Solo por contemplar la fotografía y escuchar su grandísima banda sonora merece la pena verla.
Participan en ella dos de los más grandes actores que hay, Robert de Niro y Jeremy Irons, casi ná, para mi lo bordan.
Que para algunos esta película resulte algo pretenciosa, quizá, pero que coño, la intención creo que es buena, a veces hay que arriesgarse.
No es una obra maestra pero si un grandísimo film de época que refleja con claridad las miserias y la bondad del ser humano.

Un despropósito, mala con avaricia, obscena y casposa.
Autentico sacrilegio a la cinta original de john Carpenter, no entiendo como a alguien le puede gustar semejante aberración, otro clásico más destrozado y otro mítico personaje vapuleado y tirado por los suelos, por lo menos esto ya no nos pilla por sorpresa porque desde la segunda parte (continuación floja, pero aceptable) las nuevas entregas han sido malísimas hasta llegar a este nuevo engendro.
Michael Mayers es la reencarnación del mal una sombra que aparece y desaparece (The shape), un ser inquietante y tenebroso, no un carnicero cualquiera.