Película sencilla, bien contada y con actuaciones que logran mantener al espectador en permanente tensión. Si bien la trama puede parecer algo aburrida, se agradece la pulcritud del guión al ver como las relaciones iniciales de los personajes se van transformando de manera orgánica, donde la belleza y tranquilidad del paisaje contrasta con esa sensación de fragilidad y soledad de los protagonistas.

Siento que la película funciona como una especie de vaivén, donde los puntos de vista (antagonista - protagonista) se van intercalando de una manera muy emotiva, con bellos momentos que funcionan como amortiguador de la tensión y donde con sutiles diálogos nos dejan entender la temática general de la trama. Ambos bandos no quieren pertenecer a ese lugar pero las consecuencia de tan terrible hito en la historia de la humanidad seguirá dejando marcas en las nuevas generaciones si es que no nos empezamos a humanizar y dejar de establecer esas fronteras que hasta el día de hoy nos siguen penando.

Pellícula visualmente deslumbrante. Cada plano esta pensado de una manera tal que incluso verlo como una exposición fotográfica, te hace sentir la atmósfera claustrofobia que los coen consiguen crear. Como si esto fuera poco. El inolvidable papel de Bardem te deja boquiabierto con su estructura sicológica tan extraña y bipolar como la del perfeccionista que todos llevamos dentro (pero que no logramos mostrar). Eso si, quizás por esto mismo siento que la película se desequilibra en algunos momentos donde los demás personajes se sienten algo aislados del mundo principal que los protagonistas tejen.

Película a la que llegué buscando algo atractivo visualmente, por lo que busque ganadoras del festival de sitges, que acostumbra a entregarnos productos de calidad formal, y a veces, de calidad semántica.
Su inicio es mnuy llamativo en cuánto a personaje, actuaciones y dirección. Van Warmerdam maneja con sutilezas detalles que en otras películas parecen insignificante. Acá todo es pensado con la intención de generar tensión/hostilidad. Cada escena está diseñada de tal manera que genera emociones que avanzan a una velocidad cada vez mayor. El pero, sería que llega a entusiasmarse tanto con su argumento ambiguo que al final va perdiendo quizás un poco de impresiones y sorpresa. Pese a lograr llevarte por un camino ascendente, no tiene mucho éxito en su final, y puede llegar a molestar a algún espectador que esperaba una solución más explícita acorde con su innovadora trama.
Todo lo anterior da lo mismo, se se busca una película visual y actoralmente hipnóticas, Borgman te entregará buenas dosis de cine...

Primera crítica que escribo en mi vida, y siento que o hago en el momento perfecto y con la película perfecta. He visto Tres peliculas de Ozon. La piscina, Joven y bella y ahora último esta.

De las tres claramente es la mejor y no se como será el resto de su filmografía pero creo que hace tiempo no había visto una película que no te suelte desde el primer minuto. Tiene un guión maravilloso, momento de tensión y angustia extremos, comedia, ironía y todo articulado con personajes brillantes (y hermosos en el caso de las mujeres). Creo que también funciona como gran homenaje al arte en general y te deja una sensación de que tu fuiste parte de la culpa y la morbosidad que nos muestra el personaje. Justamente la recomiendo a las personas morbosas.

Exquisita película, un Manjar.

Ben is Back Tiene muchas cualidades positivas. Al igual que lo que su director hizo con "Dan in real Life", esto es, personajes bien desarrollados, conflictos humanos y cercanos, toques de humor bien hilvanados y con unas actuaciones fluidas y naturales, En su última película explora un tema mucho más crudo y dramático como es la adicción a las drogas. En este caso, del hijo de una Madre insatisfecha emocionalmente, con una familia aparentemente feliz y con cierto encanto y que vive con un segundo esposo con el que se nota su falta de vitalidad.

La vuelta de su hijo después de un largo tiempo de rehabilitación, la vuelve a sacar de su burbuja marital y a sentir el calor de un pasado que de apoco se le escapa. Pero claramente el acercamiento con su hijo no será un proceso fácil ni mucho menos cómodo, pese a que esa ilusión de cercanía sigue intacta en ambos. La adicción de su hijo será un obstáculo permanente en la relación, por un lado un profundo amor de Madre que tendrá que lidiar con toda una red de secretos que la sumergen en el lado oscuro de su hijo. Tendrá que ella misma darse cuenta y establecer los límites que la separan de la propia autonomía de él que sin dejar de lado el profundo afecto instintivo, hará todo para resguardar lo único que la mantiene viva.

Eso básicamente en cuanto al fondo. Con respecto a la forma, si hay que decir que tiene algunos momentos burdos de dirección y sobre todo el personaje del Padre que puede caer en cierto estereotipo. También el guión deja entrever fácilmente algunos de sus fáciles mecanismos de persuasión, pero creo que todo esto queda opacado por la maestría de sus dos protagonistas principales que logran una química perfecta y que sustentan un guión que logra sacarles el jugo.

Me gusta Peter Hedges, me gusta la lucidez que logran sus guiones, con momentos sutiles, cotidianos y de sentimientos verdaderos. A esperar su próxima peli.