Multipremiada película española con actores y actrices de primer nivel y material original del inmortal Lorca, y sin embargo...

Quizás sea un problema de mi sensibilidad que no encaja con la de la película, pero únicamente me parece un videoclip alargado lleno de imágenes preciosista y actuaciones profundamente teatrales.

No me epata esta obra, me aburre, me hubiera encantado como video currado de una bonita canción de amor, poco más.

¿Cuantas veces has estado viendo una película sobre un hecho histórico, y a pesar de saber perfectamente el final, has deseado que el filme diera un doble salto mortal y cambiara la historia?

Tarantino hizo historia del cine hace muchos años, entró como una locomotora cambiandolo todo a golpe de diálogos memorables y ritmos desenfrenados, y siempre, siempre, acompañado por la mejor música posible.

Esta última película que nos entrega es bella, todo son posters de textura exquisita, los actores están maravillosos, tremendos, creíbles, ya no son simples representantes de la genialidad de Tarantino, ya no son solo los que recitan sus diálogos, tienen textura, y son enormes.

Me da igual su tiempo irregular, me da igual su desmesurado metraje, me da igual el exceso, es tan bella, y tiene cosas tan bellas dentro como el mejor de los cuentos clásicos, y encima, a todo color.

Dicen que estamos hechos de historias, Tarantino todavía tiene unas cuantas dentro.

Pues así ha sido mi experiencia con la última película de esta nueva saga de Star Wars. Las sensaciones están ahí, el cariño, recuerdas los buenos momentos juntos, y mientras dura, te lo pasas bien...pero en cuanto acaba, y tienes tiempo de pensarlo cinco minutos, sabes que eso no va a ningún lado.

Hay buenas escenas, el ritmo general está bien, y los dos protagonistas me encantan, un poquito más incluso Adam Driver. Pero, y este pero es enorme, cada vez que el guión flojea, te meten dosis de nostalgia, a veces justificada, pero la mayoría de las veces no. Parece que el guión lo hayan escrito con el Twitter abierto, y viendo todo lo que no nos había gustado a los fans, de esta trilogía o de las anteriores, fanservice en cantidades industriales. No hubiera venido mal cuidar un poquito más la historia que tenían entre manos, que de base, no estaba ni tan mal.

En fin, lo único que ha cambiado es que ahora tenemos tres trilogías de películas, las buenas, las malas, y las nuevas, y ni siquiera eso les durará mucho.

¿Este señor es el mismo de Los últimos Jedi? Si es así, no lo parece, o quizás, es tan inteligente que quiso tomarnos el pelo, y no le pillamos el truco.

Desde luego Knives Out no tiene nada que ver, saltando la obvia metáfora que nos sirve en bandeja, es una obra con un estilo maravilloso, sigue el relato clásico de una película de crímenes, a la vez es cómica, y a la vez lo cambia todo con saltos temporales y un ritmo maravilloso de soap opera casi en su totalidad, casi, porque en ocasiones se ralentiza demasiado, y ese es el único pero que la pongo, el resto, tremendamente disfrutable.

Señor Johnson, ya que tiró el sable de luz, no vuelva a cogerlo, siga contándonos estas historias tan inteligentes que se le dan mucho mejor. Gracias.

Porque muchas veces no llegamos al destino al que queríamos ir, pero aún así, disfrutamos del camino.

Y esque Dark no tiene un final ni mucho menos redondo, ni en mi opinión, satisfactorio, pero el camino ha sido más que remarcable.

Esta producción alemana fue un sleeper que fue ganando adeptos según avanzaba su intrincada trama. El boca a boca y las redes sociales consiguieron engancharnos a muchos a la intrincada vida de Winden con sus familias temporal y especialmente agitadas. Consultando árboles genealógicos, videos explicativos, revisando escenas. Hasta la tercera temporada era una obra artesanal de hilos entretejidos con suma pericia. A partir de ahí es una huida hacia el final, fallido final.

Se rompen las reglas que ellos mismos se habían marcado, se vuelve a una irritante y hasta entonces desconocida convencionalidad. Y esque que difícil es hacer un buen final, que se lo pregunten a Stephen King, o a los creadores de Juego de Tronos.