You must be a loged user to know your affinity with jgripweed
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,8
69.199
4
9 de agosto de 2012
9 de agosto de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchos años, casi como treinta y tres, un todavía poco conocido Ridley Scott firmó una de las películas de ciencia ficción más apreciadas y recordadas de la historia: Alien. Su siguiente obra, Blade Runner, supuso otro paso adelante para encumbrar una figura que ha tenido muchos altos, pero también muchos bajos. La más reciente, Prometheus, concebida como precuela de aquella primera, es sin duda uno de sus grandes fiascos.
Haciendo un juego de palabras, Prometheus prometía. Los trailers que iban llegando a las pantallas desde hace un tiempo, la premisa que nos planteaban y el gancho que suponía la vuelta de Scott al tema Alien, daban la sensación de que podíamos estar ante uno de los títulos del año. Ni mucho menos.
Cuando una película plantea unas preguntas tan trascendentales como el de dónde venimos y propone una tesis ya muy manida en otras películas del género, hay que ser claro, y no dejar al espectador como a un tonto. El guión carece de sentido completamente, de principio a fin. La trama principal no da una mísera contestación, sino que el sobrevalorado Lindelof nos regala un paquete extra de engimas sin resolver que solo consigue dejarnos perdidos. Debe de ser lo único que sabe hacer este hombre. De los personajes no merece la pena ni hablar. Supongo que los que hayan actuado en esta película lo harían solo por fama y dinero, porque ni el mejor talento podría salvar algo tan mal desarrollado. La excepción la marca Fassbender, que encarna a un robot, por lo que podemos decir que partía con un poco de ventaja sobre el resto. Ni Charlize Theron ni Noomi Rapace, ni el resto del elenco saben por dónde coger a su personaje ni afrontar unos diálogos verdaderamente ridículos en su gran mayoría.
Bueno, todo esto sería pasable si enfocamos la historia como una película de acción, buscando el conflicto de unos contra otros a través de luchas, escapadas, o demás. Pero, claro, estamos con Ridley Scott recordando al primer Alien, y todo tiene que ser un poco de terror lento, oscuro, con suspense. Sin un respaldo consistente en el guión, esto no funciona, y Sir Scott sólo consigue salvar su parte con bonitos planos dignos del canal Odisea.
Está prevista una segunda parte para 2015, pero no tengo ninguna esperanza de que vaya a resultar mejor a menos que cambien urgentemente de guionista. Lo malo es que, aún así, el mal sabor de boca ya está implantado, y lo peor es que éste es el tipo de mal sabor de boca que crea legión de seguidores. Que les cunda.
http://goo.gl/lDz6c
Haciendo un juego de palabras, Prometheus prometía. Los trailers que iban llegando a las pantallas desde hace un tiempo, la premisa que nos planteaban y el gancho que suponía la vuelta de Scott al tema Alien, daban la sensación de que podíamos estar ante uno de los títulos del año. Ni mucho menos.
Cuando una película plantea unas preguntas tan trascendentales como el de dónde venimos y propone una tesis ya muy manida en otras películas del género, hay que ser claro, y no dejar al espectador como a un tonto. El guión carece de sentido completamente, de principio a fin. La trama principal no da una mísera contestación, sino que el sobrevalorado Lindelof nos regala un paquete extra de engimas sin resolver que solo consigue dejarnos perdidos. Debe de ser lo único que sabe hacer este hombre. De los personajes no merece la pena ni hablar. Supongo que los que hayan actuado en esta película lo harían solo por fama y dinero, porque ni el mejor talento podría salvar algo tan mal desarrollado. La excepción la marca Fassbender, que encarna a un robot, por lo que podemos decir que partía con un poco de ventaja sobre el resto. Ni Charlize Theron ni Noomi Rapace, ni el resto del elenco saben por dónde coger a su personaje ni afrontar unos diálogos verdaderamente ridículos en su gran mayoría.
Bueno, todo esto sería pasable si enfocamos la historia como una película de acción, buscando el conflicto de unos contra otros a través de luchas, escapadas, o demás. Pero, claro, estamos con Ridley Scott recordando al primer Alien, y todo tiene que ser un poco de terror lento, oscuro, con suspense. Sin un respaldo consistente en el guión, esto no funciona, y Sir Scott sólo consigue salvar su parte con bonitos planos dignos del canal Odisea.
