Haz click aquí para copiar la URL
San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
You must be a loged user to know your affinity with Fej Delvahe
Críticas 681
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7 de agosto de 2008
133 de 161 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película, donde se presenta la dialéctica entre un católico convencido que no sintoniza con el filósofo cristiano Blaise Pascal (Francia, 1623-1662) y un marxista ateo simpatizante de las teorías y aforismos del citado pensador. Por supuesto, como suele pasar entre los seres humanos, una cosa es el verbo, lo que hablamos, y otra bien distinta lo que actuamos, la praxis. Así pues, la realidad que en definitiva comprobamos es que ni los católicos son tan católicos ni los ateos son tan ateos.

Es decir, Éric Rohmer filma por medio de "Mi noche con Maud" la histórica e inevitable ambigüedad que se da en el ser humano, animal racional-hablador que independientemente de lo que declare o diga sólo se le puede conocer por los hechos (y ni aun así).

Indudablemente este filme de Éric Rohmer es una crítica con mucha finura del catolicismo, centrada en dos de sus miembros seglares, laicos de a pie, de los que van a misa; pero la crítica en su conjunto está hecha con mucho arte, con mucha sensibilidad, con gran manejo de la desvelación estética. Para ello se sirve de un gozne de oro sobre el cual hace girar buena parte del guión, y esta bisagra valiosísima no es ni más ni menos que el pensamiento trascendente del filósofo Pascal, que si en algún país dejó huella por los siglos de los siglos fue en Francia.

En un momento dado emerge de toda la constante filosófico-teológica de este filme, la siguiente frase para discernir: «Seducir chicas no le aleja a uno de Dios más que las matemáticas.» Yo habría añadido que no le aleja a uno más de Dios que los clérigos y todo su tinglado clericalista, donde ellos están instalados como más importantes que Dios mismo.

En resumen, la pareja de católicos de esta película de Rohmer, al igual que las ideas que expuso en el siglo XVII el citado filósofo francés, son una muestra reluciente de que la verdadera sabiduría en el ser humano tiene que ver con comprender su ambigüedad, su ser contradictorio, o sea hacerse consciente de la grandeza y de la miseria que conlleva todo lo humano.

Esta es desde luego una obra notable de buen cine en cuanto a la sencillez, interés y suspense de la historia que se nos narra; en cuanto a los diálogos, la dialéctica, la filosofía que nutre el desarrollo de principio a fin; y en cuanto a los personajes tan bien descritos, tan bien interpretados, tan cautivadores y a los que el espectador llega a apreciar, querer o tomarles simpatía, sin excepción.

Muy buena película, de las consideradas delicias cinematográficas del cine europeo en blanco y negro. Muy recomendable de ver, sobre todo para los ignorantes o incultos del hecho antropológico llamado "religión", que no saben que la fenomenología religiosa existe desde que el ser humano es homo sapiens y puede que incluso antes; para que al menos vayan cogiendo algo de cultura, flexibilidad mental y humildad frente a lo que desconocen o subvaloran.

Fej Delvahe
6 de agosto de 2008
115 de 127 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para quien aún no se haya enterado, "LOS VALIENTES ANDAN SOLOS" es el filme original en el que años más tarde se inspiraría David Morrell para sacar a la luz su famosa novela "Primera sangre" (1972), que otra década después daría lugar a la película "Acorralado" (First Blood, de Ted Kotcheff, USA 1982) y por lo tanto al personaje de "Rambo".

O sea, el solitario y rebelde "Rambo" no es ni más ni menos que una adaptación posterior del personaje interpretado magistralmente veinte años antes por Kirk Douglas en "Lonely are the Brave". Es más, muchos elementos del personaje "Rambo" (actuado por Sylvester Stallone) en el filme "First Blood", son casi una copia exacta de la susodicha creación "John W. 'Jack' Burns" (actuado por Kirk Douglas) en "Lonely are the Brave". Por ejemplo: es también un ex combatiente del ejército de los EE.UU.; también laureado con medallas de gran prestigio por sus méritos en acciones de guerra en Asia; también es un tipo de hombre natural, austero, bravo, que sabe aguantar golpes y devolverlos, acostumbrado a los espacios libres, que no encaja en la sociedad pacata y superburocratizada que le rodea; también ha de vérselas en un pueblo pequeño de los EE.UU. con la sinrazón de algún policía chulo, abusador e inepto; también provoca la caída de un helicóptero que le persigue para darle caza; también se unirán para ir tras de él, fuerzas de la policía y del ejército; también... etc.

