La película parte de una base imaginaria y sin sentido, a la cual no hay que buscarle ninguna lógica, pues no la tiene. No obstante, es más que suficiente para transmitir una valiosa lección, no existe peor monstruo que el ser humano ordinario. En su conjunto resulta un cuento satisfactorio y funcional, pues cuenta con un gran componente emocional y una esplendida moraleja.

Un film que pretende ser próximo y atractivo se convierte rápidamente en una historia absurda e inerte, incapaz de transmitir ni siquiera esa sensación de fascinación que la caracteriza, a medida que avanza en muchos momentos roza lo absurdo y ridículo, propiciando un efecto cargante que acaba por derrocar la propia película.

Una cinta corriente en todos los sentidos. Plana y simple a nivel de historia y narración, con una previsibilidad apabullante. Un drama de poca profundidad, incapaz de transmitir prácticamente nada, pues quizás no es Arnold el más idóneo para realizar este tipo de interpretaciones de carácter emocional. Incursión a todas luces fallida en el género y es que no hay nada como dedicarse a lo que uno sabe y se le da bien, zapatero a tus zapatos, y no falla. ¡Arnold vuelve a las cintas de acción!

La cinta resulta espectacular a todos los niveles, unos en positivo y otros en negativo. Las escenas de acción, la épica del filme, así como los efectos visuales son impactantes y sumamente atractivos. Hasta aquí todo perfecto, ¿pero que pasa con la historia? Los creadores se encuentran ante una difícil disyuntiva, elegir entre la fidelidad o el espectáculo. Sin duda alguna se decantan por éste último, pues la película se encuentra plagada de imprecisiones, las cuales sirven de base para que los personajes, o mejor dicho los actores -especialmente Brad Pitt-, puedan lucirse a un nivel de heroicidad y grandilocuencia exagerado incluso para esta obra.

PD: Para esta función resulta imprescindible dejar de lado lo que uno sepa de Troya.

Una cinta parodia que recoge lo peor del humor español: clichés, estereotipos y prejuicios a raudales; todo ello reunido bajo una historia absurda y sin sentido alguno. Los personajes se esfuerzan a conciencia en estancarse en la propia mediocridad y estupidez del filme, al igual que su narración, plana e insustancial. El apartado visual no es digno ni de análisis, simplemente lamentable. Salvo un par de chascarrillos divertidos, una película triste, muy triste.

PD: Para simplificar, una auténtica castaña a todos los niveles.