You must be a loged user to know your affinity with mik
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,5
107.868
8
31 de diciembre de 2007
31 de diciembre de 2007
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la fábrica de estrellas que es Hollywood frecuentemente se echan de menos las superestrellas de los viejos tiempos, capaces de llenar la pantalla con su sola presencia, capaces de justificar incluso películas mediocres. Will Smith posiblemente sea una estrella de esa magnitud, la mayor superestrella del Hollywood actual, más incluso que Tom Cruise o Brad Pitt, por hablar de actores de su generación y brillo mediático. Ha crecido entre el ruido de grandes y aparatosas superproducciones de acción, hasta ser mejor que ellos, porque no sólo es un actor solvente, capaz de sacar adelante cualquier papel, es que es un grandísimo actor, dueño de numerosos registros que le elevan a ese Olimpo al que sólo tienen acceso unos pocos privilegiados.
Y es que fui a ver Soy leyenda sin ninguna espectativa, casi seguro de encontrar en el mejor de los casos una adaptación innecesaria de un título clásico del cine de ciencia ficción, y en el peor de los casos un pequeño e indigesto engendro a mayor gloria de la superestrella de turno. Por suerte, estaba equivocado, ya que esta es una película grande, casi imprescindible dentro del pobre menú al que nos tiene acostumbrados la cartelera semana sí, semana también; una secuela a la altura, si no superior, a la interpretada por Charlton Heston en los años 70.
La película se sustenta en una interpretación memorable de Will Smith, en un gran guión, una dirección firme que imprime un ritmo preciso a la narración, dosificando la acción y los recuerdos, la soledad y el terror, con varias escenas memorables. Qué decir, si están todos bien, y hasta el perro se merecería un oscar a la mejor animal (vivo o animado) del año.
¿Qué le falta / sobra a la película para ser sobresaliente? El final resulta precipitado y, claramente, no está a la altura del resto del film, además de dejar traslucir esa ideología providencialista que parece impregnarlo todo en la vida norteamericana actual, desde la política al cine de Hollywood. Sí, el cine también.
Y es que fui a ver Soy leyenda sin ninguna espectativa, casi seguro de encontrar en el mejor de los casos una adaptación innecesaria de un título clásico del cine de ciencia ficción, y en el peor de los casos un pequeño e indigesto engendro a mayor gloria de la superestrella de turno. Por suerte, estaba equivocado, ya que esta es una película grande, casi imprescindible dentro del pobre menú al que nos tiene acostumbrados la cartelera semana sí, semana también; una secuela a la altura, si no superior, a la interpretada por Charlton Heston en los años 70.
La película se sustenta en una interpretación memorable de Will Smith, en un gran guión, una dirección firme que imprime un ritmo preciso a la narración, dosificando la acción y los recuerdos, la soledad y el terror, con varias escenas memorables. Qué decir, si están todos bien, y hasta el perro se merecería un oscar a la mejor animal (vivo o animado) del año.
¿Qué le falta / sobra a la película para ser sobresaliente? El final resulta precipitado y, claramente, no está a la altura del resto del film, además de dejar traslucir esa ideología providencialista que parece impregnarlo todo en la vida norteamericana actual, desde la política al cine de Hollywood. Sí, el cine también.
2
24 de septiembre de 2007
24 de septiembre de 2007
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡¡Qué alguién me devuelva a mi querido, mezquino, egoista, atolondrado, Mr. Bean!! Porque éste no es, que me lo han robado. Porque salvo en 2 o 3 gags al comienzo de la película, aunque vemos a Rowan Atkinson representando el personaje que le ha dado fama internacional, el espíritu que le anima es otro bien distinto, más asequible para todos los públicos, menos para el público que quiere al Mr. Bean auténtico. Y no esta cosa bobalicona, esta peliculita-postal de Francia, sus tópicos y sus trenes, donde apenas pasa nada en una película que se llega a hacer larga en sus escasos 80 minutos de duración. La participación de Willem Dafoe es irrelevante e innecesaria, y hubiera quedado mucho mejor de haberse interpretado a sí mismo. Lo mejor de la película, casi lo único, el niño Jean Rochefort que da perfecta réplica a Rowan Atkinson. Supongo que por el hecho de estar en Francia alguién debió pensar que el personaje de Mr. Bean podría hacer algo parecido a Jacques Tati, no sé si como homenaje no declarado, o por simple estupidez, porque la cosa no funciona. No sólo porque comparar a ambos actores es como hacerlo con un huevo y una castaña, sino por lo que supone de traición a un personaje querido por millones de seguidores en todo el mundo. Y sí, yo también me siento traicionado.
8
1 de diciembre de 2006
1 de diciembre de 2006
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente documental en el que predomina un tono didáctico, aún cuando quizás hubiera resultado mucho más fácil decantarse por lo apocalíptico. Al Gore, como político que es, se muestra como un buen actor, pero ante todo un comunicador, que nos hace un recorrido preciso e implacable a través del problema del cambio climático. El documental está estructurado mezclando las experiencias personales del propio Gore (en su ámbito político y personal), con la grabación en directo de una de sus conferecencias con las que recorre el mundo en un intento de llevar "puerta a puerta" la concienciación sobre un problema de una enorme gravedad para la supervivencia de la civilización humana.
