Tengo que empezar flipando con la escena de Shyamalan en la tienda. ¿Me lo expliquen? Un cameo demasiado largo y carente de sentido. El ego de este pollo se está saliendo de la escala.

Pero a parte de eso, la peli falla por todas partes. Y es una lástima ¡porque la idea da para tanto!
Lo que no se puede hacer es basar todas tus películas en giros de guión inesperados, pero narrados porque no has sabido dar la información.

Y para remate final, el lamentable tratamiento al personaje de Bruce Willis, que un poco más y es un extra en la película.

Hay muchísimo más para criticar, pero ya se ha dicho en otras críticas. Una decepción. Shyamalan debería bajarse un poco del pedestal de oro, aterrizar, y hacer buenas películas, que talento tiene, pero su ego no se lo permite, me parece a mí.

He aquí una chorrada con todo el sabor de los 80. De hecho parece que esté hecha hoy en día a modo de parodia como la magnífica Kung Fury. Y es que esta marcianada desde el minuto uno lo único que pretende es reírse de sí misma. Si bien en algunos momentos se hace algo aburridilla, el conjunto general es encantador y entrañable. Con un bicho ochentero al estilo de los de Jim Phillips (busca en google) lleno de mocos y babas desagradables, pero que te va a caer bien y todo.

Los actores, con un par de ellos bastante conocidos, se vuelcan del todo, sobreactuando a conciencia para arrancarte una sonrisa y sin resultar antipáticos.

El guión, siendo un disparate de principio a fin, brinda algunos puntazos de humor al estilo muchachada nui como el repentino "¡¡Bésame las botas!!" del novio macarra, así sin venir a cuento.

Este producto solo era posible en los 80. Ahora tenemos a Asylum, que dejó de ser honesta con su Sharknado 2, porque se dieron cuenta de que hacerlo todo mal generaba culto. El problema es que si se hace a propósito, ya no obtiene ese efecto.

Es una película digna de verse con los colegas y echarse unas risas.

Primero fue Evil Dead, una película bastante impactante en cuanto al terror visual; y después El Ejército de las Tinieblas, en donde todo pega un giro hacia las aventuras y el humor, y he de decir que ambas propuestas resultaron geniales.
Y ahora tenemos una serie que sigue evolucionando la atmósfera de Ash sin bajar el listón. Esta serie es gore, es hortera, es facilona... es genial.
Bruce Campbell lo tiene difícil para ganar un Oscar alguna vez, pero es uno de los actores más admirados y queridos del mundo, especialmente por los fans. Y no es de extrañar, porque es un tipo cercano, divertido, humilde, afable, y que sobre todo sabe que su lugar son las gamberradas de Raimi; sabe perfectamente que Ash nos gusta, y no nos defrauda. Y porque al contrario que otros, a él le gusta su personaje insignia de la misma manera. Se lo pasa en grande dándole vida, y eso se transmite a la audiencia.
Esta serie es divertidísima, llena de frases idiotas propias de un capullo entrañable como lo es Ash, mucha sangre, disparates de todo tipo, y una Dana DeLorenzo especialmente graciosa. Aunque muchos echamos de menos el verla de ejecutiva pivón en el Late Late Show de Craig Ferguson.
Esta es una serie para desconectar totalmente. Sin chorradas políticas, sin mierdas de lo políticamente correcto, y tan solo ver un capítulo tras otro porque son de una duración acertadamente corta.
Bravo por esta pequeña joya de la serie B, y gracias al tandem Raimi-Campbell.

¿Y cuál es el problema de siempre? Pues el de hacer películas para todos los públicos. Y para eso hay que meter a adolescentes capaces de hacer cosas absurdamente inverosímiles. Como en el caso de la protagonista, que es una chica de unos 14 añitos que ella sola se roba piezas gigantescas y se construye un robot gigante. Pero ella solita, con un par. Y lo pilota y es la repolla con cebolla. Estamos hablando de una película de robots y bichos gigantes; vamos, no hay que pedir mucha verosimilitud, pero coño, es que ya se pasan. Es que ni para ese estándar la cosa tiene un pase.
Y por otro lado, a uno le da la impresión de estar viendo una de Star Wars de estas feminazis de Disney. Ahí está Finn pero en otra situación, como que se ha colao en la fiesta.
Y hablando de Disney y su rollito SJW, bueno, aquí que no falte lo multirracial. Y mucha chica. Hasta un robot claramente femenino. Estupidez que no falte, no vaya a ser que digan que somos de forocoches.
Quitando toda esa basura y que algo en caída libre supere la velocidad del sonido, se deja ver y hay momentos molones, pero nada que ver con la primera.
A partir de ahora voy a seguir esta regla: Si no sale Ron Pearlman, es mierder.

Hoy en día es casi imposible hacer humor, debido a la tiranía de lo políticamente correcto. Alguien hace un chiste y las redes sociales arden; legiones de indignados y colectivos, cada cual más bizarro y minoritario que el anterior, salen a las calles a escupir bilis. Todo es racista, machista, homófobo, etc.
En esta serie dan palos a unos y a otros. A los unos por razones obvias, y más tratándose del contexto victoriano, y a los otros por razones no tan obvias pero igualmente merecidas. Si bien es cierto que esa burla pasa más desapercibida y es menos salvaje, hay cosas que no se pueden pasar por alto, como el hecho de que ese grupo de proto-feministas sean gordas, feas, condescendientes, engreídas, y masculinas. A mí me suena. Y la verdad, me hace mucha gracia. La pareja de gays no se queda atrás. Buenísimo el tema de los premios de las hortalizas del capítulo 5.
La trama transcurre en pelno período victoriano de los Estados Unidos y sigue, mediante la fórmula de falso reality, la vida de una familia rica y sus sirvientes. Parodia desde "Arriba y Abajo", hasta sandeces basurientas como lo de las Kardashian, pasando por Modern Family, y todo sin cortarse un pelo.
Parece que los americanos han encontrado una forma muy suya de hacer humor. Se encuentran cómodos en esa fórmula a caballo entre ese falso reality y el gag, y sin risas enlatadas; que ya está bien de HIMYM, Friends, Dos Hombres Y Medio, etc, etc, etc. Todo previsible, todo ridículo, tedioso, moñas... Aquí no hay drama, solo comedia; a veces hasta soez, de la que no te esperas, gamberra, y algo de slapstick. El esquema es bastante similar al de "Brooklyn 99" (que recomiendo).
En definitiva, un producto que no moverá masas, porque la masa es de reguetón, bisbaleo o DJ Paquirrín, o de la mencionada HIMYM. Osea, idiota. Pero para los que estén cansados de siempre las mismas basuras, he aquí un soplo de aire fresco.