Sus variadas vertientes narrativas conducen a cierta confusión que debemos ajustar para configurar un planteamiento que no resulta del todo creíble.

La investigación de la DEA, parece un poco juego de roll. Eastwood, creíble ejecutando el poco creíble papel de anciano rebelde asociado como "mula" a un Cártel de narcotráfico. El conflicto familiar aporta lo justo para humanizar la situación y dar anclaje emocional a un proyecto cinematográfico que carecía de él.

No es de los mejores trabajos del actor-director; aunque ciertamente se nota oficio.

He perdido bastante tiempo en ella, y todavía desconozco la razón, por la cual no la dejé de ver mucho antes que finalizase.

Drew Brrymore, en aquel 2.002 mantenía un aire fresco que llegaba, aunque la historia fuese un despropósito. La actriz se manifestaba como si interpretara a una bella orquídea secuestrada sobre un campo de estiércol.

George Clooney como director y asumiendo un pequeño papel; precisaría algunos años, para acometer la dirección con mayor soltura narrativa.

La primera vez que la vi no me gustó, la encontré insustancial, no conseguí conectar con la trama, y los actores me parecían de cartón piedra o sobreactuados.

En esta segunda ocasión descubrí talentos ocultos, miradas, gestos, pequeños guiños al espectador y a un Alvaro Cervantes ciertamente brillante, con una sólida interpretación que me sorprendió.

No sé que pasó la primera vez, pero he descubierto gracias a una recomendación de un usuario de esta red, una película entretenida y bien construida.

Me entretuvo, por la masculinidad distante de su protagonista... el misterio que lo envuelve y la pasión que, en la distancia provoca en Ana l(Almudena Amor), la psiquiatra que lo investiga, para conocer las razones finales que lo llevaron a arrojar por el balcón a sus padres.

Se entretiene en planos secuencias innecesarios, como todas las series... algo con lo que ya contamos. Los tiempos mandan y son ellos quienes precisan una trama abultada, para cubrir las casi seis horas de metraje.

He encontrado una carga erótica que, a mi entender, refleja acertadamente el deseo oculto. En ocasiones se habla de que ciertos presos, según el delito cometido; ejercen sobre algunas mujeres una fascinación casi enfermiza.

No es nada extraordinaria, ni su fotografía, ni los diálogos; incluso la trama no soportaría una rigurosa disección si pretendiéramos encontrar en ella, solidez y precisión.

Un montón de ideas brillantes, e incluso podría decirse que novedosas... Lamentablemente, el desarrollo es lento, muy lento... extremadamente lento. No concluye, avanza poco, y se alarga en secuencias pretendidamente intimistas que resultan por momentos, desesperantes.

Jeff Chan, su director, tendría que haberla aligerado de peso, aunque, de hacerlo, tal vez no llegase a una duración convencional. Bien interpretada por Robbie Amell, que aporta cierta credibilidad a un personaje futurista, mezcla de súper héroe y superviviente.

Quien la vea entenderá el título de mi comentario. Aprobada.