Está prevista una segunda parte para 2015, pero no tengo ninguna esperanza de que vaya a resultar mejor a menos que cambien urgentemente de guionista. Lo malo es que, aún así, el mal sabor de boca ya está implantado, y lo peor es que éste es el tipo de mal sabor de boca que crea legión de seguidores. Que les cunda.
http://goo.gl/lDz6c

6,8
9.561
7
11 de junio de 2012
11 de junio de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Profesor Lazhar es una tierna película canadiense sobre un profesor, el señor Lazhar, que tiene la difícil tarea de dar clase a unos niños cuya querida profesora se ha suicidado recientemente. Éstos no son especialmente rebeldes, ni traviesos, y, aunque hagan cosas de niños, no se trata de una película infantil ni para los infantes, sino más bien para los progenitores (A y B, por respetar la nomenclatura gubernamental).
Lazhar es un buen hombre, argelino, que ha cambiado su lugar de residencia a la Canadá francófona unos años atrás. Pero Canadá no es como Argelia, los niños tampoco son iguales, y la educación ha cambiado bastante en los últimos tiempos, sobre todo en lo referente a los métodos y actitudes pedagógicas. Por eso, los comienzos como docente no son fáciles, pero todo el mundo se da cuenta rápidamente de que hay mucha sabiduría y benevolencia en ese extraño hombre cuyos orígenes guardan un poco de misterio.
De todas maneras, Lazhar no sólo ofrece misterio, sino que también lo sufre, al no saber cómo actuar en una situación tan dramática para unos críos, y desconocer los modernos sistemas educativos que, como bien resume un compañero suyo en el claustro, consisten en “tratar a los alumnos con tanta distancia como a un producto radioactivo”. Este conflicto es el que le da verdadero sentido a la película, como se va comprobando según avanza la trama, y el que nos engancha haciéndonos reflexionar sobre si, últimamente, nos estamos pasando con el papel de fumar, y si eso es lo mejor para las generaciones venideras.
¿Cómo se consigue un personaje como Lazhar? Pues teniendo en el reparto a un desconocido como Mohamed Fellag, el cual, desde el primer fotograma, nos recuerda a ese viejo profesor que no sólo enseñaba, sino que también educaba. Fellag consigue que su rol se nos haga más que creíble y, de paso, no lo identifiquemos con un rostro conocido e incluso estereotipado. Y no, no es que no haya otros personajes en la película, pero es que éste es el que absorbe todas las reflexiones posteriores.
Definitivamente, veredicto recomendable para este humilde título de un país que no suele copar las carteleras con sus películas. No permanecerá en la memoria del cine, pero a todo el que la vea le recordará aquellos tiempos pasados que, tal vez, fueron mejores.
http://diarioenred.com/2012/06/recordando-al-viejo-profesor/
Lazhar es un buen hombre, argelino, que ha cambiado su lugar de residencia a la Canadá francófona unos años atrás. Pero Canadá no es como Argelia, los niños tampoco son iguales, y la educación ha cambiado bastante en los últimos tiempos, sobre todo en lo referente a los métodos y actitudes pedagógicas. Por eso, los comienzos como docente no son fáciles, pero todo el mundo se da cuenta rápidamente de que hay mucha sabiduría y benevolencia en ese extraño hombre cuyos orígenes guardan un poco de misterio.
De todas maneras, Lazhar no sólo ofrece misterio, sino que también lo sufre, al no saber cómo actuar en una situación tan dramática para unos críos, y desconocer los modernos sistemas educativos que, como bien resume un compañero suyo en el claustro, consisten en “tratar a los alumnos con tanta distancia como a un producto radioactivo”. Este conflicto es el que le da verdadero sentido a la película, como se va comprobando según avanza la trama, y el que nos engancha haciéndonos reflexionar sobre si, últimamente, nos estamos pasando con el papel de fumar, y si eso es lo mejor para las generaciones venideras.
¿Cómo se consigue un personaje como Lazhar? Pues teniendo en el reparto a un desconocido como Mohamed Fellag, el cual, desde el primer fotograma, nos recuerda a ese viejo profesor que no sólo enseñaba, sino que también educaba. Fellag consigue que su rol se nos haga más que creíble y, de paso, no lo identifiquemos con un rostro conocido e incluso estereotipado. Y no, no es que no haya otros personajes en la película, pero es que éste es el que absorbe todas las reflexiones posteriores.
