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Críticas ordenadas por utilidad
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8
15 de diciembre de 2008
15 de diciembre de 2008
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que todos los días desgraciadamente se producen en el mundo este tipo de dramas. La miseria, las dificultades económicas, o la falta de esperanza en un futuro personal y laboral, provocan que personas que desean salir de esa situación se vean impelidas a realizar acciones que pueden costarles caras y que marcarán definitivamente su propia existencia. Lo que en esta película se nos cuenta es una de estas historias, generada en Colombia, y, como es bastante esperable, relacionada con el tráfico de drogas.
La película es excelente, y tiene una vocación de realismo que incluso estaría muy cercana a las fronteras del documental. Esto que aquí ocurre debe suceder de esta manera o muy parecido en la vida misma, involucrando no solo a sus propios protagonistas, sino a terceras personas, sembrando el dolor y la desesperación más profunda entre todas ellas. Es, por tanto, una película que tiene una vocación testimonial y de denuncia valiente y clara.
La actriz que la protagoniza, Catalina Sandino, es a pesar de su juventud muy conocida en Colombia gracias a su participación en teleseries. Su trabajo ha recibido muchos premios en diferentes certámenes cinematográficos, e incluso estuvo nominada a un Oscar en el año 2005, algo que no tenía precedentes en ese país. Realiza un buen trabajo, que a mí me resulta, sin embargo, algo insípido. Tal vez ese grado de contención, rallando en una cierta inexpresividad, sea una propuesta del propio director de la película, Joshua Marston, californiano, y autor también del guión.
Es, sin duda, una película muy recomendable, hecha con pocos medios, pero con gran talento cinematográfico.
La película es excelente, y tiene una vocación de realismo que incluso estaría muy cercana a las fronteras del documental. Esto que aquí ocurre debe suceder de esta manera o muy parecido en la vida misma, involucrando no solo a sus propios protagonistas, sino a terceras personas, sembrando el dolor y la desesperación más profunda entre todas ellas. Es, por tanto, una película que tiene una vocación testimonial y de denuncia valiente y clara.
La actriz que la protagoniza, Catalina Sandino, es a pesar de su juventud muy conocida en Colombia gracias a su participación en teleseries. Su trabajo ha recibido muchos premios en diferentes certámenes cinematográficos, e incluso estuvo nominada a un Oscar en el año 2005, algo que no tenía precedentes en ese país. Realiza un buen trabajo, que a mí me resulta, sin embargo, algo insípido. Tal vez ese grado de contención, rallando en una cierta inexpresividad, sea una propuesta del propio director de la película, Joshua Marston, californiano, y autor también del guión.
Es, sin duda, una película muy recomendable, hecha con pocos medios, pero con gran talento cinematográfico.

6,9
3.161
8
2 de diciembre de 2008
2 de diciembre de 2008
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un género difícil de definir: es al que pertenece esta interesante película. Estaría a caballo entre la comedia, el drama y algo que podríamos relacionar también con el documento. Me recuerda al lenguaje de "Las Invasiones bárbaras", y creo que en el fondo vehicula también una ideología de la tolerancia, el respeto a las decisiones humanas tomadas con responsable madurez, aunque quebranten las normas y las costumbres de la sociedad burguesa.
Si en "Las Invasiones" asistimos a un hermoso alegato a favor de la muerte digna y decidida, aquí nos encontramos con otro a favor del respeto a los sentimientos, en concreto a los sentimientos de quienes tienen poco más que eso porque fueron perdiendo la racionalidad y la memoria en al largo y doloroso trayecto de la enfermedad. Aunque ese respeto a los sentimientos del otro hiera profundamente los nuestros. En este sentido, la película me parece una lección de gran valor moral.
Magníficamente interpretada por Julie Christie (que, por cierto, está bellísima en su ancianidad), la enferma de Alzheimer, y por Gordon Pinsent, el marido que asiste como un espectador privilegiado y confundido a los amores de la que fue su mujer durante décadas.
Película de residencias terminales y ocasos vitales, planteada sin el ternurismo habitual del género, sin las trampas de la mayoría. Mantiene la emoción, sin extirpar del espectador la necesidad de analizar lo que está viendo y exigirle una toma de posición.
Si en "Las Invasiones" asistimos a un hermoso alegato a favor de la muerte digna y decidida, aquí nos encontramos con otro a favor del respeto a los sentimientos, en concreto a los sentimientos de quienes tienen poco más que eso porque fueron perdiendo la racionalidad y la memoria en al largo y doloroso trayecto de la enfermedad. Aunque ese respeto a los sentimientos del otro hiera profundamente los nuestros. En este sentido, la película me parece una lección de gran valor moral.
Magníficamente interpretada por Julie Christie (que, por cierto, está bellísima en su ancianidad), la enferma de Alzheimer, y por Gordon Pinsent, el marido que asiste como un espectador privilegiado y confundido a los amores de la que fue su mujer durante décadas.
Película de residencias terminales y ocasos vitales, planteada sin el ternurismo habitual del género, sin las trampas de la mayoría. Mantiene la emoción, sin extirpar del espectador la necesidad de analizar lo que está viendo y exigirle una toma de posición.

