Y es verdad, ni siquiera un Megalodón, un tiburón enorme de hace tropecientos años que se creía extinguido, y es que el británico puede con eso y más, y en eso se basa buena parte de la película, un versus en toda regla entre dos bestias de la naturaleza. Entrando ya en los aspectos más cinematográficos de la película, ésta es entretenida cómo lo son casi todas las producciones veraniegas, buenos CGI, un reparto que cumple en su mayor parte y un guión que aún repitiendo con las frases y clichés ya vistos y oídos una y mil veces no desentona y cumple con su función, que es la de entretener sin más.

Últimamente abundan las películas sobre la historia bélica de la Gran Bretaña con un poquito (o bastante, no he contrastado los hechos históricos) de ficción, la cuestión es que el tal English crea una película entretenida sin más con mucha sangre, acción, algún momento épico y mucha historia inglesa. Si el presupuesto hubiese sido un poco mayor, el director más valiente y el protagonista otro (James Purefoy pone la misma cara esté desmembrando cuerpos que rezando), la propuesta habría disfrutado de más suerte

La cuarta aventura de nuestro arqueólogo favorito llega mas tarde de lo esperado (y deseado), con una historia y escenas en sintonía con las anteriores entregas, con nuevos malos y con personajes conocidos. Se nota el paso de los años en nuestro Indy, aunque poco, porque parece que el Sr. Ford se ha puesto en forma para esta nueva entrega. A la película no se le puede achacar nada especialmente malo, pero si noto que le falta algo en la dirección, algunos encuadres me fallan, es como si Spielberg no estuviese al 100% o alguien mas hubiese metido mano (mmmm, ¿será el amigo Lucas?), y el final, bueno, no me convence del todo pero aceptaremos barco, se nota que éste ha sido idea de Spielberg. En fin, una buena película, entretenida y familiar pero de la que esperaba un poco más, si tan sólo hubiese estado a la altura de la "Última Cruzada" ...

¿Quien no ha sentido en alguna ocasión la necesidad de abandonarlo todo y huir o evadirse, dejar todo atrás y buscarse a uno mismo o simplemente viajar por el mero hecho de moverse y conocer experiencias nuevas?, creo que todos alguna vez, no?. La peli trata sobre eso, sobre esa existencia, esa rutina diaria y ese destino que parece que nos viene marcado desde que nacemos y contra el que nos revelamos una vez alcanzado un nivel de inteligencia superior o de iluminación. Sean Penn retrata sin contemplaciones y de una manera sublime que es lo que mueve al protagonista a abandonarlo todo por un nuevo comienzo. Es un canto a la libertad y a la vuelta a nuestros orígenes, aquellos en los que eramos uno con la naturaleza y en los que la supervivencia dependía de nuestra habilidad para desenvolvernos con el entorno.

Rambo se hace viejo, por mucho que se estire la piel a lo Sarita Montiel. La peli no está tan mal como yo esperaba, incluso la parte final es muy entretenida. Y una cosa de agradecer, no llega a los 90 minutos.