Últimamente, casi todas las películas de terror parecen cortadas por el mismo patrón. Una casa encantada, con unos fantasmas dentro (que en el pasado han sufrido algún tipo de trauma y necesitan una"Liberación").

La imaginación de los guionistas por los suelos. Luego se le añaden efectos especiales, algunos sustos y..¡hale! a hacer dinero en taquilla. Películas como churros, y todas más o menos iguales, ésta aporta la siguiente variante: una adolescente problemática, que provoca el traslado a la susodicha casa.

Mil veces prefiero "Canción de cuna para un cadáver", por citar un ejemplo, que todas estas supuestas películas que más que terror producen algo de grima.

Es una película malograda, a pesar de que a la historia y a los personajes tan peculiares se le podría haber sacado más partido, quizá con otro ritmo, quizá con otro director más experimentado (tal vez el hermano , el de "El Milagro de P.Pinto" o "Mortadelo y Filemón" hubiese sido más adecuado). La protagonista resulta cándida, le viene bien el nombre y entrañable, pero la película está llena de tópicos y de errores y deficiencias formales de todo tipo. De todas formas, tiene momentos bastantes conseguidos y algunos muy hilarantes. Una película llena de sonrisas que nos dejan un sabor agridulce (lástimas).

Demi Moore no es una gran actriz, eso está claro, pero si hubiese sabido elegir bien sus proyectos y encauzar su carrera, otro gallo cantaría. No es suficiente su belleza ni sus películas-escándalo. Esta película es delirante y absurda. La ves y está claro que el supuesto escándalo es puro márketing, todo está planificado y prefabricado para ser un taquillazo, pero más que morbo produce sonrojo, y la intriga resulta hilarante.

Cuando vi esta película sentí más nostalgia que nunca de la mítica serie de dibujos animados, de la que no queda prácticamente nada. Es una triste versión que no logra captar el humor y la socorranería de los dibujos animados. Los actores (algunos de ellos bastante solventes)sobreactúan de manera histriónica. El argumento es pueril a más no poder, así como el sentido del humor. Una realización previsible y plana que hacen de la película un producto carente de interés. Lo único que se podría salvar es la ambientación.