La acción transcurre en 1862, en el legendario, lejano y fabuloso Siam. Un buque procedente de Inglaterra deposita en en el muelle de Bangkok a una hermosa viuda, Anna Leonowens, y su hijo. Anna ha sido llamada por el rey de Siam, que pretende abrir su pais a la civilización de Occidente. Pero el monarca desea incluir entre los deberes de la institutriz el de educar también a sus ciento seis hijos... y a sus numerosas mujeres. Pese a todo, cediendo a los ruegos de los pequeños y de la favorita del monarca, Anna accede a encargarse de la instrucción de todos ellos. Y no tarda en comprobar que, pese a su apariencia salvaje y violenta y el sometimiento a costumbres ancestrales, el rey posee nobles y elevados sentimientos. Y poco antes de morir le ruega que no abandone el pais y al principe heredero, al que transmite sus poderes. Las súplicas del nuevo rey, las de su madre, las de sus numerosos hijos y esposas del que está a punto de fallecer, convencen a Anna de lo que tiene su propia e importante misión que cumplir en este remoto pais. Y el barco de regreso zarpará de Bangkok sin Anna y su hijo.

El argumento de esta película se basa en una historia de Harold Lamb y Vlademir Jabolinski, extraido de un pasaje bíblico que narra como el judio Sansón ama a Samadar, hermana de la bella Dalila, y para lograr esposarse con ella mata a un león con sus propias manos. Esta proeza no es suficiente para que Saran , rey de los filisteos conceda a Sansón lo que este desea. Samadar y su padre son asesinados y Sansón se refugia en las montañas, desde las que lucha contra sus enemigos sembrando el terror entre las tropas filisteas. Es capturado, pero utilizando su fuerza se libera y, con sólo una quijada de asno como arma, derrota a sus captores. Encargada para este menester por los filisteos, Dalila seduce a Sansón y descubre que el secreto de su fuerza estriba en sus propios cabellos, por lo que se los corta mientras está dormido. Así, Sansón es nuevamente apresado por los filisteos, quienes le esclavizan quitándole la vista. Este, con ayuda de Dalila, conseguirá no obstante vengarse de sus enemigos destruyendo el templo de Gaza al derribar sus columnas por medio de su excepcional fuerza.

He aquí un bonito cuento que ocurre en nuestros dias. Erase una vez un ser androíde, que no era ni humano ni robot, pero que parecía en parte las dos cosas. En un remoto castillo, este ser iba siendo llevado del no ser a la vida gracias al genio de un sabio inventor, de gran capacidad tecnológica. La muerte repentina de su padre creador lo deja inacabado, con unas manos experimentales constituidas por tijeras de diversos tamaños en lugar de dedos, lo que daba a este humanoíde un bizarro y terrorífico aspecto. Pero no es la garra lo que hace al tigre, sino el corazón. Y Eduardo tiene un corazón de oro que cautiva al que lo conoce.

Basada en una conocida novela de Miguel Delibes, su argumento puede resumirse de la siguiente forma: Años 60 en una cortijada de Extremadura. Paco "el Bajo", (Alfredo Landa), con Régula, (Terele Pávez), su mujer, y sus hijos Nieves (Belén Ballesteros), Quirce, (Juán Sánchez), y la Niña Chica, (Susana Sánchez), una infeliz subnormal, bajan desde la chabola de la sierra por orden de Don Pedro, (Agustín González), el encargado, y se instalan en el Cortijo. Les aumenta la familia porque el Azarias, (Francisco Rabal), hermano de Régula, le despide ya por viejo su señorito. El hombre es un infeliz inocente que todo su cariño lo pone en los pájaros. Paco "el Bajo", está para <lo que guste mandar el señorito Iván>, (Juan Diego), el hijo de la marquesa, insufrible déspota que vive para la caza. Paco, <su secretario>, cobra como el mejor perro cazador las piezas abatidas por su amo. Un dia templado, cae del árbol rompiéndose una pierna y el señorito se contraria; la caza sin Paco se le da mal. Iván se lleva al Azarias pero furioso por no haber cobrado pieza alguna, abate la grajilla amaestrada por el viejo. Al dia siguiente, "el inocente" cuelga de un árbol al señorito mientras una banda de zuritas rasgan el aire.