Definitivamente, veredicto recomendable para este humilde título de un país que no suele copar las carteleras con sus películas. No permanecerá en la memoria del cine, pero a todo el que la vea le recordará aquellos tiempos pasados que, tal vez, fueron mejores.
http://diarioenred.com/2012/06/recordando-al-viejo-profesor/
11 de junio de 2012
11 de junio de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
American Reunion es la cuarta entrega de American Pie que ve la luz en las salas cinematográficas. Si bien es cierto que las tres primeras partes funcionaron muy bien comercialmente, entre éstas y la que nos ocupa actualmente también han nacido otras subsecuelas, porque no se les puede llamar de otra manera, cuya única luz han sido los estantes de los videoclubs y las parrillas de programación muy nocturna en canales escondidos. Así que, al menos, ésta alcanza el nivel que le dio fama a la saga.
Lo más agradecido de esta película es que no engaña a nadie. Desde el primer momento, sabemos que no vamos a ver un gran must del cine contemporáneo, sino que solo vamos a ver a los chicos de siempre hacer las mismas cosas de siempre, con las mismas risotadas de siempre. No decepciona, sobre todo a los que ya disfrutamos originalmente de las primeras, aunque es cierto que hay poco de dónde rascar para sacar algo original. Pero, de la misma manera en la que la película es sincera con los espectadores, también lo es consigo misma. El género de comedia gamberra ha evolucionado y madurado, y lo que antes nos parecía eso, gamberro, ahora ya nos parece suave y casi infantil. Hoy en día, la reina del género es Resacón en las Vegas, ya de la mano con su secuela en Tailandia, y nadie esperaba llegar a estos extremos con American Reunion. Ni ellos mismos, ya que la propia película, a través de la historia, los personajes y los diálogos, nos reconoce y asume que la vida cambia y sigue su curso, y que la reunión de la que habla el título de la película no es solo de los protagonistas en su ciudad natal, sino de los espectadores que hemos visto nacer y crecer a toda la saga, y que nos sentimos fílmicamente unidos a ellos.
Y es que hay veces que las viejas ideas, si son buenas, siguen funcionando. Si American Pie fue una película muy atractiva, podríamos decir que American Reunion es una milf. Porque, además, esa palabra (en español eme cu eme efe) seguramente sea lo que más permanezca de entre todos los chistes que nos han aportado Stifler, Jim y compañía.
http://diarioenred.com/2012/05/reunion-para-todos/
Lo más agradecido de esta película es que no engaña a nadie. Desde el primer momento, sabemos que no vamos a ver un gran must del cine contemporáneo, sino que solo vamos a ver a los chicos de siempre hacer las mismas cosas de siempre, con las mismas risotadas de siempre. No decepciona, sobre todo a los que ya disfrutamos originalmente de las primeras, aunque es cierto que hay poco de dónde rascar para sacar algo original. Pero, de la misma manera en la que la película es sincera con los espectadores, también lo es consigo misma. El género de comedia gamberra ha evolucionado y madurado, y lo que antes nos parecía eso, gamberro, ahora ya nos parece suave y casi infantil. Hoy en día, la reina del género es Resacón en las Vegas, ya de la mano con su secuela en Tailandia, y nadie esperaba llegar a estos extremos con American Reunion. Ni ellos mismos, ya que la propia película, a través de la historia, los personajes y los diálogos, nos reconoce y asume que la vida cambia y sigue su curso, y que la reunión de la que habla el título de la película no es solo de los protagonistas en su ciudad natal, sino de los espectadores que hemos visto nacer y crecer a toda la saga, y que nos sentimos fílmicamente unidos a ellos.
Y es que hay veces que las viejas ideas, si son buenas, siguen funcionando. Si American Pie fue una película muy atractiva, podríamos decir que American Reunion es una milf. Porque, además, esa palabra (en español eme cu eme efe) seguramente sea lo que más permanezca de entre todos los chistes que nos han aportado Stifler, Jim y compañía.
http://diarioenred.com/2012/05/reunion-para-todos/

5,4
40.177
5
11 de junio de 2012
11 de junio de 2012
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace unos años, la tendencia del género humorístico, tanto en cine como en televisión, ha derivado hacia una suavidad plena, completamente servil ante lo políticamente correcto, y acojonada ante la demanda de gatillo fácil de la gente con síndrome de hipersensibilidad intelectual.
