Por desgracia es una peli para olvidar. Con fallos de guión a mi juicio bastante infantiles en algunos casos. La película destila cierto aire de cutrez. Uno no sabe muy bien por qué ocurren determinadas cosas, quiénes son los mercenarios esos del final, de dónde han salido, y cosas así que están fatal contadas. Pero ese aire de cutrez se ve en esa especie de pueblo con gente rara ya de por sí sin que el "malo" actúe. Extras que se quedan mirando cómo lanzan morteros como las vacas que ven pasar el tren, y eso sin estar "conectados".
Lo peor, el personaje de ella. Que no sé si es odiosamente imbécil, o es que no han sabido desarrollar el personaje desde el guión o desde la dirección.
Parece que han ido haciendo la película sobre la marcha, y que la terminaron con prisa. Porque empieza bien, pero la segunda mitad de la película empieza a ir en picado.
Hasta a Morgan Freeman se le ve confuso y perdido haciendo de Morgan Freeman, que aunque a todos nos guste, es lo único que ha hecho siempre en el cine.
En fin, lo único que me ha gustado un poco es ese concepto de nanitos impregnándolo todo. Da auténtico pavor. Lo demás, pues para olvidar.
Para pasar el rato y si te he visto no me acuerdo.
Y otra cosita en el spoiler.

Esta película no sabe lo que quiere ser. No hay giros de guión ni revelaciones sorpresa. Lo que sospechas desde que lees la sinopsis, es lo que es. Y a pocas vueltas que le des, viendo la carátula, ya sabes de qué va la cosa.
Por un lado el elemento drama parece el dominante pero no explotan la historia ni dan ningún tipo de respuesta, al mismo tiempo que no hay un desarrollo de personajes para que te hagan involucrarte con ellos e importarte lo que les pase; al mismo tiempo te quieren meter thriller sin llegar a haber nada trepidante. Así que misterio, drama, y thriller, fail. ¿Gore y morbo pues? Tampoco, salvo una escenita bastante soft aunque algo perturbadora, pero más que nada porque ves que en la película no va a haber algo así, y zasca. Wait for it, y bastante, porque es al final, y desde luego que no merece la pena. Da la impresión de que toda la película la han construído para sorprenderte con esa escena, y si bien es cierto que algo lo consiguen, tampoco compensa todo lo demás.

Siendo justos, las actuaciones de las chicas son muy sobresalientes, pero poco más se salva para mí de esta película, que en principio pinta bien, pero no han sabido desarrollar la historia, ni de lo que ves ni de sus personajes.

Esta web le pone un 5,4. Para flipar.

No hay mucho que destripar porque la sinopsis te lo cuenta todo. Ni giros de guión ni nada. Lo que te cuenta es lo que hay. Pero te aseguro que si estás leyendo esto, lo que tienes que hacer es dejar de leer y ver esta película. Porque es una gamberrada maravillosa. Una joya que con cuatro perras han sabido tallar a base de un tremendo sabor añejo de los mejores 80 estadounidenses que nos llegaban en forma de VHS cuando éramos críos, mezclado con pequeñas dosis de referencias culturales actuales a modo de furiosa crítica humorística.

Todo en esta película mola, desde esta ambientación irreal ochentera conseguidísima, hasta las actuaciones de todos los implicados. Y he de añadir que el trabajo de la protagonista es una pasada. Luego para grandes producciones fichan a femitruños como Brie Larson, pero ese es otro tema en el que no quiero entrar, porque además esta web le ha cogido el gustillo a la censura si piensas de determinada forma.

La niñera consigue que te enamores de ella, pero siendo un niño como el protagonista. No como un adulto. Esta película hace que te transformes en el chaval que una vez fuiste y recuerdes a aquella chica mayor que se portaba bien contigo y era guapísima. Sí, a mí me ha pasado, quizá por eso esta película me haya pegado tan fuerte, no sé... Pero también mola la amiga del prota. Mola el amor juvenil adolescente de antes, el que era todo magia, y no como ahora que es todo snapchat y chavales mandándose guarradas y posando en plan putón en IG como auténticos yonkis de likes.
Y molan los malos, cada cual con una personalidad distinta con un ligero toque de cliché para despistar, pero que luego desbarra totalmente para dejarte con el culo torcido.
Y molan los secundarios, como los adultos, a cada cual más friky.

Toda esta película en sí es una referencia a nuestra infancia y las películas que veíamos entonces

No hay malas actuaciones, no hay mal guión, hay buenos chistes y gags, hay tensión, hay acción, hay algo de gore gamberro ligero, hay nostalgia a raudales, nada de mierdas feministas y políticamente correctas (esto es un expediente X es toda regla) y un final chulo de esos de "¡sí coño,sí!".
Que no será de óscar, pero te aseguro que es millones de veces mejor en todos los aspectos que la mayoría de bazofias triple A.

Diversión y buen rollo.

