas que compartieron por primera vez el Goya a la Mejor Película (la otra fue 'El 47'), pero si en un universo paralelo donde el filme dirigido por Arantxa Echevarría fuese la única ganadora, creo que tampoco habría habido problema alguno; para mí, y creo que para mucha gente, ya que por lo general está gustando.
Esta 'La infiltrada' puede recordar a una película estrenada hace ya dos décadas como fue 'El lobo', donde Eduardo Noriega era el infiltrado en la banda terrorista ETA. En este caso, nos vamos dos décadas delante en el tiempo hasta los años 90 (en lugar de los años 70 de la cinta dirigida por Miguel Courtois) y la infiltrada es una mujer, la cual tendrá que adherirse a los simpatizantes para sacar información y hacer que les cae bien. Y, visto lo visto, gente como Aranzazu o 'El lobo' tienen un valor que no les cabe en su cuerpo jugándose la vida entre gente que no duraría en matarlos en un segundo.
En el caso de Aranzazu bien es verdad que en un principio va entrando en el ambiente sin excesivos problemas (si bien situaciones tensas se dan, irremediablemente), es cuando entra Sergio (un Diego Anido notable al que le vuelve a caer un personaje antipático como en 'As Bestas'), una persona puesta en el mundo como prueba de la paciencia de los demás porque convivir con una persona así es un test peor que andar por el Polo Norte desnudo. Aranzazu es interpretada por Carolina Yuste, digna ganadora del Goya a Mejor Actriz y segundo Goya en general tras el de 'Carmen y Lola' como actriz de reparto. Y no me extrañaría que en el futuro le caigan más, porque cuando ya lleva dos a una edad en la que la mayoría esta buscando consolidarse es porque estamos ya ante una actriz española de referencia. Es totalmente creíble en su papel como policía infiltrada consiguiendo empatizar con ella y sus bajones (en una situación elegida por ella libremente, también es verdad).
Acompañando a Yuste, tenemos al gran Luis Tosar como jefe de Aranzazu, aportando una interpretación como se puede esperar de un actor de su talento, si bien las ha tenido aún mejores. Por parte de los malos, tenemos a un ya citado Diego Anido en un papel odioso (lo cual significa que lo hace muy bien) e Iñigo Gastesi, dando vida a un comprometido con la causa que asoma su corazón, lo cual no lo hace menos culpable.
Dentro de un ránking de género policíaco/thriller en el cine español, no creo que este filme estuviese en el podio, mas (a día de hoy) creo que si la pondría en un top 10. No solo funciona a nivel de interpretaciones, sino que su guion está bien estructurado y mantiene un nivel de tensión que a veces se lleva hasta casi el límite. Su final no pilla por sorpresa; sin embargo, el viaje contado hasta ese momento hace que la experiencia sea más que solamente decente.
Esta 'La infiltrada' puede recordar a una película estrenada hace ya dos décadas como fue 'El lobo', donde Eduardo Noriega era el infiltrado en la banda terrorista ETA. En este caso, nos vamos dos décadas delante en el tiempo hasta los años 90 (en lugar de los años 70 de la cinta dirigida por Miguel Courtois) y la infiltrada es una mujer, la cual tendrá que adherirse a los simpatizantes para sacar información y hacer que les cae bien. Y, visto lo visto, gente como Aranzazu o 'El lobo' tienen un valor que no les cabe en su cuerpo jugándose la vida entre gente que no duraría en matarlos en un segundo.
En el caso de Aranzazu bien es verdad que en un principio va entrando en el ambiente sin excesivos problemas (si bien situaciones tensas se dan, irremediablemente), es cuando entra Sergio (un Diego Anido notable al que le vuelve a caer un personaje antipático como en 'As Bestas'), una persona puesta en el mundo como prueba de la paciencia de los demás porque convivir con una persona así es un test peor que andar por el Polo Norte desnudo. Aranzazu es interpretada por Carolina Yuste, digna ganadora del Goya a Mejor Actriz y segundo Goya en general tras el de 'Carmen y Lola' como actriz de reparto. Y no me extrañaría que en el futuro le caigan más, porque cuando ya lleva dos a una edad en la que la mayoría esta buscando consolidarse es porque estamos ya ante una actriz española de referencia. Es totalmente creíble en su papel como policía infiltrada consiguiendo empatizar con ella y sus bajones (en una situación elegida por ella libremente, también es verdad).
Acompañando a Yuste, tenemos al gran Luis Tosar como jefe de Aranzazu, aportando una interpretación como se puede esperar de un actor de su talento, si bien las ha tenido aún mejores. Por parte de los malos, tenemos a un ya citado Diego Anido en un papel odioso (lo cual significa que lo hace muy bien) e Iñigo Gastesi, dando vida a un comprometido con la causa que asoma su corazón, lo cual no lo hace menos culpable.
Dentro de un ránking de género policíaco/thriller en el cine español, no creo que este filme estuviese en el podio, mas (a día de hoy) creo que si la pondría en un top 10. No solo funciona a nivel de interpretaciones, sino que su guion está bien estructurado y mantiene un nivel de tensión que a veces se lleva hasta casi el límite. Su final no pilla por sorpresa; sin embargo, el viaje contado hasta ese momento hace que la experiencia sea más que solamente decente.