Excelente la descripción que hace el propio personaje John W. "Jack" Burns (Kirk Douglas) de su soledad existencial e intrínseca, cuando conversa con la amiga que lo quiere y trata de aconsejarle que se civilice o normalice buscando una mujer, creando una familia: «Nunca podría adaptame a vivir en familia (...), porque soy un hombre solitario hasta lo más profundo de mi ser, y un hombre así es un tipo inadaptado; la única persona con quien puede vivir es consigo mismo y lo único que de veras ama es poder vivir a su modo, un hombre así no dejaría vivir en paz a una familia, sería para ella una constante preocupación.»

Una película muy superior en el fondo a la adaptación "rambona" que se hizo de ella dos décadas después, pero que como todo lo bueno y noble, le cedió gustosa la mayor fama a su casi remake "Acorralado" (First Blood, Ted Kotcheff, USA 1982) y a toda la saga que comercialmente dio de sí año tras año el citado "Rambo", quizás para que así la masa de gente poco discernidora de los orígenes de las cosas, se empacharan con "la leche en polvo posterior", quedándose sin saber los méritos, la autenticidad y la belleza de "la madre del cordero que dio la primera leche líquida integral, la sabrosa de verdad en blanco y negro".

Fej Delvahe
24 de enero de 2007
138 de 177 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filme sobre el período maya posclásico, cuando estos habitantes de Centroamérica (que no habían desaparecido ante el auge de los aztecas y que tampoco desaparecieron completamente con la llegada de los españoles) estaban en decadencia, muy divididos en distintos cacicazgos con rivalidades y continuas pugnas sangrientas entre ellos. En este preciso momento histórico de decadencia, división y llegada de los españoles a las costas mayas (principios del siglo XVI d.C), es donde se sitúa la interesante narración que nos cuenta Mel Gibson. Muy bien ambientada (a pesar de los que critican las imágenes de sacrificios humanos, como una exageración del director del filme o pretendieran ahora hacernos creer que tales hechos no ocurrieron), se trata de una narración bastante fiel a los conocimientos científicos que se tienen de ese tiempo, lugar y cultura.

Si a nosotros como espectadores nos causa cierta repugnancia ver en una pantalla como sacrificaban hombres a los dioses sacándoles el corazón en vivo, palpitando; sirva esto para comprender el horror y el impacto que les tuvo que causar tales prácticas a los españoles, cuando años después en su avanzadilla hacia la capital del imperio azteca, se toparon "in situ" con tan sangrientas y horripilantes prácticas, horrorosas desde el punto de vista de la cultura cristiana, y por qué Hernán Cortés y otros reaccionaron con tan poco tacto y menos diplomacia arremetiendo inmisericordemente contra los altares de sacrificios, los ídolos y los sacrificios de víctimas humanas a los dioses. No obstante, la película no trata de la confrontación con los españoles sino de la confrontación entre los propios mayas, síntoma de la decadencia de los mismos, pues un reino dividido y matándose entre los propios hermanos está condenado a ser exterminado por algún pueblo extranjero venido de fuera, el cual se aprovecha de tal coyuntura para hacerse con el poder. ¡Sin duda, conviene ver esta película, aunque sólo sea por situanos en la realidad de unos hechos, que independientemente que nos gusten más o menos, están filmados con bastante fidelidad a la realidad histórica!

Fej Delvahe
Baraka
Documental
Estados Unidos1992
8,1
11.572
Documental
10
13 de febrero de 2007
129 de 159 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suerte. Baraka. La mayoría de los que salen en este filme casi seguro que nunca lo verán. Nosotros, aquéllos que lo hemos visto, podemos dar gracias al universo entero por la suerte de haber contemplado una obra de arte tan hermosa.

Comienza acentuando la idiosincrasia del máximo representante de la inteligencia en nuestro universo conocido, el ser humano, como homo religiosus, y finaliza también dejando latir esta característica naturalmente antropológica de apertura a la Trascendencia. Maravillosa película documental que quedará registrada como arte fotográfico espléndido, de culto, de contemplación, de oración, de talento singular para abrirnos a la inmensidad, preciosidad y desencantos de nuestro mundo.

