No he podido terminar de ver la película con normalidad. En este momento estoy viendo los minutos finales y escribiendo estas líneas, al mismo tiempo.
Ni el guión, ni la dirección ni la interpretación de Leonardo ofrecen credibilidad a la película.
Para mí las graves inconsistencias de que adolece ésta y otras películas representan una falta de respeto al espectador. Un atentado al buen gusto y a las cosas medianamente bien hechas.

Acabo de verla y me ha encantado. Un 10.
Un gran guión y una interpretación más que correcta.
Me he sentido totalmente identificado con los protagonistas que vieron venir la gran estafa.
Yo no he estudiado economía, pero me gusta y lo he entendido todo.
La película explica muy bien el fondo del asunto y lo hacen de forma bastante didáctica.
De hecho, salvo los detalles, que no podía conocer, yo llevaba muchos años sabiendo que la economía del ladrillo iba directa al desastre, aunque no pensaba en los bancos. Es tan sencillo como ver que si los precios suben muchísimo más que los sueldos, al final, tarde o temprano la gente no podrá pagar las hipotecas y el castillo de naipes caerá con estruendo.
Algunas de las reflexiones de la película sirven para otros sectores de la sociedad, como la política. Mucha gente hace lo que los demás sin saber lo que hacen. Son las neuronas espejo, pero se supone que tenemos otras neuronas que nos dotan de inteligencia y sentido común, para ser capaces de tomar decisiones diferentes. NO ES ASÍ, en general.
La mayoría de la gente no quiere la verdad. Quiere una mentira que le haga sentirse bien. Y quieren hacer lo mismo que los demás para si se equivocan no sentirse más tontos que los demás. Pensar y leer contratos les produce urticaria a la mayoría, pero trabajar miles de horas y días para pagar a delincuentes parece que les gusta.

La película es divertida casi toda ella, pero a partir del último tercio siento muy forzada la situación. Los sentimientos dicen una cosa y las acciones otra muy distinta, demasiado distinta. Me parece poco creíble, como si el director hubiera decidido cambiar el argumento de sopetón, sin enlace con los dos primeros tercios del film.

El documental es de buena factura.
Como siempre el Sr. Moore sabe en qué heridas debe meter el dedo. Desgraciadamente se le nota cierto sesgo ideológico y habla de las bondades europeas y cubanas con cierta exageración y sesgo.
Muy interesante aunque hay que verla con espíritu crítico.

El documental busca y se enroca en un victimismo muy propio del español medio.
Recuerdo que mis padres tenían claro que su futuro dependía de ellos. Ahora parece que existe mucha gente que cree que "otros" deben darles el futuro y la vidas que creen necesitar.
En mi opinión eso es un error de bulto que impide que tomemos las riendas de nuestra vida.
Por otra parte TODOS somos responsables de la deriva político - económica del país, por activa o pasiva. ¿Nadie votó al necio e inepto, o al cacique, corrupto o manipulador? ¿O quizás cree que por no haber votado a nadie ya no es responsable por inacción, cobardía o pereza...?