Remake encubierto de Assault on Precinct 13 de Carpenter que a su vez ya era un remake encubierto de Rio Bravo de Hawks.

Begos, otro postmoderno del exploit y la serie B al igual que figuras como Tarantino o Rob Zombie, referencia aquí los actioners 80's de soldados resentidos como Rambo o las películas de pandillas callejeras salpicado con escenas gore de efectos prácticos.

Una oda al veterano de guerra y el yonqui como zombie (llamados hypers en la película) para darle siempre otra lectura o perspectiva al zombie desde la seminal Night of the Living Dead de Romero.

Película nostálgica de Woody Allen debido a sus homenajes a sus queridos maestros europeos: Bergman, Fellini, Godard, Truffaut y Lelouch así como a su revisión a su propio cine: Love and Death con sus homenajes jocosos a los clásicos, Vicky Cristina Barcelona y sus clichés sobre los artistas apasionados, Stardust y la confusión en el proceso creativo... Todo ello contado con ligereza y autoconsciencia porque Woody Allen es ante todo un director humilde.

Esplendida película que trata sobre el proceso de aprendizaje de los niños, como reciben estímulos y su cerebro crea respuestas para intentar comprender todo lo que ocurre a su alrededor, para esto Víctor Erice utiliza recursos simbólicos para que el espectador comprenda lo que pase, como la película de Frankenstein o la habitación de las niñas que contiene una postal religiosa y un peluche de un mono. A la niña Ana lo que más le inquieta es saber que es el espíritu.
El aprendizaje de Ana nos ayuda a comprender la estupidez de los actos de la humanidad a través de la inocencia y falta de prejuicios de los niños, esto enlaza con el guiño a Frankenstein de que lo creado se rebela ante la visión del creador, en este caso la niña se rebela ante la visión de los padres.

Poison es la segunda película de Todd Haynes, aunque en ocasiones sea considerada la primera debido a los problemas de distribución que tuvo Superstar: The Karen Carpenter Story a causa de la denuncia de este film por la familia de Karen Carpenter. En su corta trayectoria ya observamos una dinámica que se acrecentará posteriormente: desenmascarar la sociedad del bienestar estadounidense reflejada sobre todo en las bonitas comunidades residenciales de los suburbios. Mostrar una sociedad en apariencia idílica y pacífica (ayudado por la fotografía de colores luminosos) en la que hay una presión invisible por limar las diferencias que nos hacen únicos y por monopolizar los comportamientos de las personas.

Poison son tres relatos narrados de forma entrecruzada que en apariencia no guardan relación uno con el otro. Los tres (Hero, Horror y Homo) se ambientan en diferentes épocas y ciudades, además de estar rodados de diferente manera: Hero sería un falso documental con reconstrucciones de los hechos, afín a Superstar o I´m not There. Horror emplearía la ciencia-ficción y el terror cine B de los años 50 tipo Roger Corman. Década que siempre interesa a Haynes sobre todo por el melodrama de Douglas Sirk, su interés en esta década radica en las contradicciones interiores, sutiles, de rebeldía subcutánea, tensiones psicológicas ... y por último Homo, un alegato LGTBI, la más inspirada en los libros de Jean Genet además hay influencias en el cine experimental de Kenneth Anger.

La grandeza de Poison consiste en las rimas y en las preguntas y respuestas que se establecen entre los tres relatos. Las similitudes entre los tres personajes a los que el mundo ha rechazado aunque sean tan diferentes como un niño, un preso homosexual y un científico. Las emociones que te transmite una historia te preparan para enlazar la siguiente historia del modo adecuado, una construcción de los relatos que se asemeja al libro pionero Las Palmeras Salvajes de William Faulkner. No es necesario que se entrecrucen las historias como en películas, a su vez magníficas, como Pulp Fiction, Chungking Express o Amores Perros, en Poison la mezcla de historias es espiritual y se contestan unas a otras en sus semejanzas y diferencias, así que mi conclusión es que la unión de las historias hace la película mejor que sus historias por separado.

Las noches de Cabiria supone la última película neorrealista de Fellini, la última tras grandes obras como La Strada y Los inútiles, y el comienzo de un lenguaje más simbólico, con toques "surrealistas", como La dolce vita, Fellini 8 y 1/2, Giulietta de los espíritus o Satiricón.

Las noches de Cabiria es el punto de inflexión de las dos maneras de concebir el cine de Fellini. Aunque es cierto que el neorrealismo de Fellini siempre ha tenido un componente poético y una visión de autor que le alejaba del primer neorrealismo, el de su mentor Roberto Rossellini, con el que trabajó en Roma, ciudad abierta.

Las noches de Cabiria trata sobre el anhelo y la esperanza de las clases bajas de lograr un estatus más alto y una forma de vivir más fácil. Para ello Fellini oscilara entre la búsqueda de los grandes ideales y el materialismo más deshumanizador. También analiza las opciones espirituales de la sociedad, desde el cristianismo a artes más esotéricas.

Para los amantes de la interpretación es una delicia, ver a Giulietta Massina, la musa y esposa de Fellini comiéndose los planos, y sobre todo primeros planos largos de su cara, todo un desafío para un actor.

Por último me gustaría mencionar la aparición en el film de la malograda Dorian Gray y como ayudante de guión Pier Paolo Pasolini, otro abanderado del cine nuevo italiano de los sesenta y setenta.