4,8
1.130
4
9 de diciembre de 2008
9 de diciembre de 2008
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gustan nada estas películas historicistas que parecen hechas para presentar pedagógicamente figuras del pasado con armas del presente. No le piden al espectador el más mínimo esfuerzo intelectual, porque le presentan los crucigramas ya resueltos.
Algo de esto le ocurre a “El Greco”, del director griego Yannis Smaragdis, de quien no había visto nada y creo que seguiré sin verlo. Básicamente porque en esta película no hay nada original. La música de Vángelis subraya momentos con desigual fortuna, y a veces los actores no están mal, convencionalmente dirigidos en escenas convencionales y sin apenas pulso cinematográfico.
La historia está simplificada y reorganizada en un guión simplista. El talento pictórico del artista griego está reducido a ciertas claves. Y hay reducciones tan descaradas que terminan siendo flagrantes falsificaciones. Como aquí.
Algo de esto le ocurre a “El Greco”, del director griego Yannis Smaragdis, de quien no había visto nada y creo que seguiré sin verlo. Básicamente porque en esta película no hay nada original. La música de Vángelis subraya momentos con desigual fortuna, y a veces los actores no están mal, convencionalmente dirigidos en escenas convencionales y sin apenas pulso cinematográfico.
La historia está simplificada y reorganizada en un guión simplista. El talento pictórico del artista griego está reducido a ciertas claves. Y hay reducciones tan descaradas que terminan siendo flagrantes falsificaciones. Como aquí.

5,3
494
5
11 de enero de 2009
11 de enero de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buñuel llevaba quince años sin ponerse detrás de una cámara y con esta película, bastante mediocre, inicia la parte de su obra filmada en México. Tuvo escaso éxito, y desconozco si alguno de los amigos surrealistas de Buñuel llegó a verla. El comentario que le hubiera merecido seguramente no hubiese sido apto para menores.
Todo está al servicio del lucimiento personal de Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Se trata de una película musical, en donde la trama –un disparate- se interrumpe arbitrariamente para que ellos canten sus canciones. Tal vez desde este punto de vista, y para los aficionados a este tipo de género y de estos cantantes, la película tenga alguna justificación.
En este caso, el poco tiempo en que se rodó, y, tal vez, la falta de frescura profesional del director arrojan como resultado esta película prescindible, llena de fallos y carente de interés. Con todo hay momentos, pocos, en los que aparecen hallazgos de la casa. Ni esos arreglan el pequeño desastre.
Todo está al servicio del lucimiento personal de Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Se trata de una película musical, en donde la trama –un disparate- se interrumpe arbitrariamente para que ellos canten sus canciones. Tal vez desde este punto de vista, y para los aficionados a este tipo de género y de estos cantantes, la película tenga alguna justificación.
En este caso, el poco tiempo en que se rodó, y, tal vez, la falta de frescura profesional del director arrojan como resultado esta película prescindible, llena de fallos y carente de interés. Con todo hay momentos, pocos, en los que aparecen hallazgos de la casa. Ni esos arreglan el pequeño desastre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dos presos se escapan y ayudan al dueño de un pozo de petróleo a poner su empresa en marcha. Los magnates del gremio pretenden comprar esta propiedad, algo que al final conseguirán, pero cuando ésta estalla por aires y los protagonistas se escapen felices y enamorados en un tren, dejando un reguero de muertes.

6,5
30.993
5
8 de diciembre de 2008
8 de diciembre de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que poseo una inteligencia media, y, para qué voy a negarlo, he visto bastante cine a lo largo de mi vida. Por eso, sospecho siempre de las películas con las que me hago un lío argumental y desde el minuto veinte mi cerebro intenta reconstruir las claves de lo que le están contando. Normalmente la cosa acaba peor que empieza. Es decir, a mitad de película paso de todo y abandono cualquier intento de comprensión de la historia para dedicarme a otros aspectos. Eso es mala señal por mi parte. Y creo que por parte de la película...
Exactamente eso me pasó aquí. Con tanto contraespionaje por metro cuadrado, me dediqué pronto a ver explotar bombas y a sufrir pacientemente diversos atentados. Por lo menos el personaje que encarna Leonardo DiCarpio parecía llevar el control de las cosas. Hasta cierto punto, vaya.
No sé, no sé. Un pelín pretenciosa. Un pelín truculenta y efectista, como si por alguna esquina del guión se añorara a Rambo en vez de entrar en la enjundia de los problemas y los conflictos internacionales de todo el mundo, y, en especial, de la implicación de los Estados Unidos, siempre presente en la luz y en la oscuridad.
Este actor madura, y parece que este tipo de papeles le encantan. Me gustaría verlo en otros, en donde poder lucir y aplicar ese talento dramático que le hemos visto también de vez en cuando. Por el contrario, Ridley Scott cada día me interesa menos. Queda ya demasiado lejos aquella hermosa metáfora futurista llamada "Blade Runner" y alguna otra película en donde había una armonía mayor entre continentes y contenidos, una claridad expositiva deslumbrante, no exenta de significados más complejos, y una originalidad estética que hacían inconfundibles sus productos.
Exactamente eso me pasó aquí. Con tanto contraespionaje por metro cuadrado, me dediqué pronto a ver explotar bombas y a sufrir pacientemente diversos atentados. Por lo menos el personaje que encarna Leonardo DiCarpio parecía llevar el control de las cosas. Hasta cierto punto, vaya.
No sé, no sé. Un pelín pretenciosa. Un pelín truculenta y efectista, como si por alguna esquina del guión se añorara a Rambo en vez de entrar en la enjundia de los problemas y los conflictos internacionales de todo el mundo, y, en especial, de la implicación de los Estados Unidos, siempre presente en la luz y en la oscuridad.
Este actor madura, y parece que este tipo de papeles le encantan. Me gustaría verlo en otros, en donde poder lucir y aplicar ese talento dramático que le hemos visto también de vez en cuando. Por el contrario, Ridley Scott cada día me interesa menos. Queda ya demasiado lejos aquella hermosa metáfora futurista llamada "Blade Runner" y alguna otra película en donde había una armonía mayor entre continentes y contenidos, una claridad expositiva deslumbrante, no exenta de significados más complejos, y una originalidad estética que hacían inconfundibles sus productos.
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