En España hemos sido víctimas de esto, y eso que está en nuestra tradición realizar ataques a los enemigos intelectuales a base de humor y cachondeo verbal, sobre todo en el mundo artístico. ¿Cuántos sketches de Martes y Trece podrían tener cabida hoy en día en la televisión? ¿Qué ha sido de Arévalo y sus chistes sobre gangosos y mariquitas? Es más, y remitiéndonos al Siglo de oro, ¿habría sido Quevedo el mismo genio mordaz e irónico, de vivir en la época actual, donde el miedo a ofender supera con creces a las ganas de hacer reír?
Por esta razón, muchas veces tenemos que recurrir al mundo anglosajón para disfrutar de verdaderas carcajadas irreverentes, las que de verdad sacan a uno de la vida real y lo transportan a una felicidad efímera pero intensa. Y fue en las islas británicas donde surgió un tipo llamado Sacha Baron Cohen que, como norma principal, se dedica a reírse de todo y, cómo no, de sí mismo. Su primer personaje conocido fue Ali G, una parodia de lo que aquí podría equivaler a un Nen de Castefa, pero con más mala leche. Era un comienzo prometedor que alcanzó su cumbre a través de Borat, cuyas apariciones televisivas y, luego más tarde, su rompedora película, le abrieron un hueco a nivel mundial como paradigma de la provocación más aterradora y brillante que hemos visto en mucho tiempo. Probablemente, esta provocación se le fue de las manos con Brüno, solo apta para los que no se escandalizan ante nada, como yo, y esto le llevó a replantearse su siguiente trabajo, que es el que origina este artículo: El dictador.
La película trata sobre Aladeen, un tirano que gobierna con mano caprichosa en un imaginario país de Oriente Medio y que recuerda en muchos puntos de su locura al fallecido Niyazov, dictador de Turkmenistán. Pero, a diferencia de sus películas anteriores, Baron Cohen realiza en esta ocasión un producto con tintes mucho más comerciales, y con un humor tan torrentiano que nos deja con hambre y que se centra en inundar la escena con actores conocidos que, en mayor o en menor medida, apenas tienen gracia. Al menos, la fama le precedía, y consiguió llamar la atención en las semanas previas a su estreno, sobre todo durante la extremadamente cuidada gala de la Academia estadounidense, donde llegaron a saltar las alarmas ante las amenazas que lanzó el sujeto para boicotear el evento.
Concluyendo, El dictador va a suponer un acercamiento de Baron Cohen al mundo de Hollywood, pero también un paso atrás demasiado grande para los que somos fans de su humor. Es una pena, pero la dictadura de lo políticamente correcto parece que también ha vencido, en este caso, a su peor desmitificador.
http://diarioenred.com/2012/05/el-dictador/
En España hemos sido víctimas de esto, y eso que está en nuestra tradición realizar ataques a los enemigos intelectuales a base de humor y cachondeo verbal, sobre todo en el mundo artístico. ¿Cuántos sketches de Martes y Trece podrían tener cabida hoy en día en la televisión? ¿Qué ha sido de Arévalo y sus chistes sobre gangosos y mariquitas? Es más, y remitiéndonos al Siglo de oro, ¿habría sido Quevedo el mismo genio mordaz e irónico, de vivir en la época actual, donde el miedo a ofender supera con creces a las ganas de hacer reír?
Por esta razón, muchas veces tenemos que recurrir al mundo anglosajón para disfrutar de verdaderas carcajadas irreverentes, las que de verdad sacan a uno de la vida real y lo transportan a una felicidad efímera pero intensa. Y fue en las islas británicas donde surgió un tipo llamado Sacha Baron Cohen que, como norma principal, se dedica a reírse de todo y, cómo no, de sí mismo. Su primer personaje conocido fue Ali G, una parodia de lo que aquí podría equivaler a un Nen de Castefa, pero con más mala leche. Era un comienzo prometedor que alcanzó su cumbre a través de Borat, cuyas apariciones televisivas y, luego más tarde, su rompedora película, le abrieron un hueco a nivel mundial como paradigma de la provocación más aterradora y brillante que hemos visto en mucho tiempo. Probablemente, esta provocación se le fue de las manos con Brüno, solo apta para los que no se escandalizan ante nada, como yo, y esto le llevó a replantearse su siguiente trabajo, que es el que origina este artículo: El dictador.