Por alguna razón, el cine de Spielberg, siendo bueno, ya no es el cine de Spielberg, y desde hace muchos años. Es como que a partir de La Lista De Schindler hubo un techo de cristal, un listón ya alcanzado, y sus películas ya no impactan como lo hicieron antaño. Quizá sea la sociedad, esta sociedad que ya no va al cine como un acontecimiento especial porque ya no hay cines especiales, cada uno con sus cosillas, sus bares, sus butacas... Una sociedad de chavales que recuerdan con nostalgia melodramática cosas que pasaron hace dos veranos; una sociedad de gente que sufre de incontinencia emocional e hipersensibilización, que lloran porque ha salido un nuevo Iphone y lo cuelgan en youtube. Una sociedad de bípedos cretinoides moralmente superiores porque usan conceptos inventados a tal fin, como BLM, feminismo, CIS, no binario, demisexual, etc; señores de 35 años con barba que visten pantalones y camisetas de chica, gorra de buzzfeed hacia atrás y mochila, supongo que llena de bebidas de soja y palo selfie, que persiguen pokemons en masa. Una sociedad en donde narcisitas extremos se graban regalándole un trozo de pizza o unos zapatos a un indigente, porque tener una cámara delante es la única manera de ayudar a alguien.
Una sociedad en donde importa más ver la reacción del espectador que ve la película, que la propia película, como esos canales totalmente imbéciles de "reaction" en youtube, que no me explico cómo pueden tener cientos de miles de visitas.
Y lo peor de todo, una industria del cine que se preocupa más por hacer políticas identitarias que de hacer buen cine.

Spielberg ha marcado a un par de generaciones de adultos y niños con sus películas, y lo ha vuelto a intentar. Pero no Don Steven, su tiempo ha pasado. Aunque a la gestapo con antorchas y dóbermans de lo políticamente correcto los quiera embelesar con una lesbiana negra en su film, su fórmula se perdió hace tiempo. Era una fórmula con magia que agotó usted con Parque Jurásico.

Ya no hay magia. Sí una buena película de palomitas, pero poco más, salvo la fabricación de un reflejo de cómo se percibe esta generación Z postmillennial que lo tiene todo y no para de quejarse. Supongo que es así como ellos se perciben, como en su película, salvo que usted les ha dado un escenario en el que la queja estaría justificada. Algo que debe frustrarles pues anhelan una revolución que nadie, empezando por ellos mismos, necesita en la realidad. Este es el ejercicio que usted ha intentado aquí, el "Oh, os entiendo". Ya se sabe, empatizar con quienes ni si quiera se lo han ganado.
Y es que en esta película, nadie sabe cómo lleva la gente el pan a casa. Todo viene dado, supongo que porque, tal y como piensa esta generación Z, se lo merecen todo porque son super únicos y super especiales. Y, a pesar de que lo tienen todo sin ningún esfuerzo y lo único que hacen es jugar y jugar en un universo maravilloso, hay un tirano al que derrocar. Un ente maligno, llámese capitalismo, patriarcado, etc, que les oprime. Que digo yo, ya puestos, ¿el malo no podía ser una negra lesbiana? No claro, no hay cojones. Tiene que ser un hombre blanco, que además de débil es tonto. Solo les ha faltado ponerle a fumar, que eso también es de malos malísimos.
Estereotipos, los de ahora, menos el de chica gamer. Esta chica es la que gustaría, pero la realidad es que ser gamer, dentro del gregarismo fashion femenino se convirtió hace pocos años en algo super guay, en especial si estás en twitch y te dedicas a enseñar las tetas a chavales de 14 años que como imbéciles te dan su dinero por salir medio en pelotas pintada como una puerta con coletitas de colegiala y hacer gemiditos aleatorios nada inocentes mientras no ganas una sola partida salvo en el Kandy Crush. No digo que no existan las normales como la de la peli, lo que digo que es que no han tirado del estereotipo, que es el que por desgracia abunda en la realidad.

No todo es despotrique, también hay mensajes que a mi parecer son positivos. En especial en el tacto con el que se trata el tema del autismo. Algo que esta generación de idiotas ha adoptado como algo "trending", algo "cool". Ahora cualquier youtuber se define como autista. Incluso el término es sinónimo de ser distinto, poseer un humor cáustico, estridente, surrealista, humor de meme.
Y, siendo justos, Spielberg no se ha enfangado casi nada haciendo propaganda de lo PC, esta pandemia pseudointelectualoide que nos ha infectado por igual a rojos y a fachas. Alguna cosilla aquí y allá, y ya está. Y eso es muy de agradecer, pero son cosas que acaban del todo con aquella magia de antaño. No sé por qué me viene a la mente, Tomorrowland; quizá porque esa película sí parece de Spielberg. Esta desde luego, ni por el forro.
Vale vale, aunque sea resaltando algo positivo me sale el despotrique. No lo puedo evitar.

Pasarás un buen rato, sobre todo con algunas de las cientos de referencias a aquellos 80 tan mágicos. Aunque casi nadie de menos de 30 tacos va a pillar la de la fantástica Krull...
Entretenida sí, y desde luego una forma de hacer cine, de medir los planos, de contar la historia sin que te líes, que es menos fácil de lo que parece. Y en eso amigos, Spielberg es el rey, para qué negarlo.

En fin, otra de mis críticas que tendrá cuarenta millones de votos negativos. Pero en fin, alguien tiene que ser el que diga ciertas cosas.

Es más mala que Darth Vader. No ya sólo por el disparate mitológico narrado, sino por las horrendas actuaciones de los actores y actrices (menos Mickey Rourke, que siempre me gusta), fallos de guión como la arenga del prota a los soldados, tonterías como representar a los titanes como tíos con el cuerpo pintado de gris en un futbolín (WTF????), el Olimpo es un balconcito donde se asoman 4 o 5 dioses (debe de ser que no había dioses en la mitología griega...), y los disfraces parecen sacados de la cabalgata del orgullo gay versión super locaza. Ni en Priscilla reina del desierto.
Eso sí, muy bonito todo, hay que reconocerlo. Pero vamos, que apesta.