6,2
19.573
7
2 de octubre de 2021
2 de octubre de 2021
7 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco vi un documental titulado 'En la piel de James Bond' donde se repasaba a modo de documental no muy largo la trayectoria de Daniel Craig desde 'Casino Royale' hasta ahora y el mismo documental cita las críticas que recibió el actor sin ni siquiera tener la oportunidad de demostrar su valía con una película para comprobar si habían acertado fijándose en él. Cuando llegó 'Casino Royale' en 2006 las dudas generalmente se disiparon y se le dio el visto bueno a esa nueva era que hoy, tres películas después, llega a su fin.
Personalmente, la etapa de Daniel Craig interpretando al agente secreto más famoso del mundo no ha sido perfecta (creo que con ninguno de los anteriores se ha llegado a la perfección y el relevo seguramente tampoco porque siempre habrá opiniones dispares), pero esta era de 007 bajo las facciones de Craig la dejo con un buen sabor de boca general. 'Quantum of Solace' y 'Spectre' no tienen el mismo nivel que 'Casino Royale' y 'Skyfall', las mejores aventuras de esta era. 'Sin tiempo para morir' llega sobre la bocina para colocarse en el podio.
Tratándose de la película-despedida creo que esperaba un poco más de grandilocuencia para tener un punto y final como es debido, y si bien la despedida es con todos los honores, siento que el resto no lo ha sido tanto. Irónicamente más por las escenas de acción (demasiadas escenas de acción con armas y poco cuerpo a cuerpo) que por el guion, un libreto ingeniosamente trazado dando carpetazo a todo lo que trajo esta última etapa hasta que sepamos quien va a ser el relevo. Un guion con partitura de Hans Zimmer que se ha adaptado eficazmente a este universo 007, si bien me habría gustado oír que tenía pensado Dan Romer antes de marcharse del proyecto.
Aunque no ha habido tanta grandilocuencia como podia esperar tratándose de una película importante al tratarse de un final, abandoné la butaca estando satisfecho con lo visto. Demasiada acción, pero bien ejecutada en líneas generales y una historia en la que los guionistas Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga y Phoebe Waller-Bridge se han estrujado los sesos para ensamblar todas las piezas del puzzle empezado en 2006 y dejar un resultado más que correcto a nivel argumental y a nivel artístico, dejando el legado de Daniel Craig en un lugar bastante alto en el que creo que puede mirar a los ojos a los Bond de Sean Connery y Roger Moore, los actores más duraderos y recordados interpretando a doble cero.
Lo que traiga el futuro solo lo sabrán las cabezas pensantes de la franquicia, pero si Daniel Craig se sobrepuso a las reticencias iniciales, quien sea el siguiente puede hacerlo también y continuar sufriendo de todo para salvar el mundo.
Personalmente, la etapa de Daniel Craig interpretando al agente secreto más famoso del mundo no ha sido perfecta (creo que con ninguno de los anteriores se ha llegado a la perfección y el relevo seguramente tampoco porque siempre habrá opiniones dispares), pero esta era de 007 bajo las facciones de Craig la dejo con un buen sabor de boca general. 'Quantum of Solace' y 'Spectre' no tienen el mismo nivel que 'Casino Royale' y 'Skyfall', las mejores aventuras de esta era. 'Sin tiempo para morir' llega sobre la bocina para colocarse en el podio.
Tratándose de la película-despedida creo que esperaba un poco más de grandilocuencia para tener un punto y final como es debido, y si bien la despedida es con todos los honores, siento que el resto no lo ha sido tanto. Irónicamente más por las escenas de acción (demasiadas escenas de acción con armas y poco cuerpo a cuerpo) que por el guion, un libreto ingeniosamente trazado dando carpetazo a todo lo que trajo esta última etapa hasta que sepamos quien va a ser el relevo. Un guion con partitura de Hans Zimmer que se ha adaptado eficazmente a este universo 007, si bien me habría gustado oír que tenía pensado Dan Romer antes de marcharse del proyecto.
Aunque no ha habido tanta grandilocuencia como podia esperar tratándose de una película importante al tratarse de un final, abandoné la butaca estando satisfecho con lo visto. Demasiada acción, pero bien ejecutada en líneas generales y una historia en la que los guionistas Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga y Phoebe Waller-Bridge se han estrujado los sesos para ensamblar todas las piezas del puzzle empezado en 2006 y dejar un resultado más que correcto a nivel argumental y a nivel artístico, dejando el legado de Daniel Craig en un lugar bastante alto en el que creo que puede mirar a los ojos a los Bond de Sean Connery y Roger Moore, los actores más duraderos y recordados interpretando a doble cero.
Lo que traiga el futuro solo lo sabrán las cabezas pensantes de la franquicia, pero si Daniel Craig se sobrepuso a las reticencias iniciales, quien sea el siguiente puede hacerlo también y continuar sufriendo de todo para salvar el mundo.

7,2
9.620
3
31 de diciembre de 2007
31 de diciembre de 2007
6 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Floja película de Robert Redford para mi gusto que no mereció el Oscar a la Mejor Película. Para mí, lo único destacable de la opera prima de Redford es el final que si me gustó.
El personaje de Mary Tyler Moore consigue desquiciarte mediante su actitud psico-agresiva hacía su propia familia.
El personaje de Mary Tyler Moore consigue desquiciarte mediante su actitud psico-agresiva hacía su propia familia.
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