La película trata sobre Aladeen, un tirano que gobierna con mano caprichosa en un imaginario país de Oriente Medio y que recuerda en muchos puntos de su locura al fallecido Niyazov, dictador de Turkmenistán. Pero, a diferencia de sus películas anteriores, Baron Cohen realiza en esta ocasión un producto con tintes mucho más comerciales, y con un humor tan torrentiano que nos deja con hambre y que se centra en inundar la escena con actores conocidos que, en mayor o en menor medida, apenas tienen gracia. Al menos, la fama le precedía, y consiguió llamar la atención en las semanas previas a su estreno, sobre todo durante la extremadamente cuidada gala de la Academia estadounidense, donde llegaron a saltar las alarmas ante las amenazas que lanzó el sujeto para boicotear el evento.
Concluyendo, El dictador va a suponer un acercamiento de Baron Cohen al mundo de Hollywood, pero también un paso atrás demasiado grande para los que somos fans de su humor. Es una pena, pero la dictadura de lo políticamente correcto parece que también ha vencido, en este caso, a su peor desmitificador.
http://diarioenred.com/2012/05/el-dictador/

4,4
5.424
3
30 de junio de 2012
30 de junio de 2012
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sácame del paraíso es otra comedia romántica. Otra de esas muchas que no satisfacen plenamente el paladar, pero que tampoco son vomitables. Normal, porque su ingrediente principal es Jennifer Aniston, y aunque la guarnición llamada Paul Rudd no está a la altura, y el resto de platos acompañantes sólo aportan lo que sutiles especias alucinógenas, el conjunto no llena el estómago, pero sacia un poco el hambre.
George y Linda son una joven y entrañable pareja neoyorquina que sucumben ante la crisis inmobiliaria y se ven obligados a recurrir a la ayuda del hermano de éste, un excéntrico empresario de Atlanta con el que no hay demasiada compenetración. En el camino a su nuevo hogar, se alojan en una bonita y escondida casa, donde los habitantes permanentes viven en una especie de felicidad plena, cual comuna hippie de los sesenta, alejados de las preocupaciones materiales y el mundo moderno. Como la convivencia en el hogar del hermano-cuñado no se sostiene, deciden volver a esa comuna, huyendo de un mundo repleto de infelicidad causada por la competencia y la insatisfacción. Al principio, es Linda la que no se adapta y George el que sí lo hace. Y luego, viceversa. Sí, tan previsible que casi asusta. Al igual que alguno de los personajes circundantes, cuya única gracia es ésa, que asustan.
Pero, como hemos dicho, el ingrediente principal está muy bueno, y entra por los ojos al verlo en la pantalla. A eso, le podemos añadir unas palomitas crujientes y recientitas, y que las salas veraniegas están bien refrigeradas, lo que se agradece mucho en estos meses estivales. Poco más que añadir.
http://diarioenred.com/2012/06/sacame-del-paraiso-wanderlust/
George y Linda son una joven y entrañable pareja neoyorquina que sucumben ante la crisis inmobiliaria y se ven obligados a recurrir a la ayuda del hermano de éste, un excéntrico empresario de Atlanta con el que no hay demasiada compenetración. En el camino a su nuevo hogar, se alojan en una bonita y escondida casa, donde los habitantes permanentes viven en una especie de felicidad plena, cual comuna hippie de los sesenta, alejados de las preocupaciones materiales y el mundo moderno. Como la convivencia en el hogar del hermano-cuñado no se sostiene, deciden volver a esa comuna, huyendo de un mundo repleto de infelicidad causada por la competencia y la insatisfacción. Al principio, es Linda la que no se adapta y George el que sí lo hace. Y luego, viceversa. Sí, tan previsible que casi asusta. Al igual que alguno de los personajes circundantes, cuya única gracia es ésa, que asustan.
Pero, como hemos dicho, el ingrediente principal está muy bueno, y entra por los ojos al verlo en la pantalla. A eso, le podemos añadir unas palomitas crujientes y recientitas, y que las salas veraniegas están bien refrigeradas, lo que se agradece mucho en estos meses estivales. Poco más que añadir.
http://diarioenred.com/2012/06/sacame-del-paraiso-wanderlust/
Más sobre jgripweed
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here