Y todo esto sin que resulte aburrido.
Y todo esto sin que resulte aburrido.
4 de junio de 2008
4 de junio de 2008
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Indiana Jones vuelve, si es que alguna vez se había ido, ya que forma parte de nuestro imaginario colectivo, como un indiscutible icono de nuestro tiempo. Y vuelve para quedarse, porque visto lo visto en esta última entrega, le queda cuerda para rato al invento. Y es que, aunque Indiana Jones es y será para siempre Harrison Ford, se le nota que en este traje ya no le quedan muchas posturas, por no decir que habrá que ir buscando, como en el caso de James Bond, la fórmula para seguir adelante con la franquicia.
En esta entrega, además del propio Harrison Ford, lo mejor con mucho son los elementos habituales de la marca Indiana Jones, excelentes escenas de acción con persecuciones y huídas de un más difícil todavía, en las que se ve la mano maestra manejando la cámara de Steven Spielberg y, por supuesto, el cuerpo y el coraje de los mejores especialistas de Hollywood. Todo ello en torno a una historia atractiva y sugerente, a la que es mejor no buscarle ningún sentido, salvo que seas un enfermizo seguidor del Cuarto Milenio de Iker Jiménez o de J. J. Benítez.
Y para asegurarse de pasar un buen rato, mejor verla en el cine, como Dios (Spielberg) manda, con una coca cola, un cubo de palomitas y muchos niños disfrutando alrededor en la sala, como si uno viajase en el tiempo a los 80.
En esta entrega, además del propio Harrison Ford, lo mejor con mucho son los elementos habituales de la marca Indiana Jones, excelentes escenas de acción con persecuciones y huídas de un más difícil todavía, en las que se ve la mano maestra manejando la cámara de Steven Spielberg y, por supuesto, el cuerpo y el coraje de los mejores especialistas de Hollywood. Todo ello en torno a una historia atractiva y sugerente, a la que es mejor no buscarle ningún sentido, salvo que seas un enfermizo seguidor del Cuarto Milenio de Iker Jiménez o de J. J. Benítez.
Y para asegurarse de pasar un buen rato, mejor verla en el cine, como Dios (Spielberg) manda, con una coca cola, un cubo de palomitas y muchos niños disfrutando alrededor en la sala, como si uno viajase en el tiempo a los 80.

6,3
38.953
5
18 de abril de 2008
18 de abril de 2008
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puesta al día de las clásicas historias de "timadores" que buscan hacer saltar la banca en los casinos de "Las Vegas", valiéndose de los mecanismos más variopintos. Basada en la historia real de un grupo de estudiantes del MIT, que dirigidos por un profesor de matemáticas del centro, consiguieron ganancias millonarias jugando al Black Jack, contando las cartas de las mesas y sus habilidades matemáticas -algo así como Rain Man en superdotado.
Aunque la interpretación de Jim Sturges, en el papel del estudiante que se mete en el tinglado para sufragar sus estudios en Harvard, es solvente y consigue llevar la práctica totalidad de la película sobre sus hombros (sin desmerecer a unos Laurence Fishburne y Kevin Spacey que con su sola presencia y buen hacer interpretativo llenan la pantalla), la película resulta entretenida sin más, tal vez porque en España el Black Jack es un juego de cartas bastante desconocido, y se asiste a las partidas del casino más con curiosidad que un verdadero interés.
La historia en conjunto tiene un poco de todo: historias de estudiantes, ambición, romance, juego, algo de violencia, una selección de música pop con vistas a la comercialización de su banda sonora, y un final, como corresponde en estos casos, sorprendente. Que no convincente.
Igual me hubiera resultado más divertida una versión española sobre el mus. Por ejemplo: "31, Solomillo"; o "Mus, corrido y sin señas". Quedamos (sentados) a la espera.
Aunque la interpretación de Jim Sturges, en el papel del estudiante que se mete en el tinglado para sufragar sus estudios en Harvard, es solvente y consigue llevar la práctica totalidad de la película sobre sus hombros (sin desmerecer a unos Laurence Fishburne y Kevin Spacey que con su sola presencia y buen hacer interpretativo llenan la pantalla), la película resulta entretenida sin más, tal vez porque en España el Black Jack es un juego de cartas bastante desconocido, y se asiste a las partidas del casino más con curiosidad que un verdadero interés.
La historia en conjunto tiene un poco de todo: historias de estudiantes, ambición, romance, juego, algo de violencia, una selección de música pop con vistas a la comercialización de su banda sonora, y un final, como corresponde en estos casos, sorprendente. Que no convincente.
Igual me hubiera resultado más divertida una versión española sobre el mus. Por ejemplo: "31, Solomillo"; o "Mus, corrido y sin señas". Quedamos (sentados) a la espera.
Más sobre mik
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here