Interesante propuesta de Roman Polanski respecto de como una joven mujer es cogida por el mismísmo Satán para engendrar a su hijo. Una joven Mia Farrow hace una actuación de gran talla, secundada por John Cassavetes y un buen elenco de actores en papeles menores. La atmósfera es inquietante, aunque no calificaría esta película como una cinta de terror, sino más bien como de suspense. La puesta en escena tambien es de buen nivel. Sin embargo, me pareció demasiado larga, pues, a mi juicio, se pudo condensar un poco la historia. Roman Polanski dirige uno de sus temas fetiche, como es la de los adoradores del diablo, a manos de quienes --por desgracia-- murio su primera esposa, Sharon Tate.

Como siempre, Anthony Quinn demuestra toda su calidad en esta admirable interpretación de Su Santidad. La trama nos lleva desde Siberia hasta el Vaticano, donde vemos un cónclave donde el Papa es elegido por el método de la aclamación, hoy fuera de uso. El desarrollo narrativo tiene un ritmo que nos impide aburrirnos, pese a la prolongada duración de esta cinta, ya que Michael Anderson mantiene el interés durante todo el metraje. Los actores de soporte muy bien, con el destacado Sir Laurence Olivier cuya calidad interpretativa esta fuera de cuestión. También buen trabajo de Oskar Werner (se ve mucho mas joven que su edad real), David Janssen con una doble vida amorosa, y especialmente de Leo McKern que en vida, este australiano fue un notable interprete secundario. Muy recomendable de ver.

Interesante apuesta de la Amicus Productions, competidora de la Hammer y que utilizaba a algunas de las estrellas de la otra productora inglesa. Notable actuación de Peter Cushing, como era habitual. Bien secundado por Christopher Lee y Patrick Wymark. La historia nos relata el extraño poder de la calavera del Marqués de Sade y su influencia en los que la poseen. Se mantiene la atención durante el metraje pues Freddie Francis maneja eficientemente la historia. La fotografía es adecuada, así como los decorados, llamándome la atención el horrible corredor color morado de la casa de Maitland (Peter Cushing).-

Buena cinta de aventuras, en el Canadá, con un joven Errol Flynn en el rol protagónico. Muy bien logradas las locaciones en la nieve, con los perros que tiran de los trineos y buena dosis de suspenso. Aparece Tom Tully, a quién conocimos como el Capitán De Vries en "El Motín del Caine". También tiene cierta dosis de fantasía, en las escenas finales donde literalmente ensamblan un avión.

Me parece una buena cinta, a las órdenes del versátil Roy Ward Baker. En las excavaciones para ampliar el metro de Londres encuentran un objeto que intriga a los trabajadores y pronto al ejército ingles. Luego, aparece en escena el experimentado doctor Bernard Quatermass a investigar el asunto con el doctor Roney (James Donald). La cinta posee cierta belleza en su fotografía. Fue rodada en los Estudios MGM de Londres, en desmedro de los Estudios Bray, que habían sido vendidos poco antes por la Hammer, Excelente Andrew Keir como Quatermass y la atractiva Barbara Shelley como heroína de la cinta, Para los que seguimos con cierto interés el género de la Ciencia Ficción, pero especialmente el trabajo y legado de la Hammer apreciaremos esta película en lo que vale.