Ron Fricke nos regala una bellísima exposición de escenas del planeta Tierra y de lo que lo alberga, con el sólo acompañamiento de música meditativa y sonidos ceremoniales. También nos presenta una aguda denuncia y crítica sin palabras de los estragos que el ser humano le causa a su madre Naturaleza: por ejemplo, la belleza de ésta junto a la fealdad de las numerosas edificaciones para agrupar a miles de personas pobres o de clase media; la esclavización, mecanización y animalización de los seres humanos (alternando imágenes de multitudes de personas pasando velozmente por puertas, escaleras mecánicas, estaciones o calles, con otra similares de huevos y pollitos transportados por cintas mecánicas, catalogados y seleccionados hasta acabar integrando jaulas de granjas para el consumo); los megabasureros de las grandes urbes con legiones de excluídos rebuscando en la basura para sobrevivir diariamente; la militarización y enajenación de la gente a la par que muestras de lo que fueron los holocaustos nazi y el de los gemeres rojos en Camboya; los restos de grandes civilizaciones junto a los restos de humanos concretos incinerados en las orillas del río Ganges; etc. Y un epílogo donde aparece la cabeza por detrás de un hombre orando y a continuación diversos panoramas celestiales con estrellas y nubes que pasan a cámara rápida e indican que a fin de cuentas nuestra gran evolución con la belleza e inteligencia de toda la Naturaleza planetaria en su conjunto, quedamos supeditados al misterio de la inmensidad espacial y celestial que nos envuelve.

Para mí, uno de los mejores documentales o quizás el mejor de todos los que he visto en mi vida, con un contenido esencial e inolvidable.

Fej Delvahe
20 de marzo de 2008
119 de 142 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi esta película, en Sevilla, a principios de los años ochenta, repetí a los pocos días con un grupo de jóvenes con los que trabajaba, para que contemplasen lo que puede ser una persona libre hundida en una vida esclava, para que vieran como a veces no hay peor cuña que la de la propia madera, o sea, en la historia que cuenta esta película la mujer negra (Whoopi Goldberg) de quien recibe peor trato, esclavización y desconsideración a lo largo de su vida, no es de los blancos sino precisamente de un hombre negro (Danny Glover) de su misma escala social; así pasa casi siempre en este mundo: al enemigo más que tenerlo lejos, lo solemos hallar dentro del propio clan de iguales, familia o grupo de personas cercanas que se supone son las que mejor nos conocen y por ende nos deberían comprender. Tiene que ser una mujer venida de fuera la que le abra los ojos y le transmita espíritu de liberación a esta negra humilde, esclavizada y sufriente, una mujer venida del ánimo desobediente, de la diversión vitalista, del atrevimiento para decir "NO".

Toda la filmación es conmovedora de principio a fin. No sé ya cuantas decenas de veces habré visto "El color púrpura", pero da igual cada vez que la sigo lloro irremediablemente y más o menos le ocurre igual a casi toda la gente que la ha visto y vuelve a ver. ¿Resulta esto una rémora para una película? Pues parece que sí, porque cuando una historia es realmente excelente, entrañable y provoca nuestro enternecimiento más profundo, entonces están los avergonzados de tener alma que suelen ridiculizar despectivamente ese sentir como "lacrimógeno". ¿Cómo no llorar por ejemplo cuando la hija pródiga cantando el blues "Dios quiere decirte algo" marcha hacia los brazos de su padre?

Tanto unos como otras, uno por uno, magníficos los actores negros de esta maravillosa obra cinematográfica. Todos en verdad, con sus interpretaciones prácticamente perfectas y su bellísima piel morena, hacen excelsa y memorable esta narración sin igual.

Significar también el enorme acierto de Spielberg al apuntillar en la parte más significativa del filme, cuando uno siente gran animadversión hacia el protagonista que hace de malo y odioso maltratador (Danny Glover, en el papel más grandioso de toda su carrera), que "los pecadores también tienen alma", cosa que reivindica haciendo posible que de las manos del tipo "satanizado" surja una acción noble y buena, determinante para devolverle algún bien a la persona a la que causó tanto mal.

Se trata de una espléndida y excelente filmación, de las mejores de la historia del cine, una película que honra este arte y nos hace agradecer a Steven Spielberg su maestría sensacional y conmovedora. Gracias por siempre.

Fej Delvahe
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para