Decepción. Esa es la palabra. Creció a medida que aumentaba el marcador de minutos del DVD y se hizo dueña y señora de la sala de estar cuando la historia llegó a su fin.

En un tiempo no muy lejano, fui un gran seguidor del mundo del Manga. Esta película siempre se me escapó, y la casualidad ha querido que la viera ahora, que mi fiebre por el mundo artístico japonés ha decrecido bastante. Y fue el espadazo final. Con un sobresaliente dibujo, se pierde en una historia absurda, nada de magia e imaginación, no nos confundamos. No es imaginación soltar boludeces durante dos horas, y si no te gusta decir "no la has entendido".

Me gustaría realmente sentarme a tomar un café con el señor Miyazaki, con la película de fondo y que me explicara paso a paso el porqué de la mayoría de cosas. Abre muchos frentes, que parece que van a ser el eje central del film, para cerrarlos u olvidarlos en los minutos siguientes sin más, dejandote una sensación de vacío, de manera que llegue al punto en que lo que le pasara o le dejara de pasar a los protagonistas me era absolutamente indiferente.

Por último, por favor, encierren a la autora del doblaje al castellano de Chihiro. Con un buen equipo de audio es capaz de destrozar tímpanos. Con cada grito que soltaba conseguía irritarme hasta límites insospechados.