A priori parece que uno va a presenciar un gran filme, de esos que marcan un antes y un después, pero esta expectativa se desvanece nada más empezar la película. Ésta es fría e insustancial, muy alejada de lo que debe ser una buena obra de ciencia ficción, se entrega claramente a los clichés comerciales del cine de acción futurista, hecho que la convierte en una cinta del montón, sin alma ni personalidad, totalmente banal.

Muchos dirán que se trata de un filme muy plano, previsible y plagado de tecnicismos, que convierten al espectador en una mera figura hipnotizada. Sin ninguna duda algo de razón llevan, los personajes no son profundos, ni complejos; la historia no es prominentemente original, ni novedosa. No obstante, permitirme apuntar algo, la película atrae. ¿Será por los efectos visuales? No sabría responder, pero algo es seguro, es capaz de transmitir las circunstancias en que se desenvuelve el relato, y al final de éste, por mucho que nos empeñemos en afirmar lo contrario, consigue sonsacarnos alguna reacción, algún sentimiento, y eso es realmente lo importante.

Francamente un filme dinámico y con ritmo, se atreve a explicar la historia de una forma sencilla, plana pero efectiva. Es capaz de intrigar y hacer vibrar al espectador realmente con muy poco, pues no se basta de grandes artificios para conseguir una película ostentosa, más bien todo lo contrario, narra los hechos simple y llanamente como son, sin rodeos, y sinceramente, le funciona de maravilla; el resultado es atractivo y satisfactorio.

El filme es realmente particular y produce una atracción propia muy intensa. La historia y el desarrollo están cuidadosamente elaborados, con un elenco de personajes y actores sobresalientes, en donde destaca especialmente Javier Bardem, el cual interpreta un papel extremadamente complejo para la mayoría, pero que a él le sienta verdaderamente como un guante.

También cabe destacar el papel de Tommy Lee Jones, que a pesar de parecer intrascendente, triste y rendido, muestra la verdadera esencia de la película: "este mundo no es lugar en el que vivir." Sin embargo, no sucede lo mismo con Woody Harrelson el cual es evidente que queda desaprovechado en el filme, tanto él mismo como su personaje.

Sin duda alguna, una película intensa y fascinante, altamente recomendable.

La película tiene grandes aspiraciones y expectativas, desafortunadamente no consigue alcanzarlas, de hecho se queda muy lejos. La historia pretender seguir la línea característica de su director, pero algo falla rápidamente. Es abrupta y desasosegada, pero sin el encanto propio de Woody Allen, como un sucedaneo vulgar, al que le falta el ingrediente secreto. Lo más positivo del filme es sin duda Penélope Cruz, está grandiosa, voraz y a diferencia de la película si que es realmente genuina.