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Críticas ordenadas por utilidad
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7,6
2.341
7
5 de marzo de 2017
5 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
'El color del paraíso' es mi primer acercamiento al cine de Majid Majidi. La película narra la historia de una desdichada familia en la que el poder del amor no es lo suficientemente fuerte como para vencer todos los problemas que tienen los integrantes de la misma. Mohammed, un niño ciego, logrará destapar el carácter egoísta de su padre, quien le considera un obstáculo para rehacer su vida de nuevo tras la muerte de su esposa. La historia nos habla de aprender a valorar lo que tenemos, de la importancia de amar desinteresadamente a las personas que tenemos a nuestro alrededor y también de la cruda realidad de las discapacidades. La frustración, la tristeza, la desesperación y la decepción germinan en un entorno en contraposición, una apacible aldea rodeada de maravillosos prados llenos de flores y verdes bosques.
La película es genial, pero el metraje se queda corto para contar debidamente el desenlace, que está lleno de significado, de mensaje. Muy bien dirigida, sin alardes, y muy bien elegida la paleta de colores. Todo eso, sumado a la elección del entorno rural como escenario, dota a la película de un aura de pureza difícil de explicar... Pero que se siente.
La película es genial, pero el metraje se queda corto para contar debidamente el desenlace, que está lleno de significado, de mensaje. Muy bien dirigida, sin alardes, y muy bien elegida la paleta de colores. Todo eso, sumado a la elección del entorno rural como escenario, dota a la película de un aura de pureza difícil de explicar... Pero que se siente.

6,5
47.241
7
1 de marzo de 2017
1 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gus Van Sant propone con 'Elephant', para empezar, una clase magistral de utilización de los planos secuencia, de la cámara en mano y de los encuadres errados a propósito (desenfocados o que, simplemente, no recogen las acciones de los personajes). Todas estas herramientas están al servicio de mostrarnos una cierta situación de cotidianidad, de normalidad. 50 minutos de metraje (de 75 que tiene la película) empleados en seguir con la cámara (literalmente, buen recurso) a unos personajes que van adonde les apetece. La cámara se esfuerza por atrapar sus vidas, sus preocupaciones, pero muchas veces los personajes deciden escapar de ella, cruzarse con otros personajes que confunden a la cámara... Hay cierto aire de documental. La sensación es muy realista.
He leído que Van Sant rodó esta película sin un guion convencional. Dejaba que los actores caminasen a sus anchas, improvisasen sus diálogos... No suena descabellado aburrirse durante su visionado si no se presta atención a los elementos técnicos, pues realmente apenas se nos cuenta nada, pero es que aburrirse forma parte de la experiencia de ver esta película. Y es que, ¿a quién le divierte la rutina? Van Sant juega con eso y, de repente, nos encontramos con unas nubes, unas nubes que se ennegrecen. La tormenta está a punto de llegar y, en efecto, los 20 minutos finales son crudos, virulentos, duros. La cotidianidad se acaba y, por algún extraño motivo, el espectador queda impactado. Y no es sólo por el atronador sonido de las balas y las explosiones. Ver a dos chavales hablando de la matanza que acaban de perpetrar como si de un videojuego se tratase, ver sus caras, su inexpresividad... Deja mal cuerpo.
'Elephant' es una película poco convencional, con una trama mínima, pero, por encima de todo, es respetuosa con lo acontecido el 20 de abril de 1999 en aquel instituto de Columbine. Apuesta por la verosimilitud y no por el espectáculo. Van Sant es responsable, y lo sabe.
He leído que Van Sant rodó esta película sin un guion convencional. Dejaba que los actores caminasen a sus anchas, improvisasen sus diálogos... No suena descabellado aburrirse durante su visionado si no se presta atención a los elementos técnicos, pues realmente apenas se nos cuenta nada, pero es que aburrirse forma parte de la experiencia de ver esta película. Y es que, ¿a quién le divierte la rutina? Van Sant juega con eso y, de repente, nos encontramos con unas nubes, unas nubes que se ennegrecen. La tormenta está a punto de llegar y, en efecto, los 20 minutos finales son crudos, virulentos, duros. La cotidianidad se acaba y, por algún extraño motivo, el espectador queda impactado. Y no es sólo por el atronador sonido de las balas y las explosiones. Ver a dos chavales hablando de la matanza que acaban de perpetrar como si de un videojuego se tratase, ver sus caras, su inexpresividad... Deja mal cuerpo.
'Elephant' es una película poco convencional, con una trama mínima, pero, por encima de todo, es respetuosa con lo acontecido el 20 de abril de 1999 en aquel instituto de Columbine. Apuesta por la verosimilitud y no por el espectáculo. Van Sant es responsable, y lo sabe.

8,2
204.796
7
3 de febrero de 2017
3 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Forrest Gump es patrimonio de la humanidad. No consta en ningún manifiesto, pero a mí eso me da igual. Es indiferente si la has visto por primera vez o si tienes el disco DVD más rayado que el cruce de Shibuya: Esta historia despierta algo en el interior de cada uno desde el momento en que aparece la dichosa pluma con ese vuelo grácil. Durante las dos horas y cuarto que dura el espectáculo, el espectador cree saber de qué va la vida, cree entenderla. Y lo hace a través de los ojos de uno de los personajes más icónicos de la historia del séptimo arte (y de alguno más): el grandioso Forrest Gump. Un enorme Tom Hanks haciendo el papel para el que nació, no me cabe duda. Y no lo digo yo, lo dice la propia película, que tanto hace reflexionar sobre el destino. Un destino que navega en un mar de repentinas casualidades, pero un destino al que hay que aprender a mirar de tú a tú.
Eric Roth escribió un magistral guion que abraza algunos temas recurrentes, como lo son el olvido, con una comedida crítica social por la situación que experimentan habitualmente los veteranos de guerra después de salir del fango y regresar a casa, con un gobierno y una sociedad que les da la espalda; el tan trillado destino que, sin embargo, aquí no marca por completo el rumbo de los personajes, con una Jenny Curran rebelada contra todo y contra todos por culpa de una infancia injusta que aplastó todas sus aspiraciones, con un teniente Dan Taylor que se levantó de la silla de ruedas para reconstruir su vida y, por último, con el INMENSO FORREST GUMP corriendo sin parar, sobreviviendo y demostrando lo que una persona puede llegar a ser por encima de sus limitaciones. Encontramos ambiciones, deseos y empeño en el genial trío protagonista.
Impresionante dirección, con unas escenas en Vietnam dignas de la mejor película bélica (con algún guiño a Apocalypse Now, entre otras) y una acertada selección de primeros planos para el lucimiento de Tom Hanks. Y qué decir de la banda sonora, con grandes composiciones de Alan Silvestri y la presencia de grandes leyendas de la música como Jimi Hendrix, The Doors o Lynyrd Skynyrd.
Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter... Y Forrest Gump sigue ahí, corriendo.
Eric Roth escribió un magistral guion que abraza algunos temas recurrentes, como lo son el olvido, con una comedida crítica social por la situación que experimentan habitualmente los veteranos de guerra después de salir del fango y regresar a casa, con un gobierno y una sociedad que les da la espalda; el tan trillado destino que, sin embargo, aquí no marca por completo el rumbo de los personajes, con una Jenny Curran rebelada contra todo y contra todos por culpa de una infancia injusta que aplastó todas sus aspiraciones, con un teniente Dan Taylor que se levantó de la silla de ruedas para reconstruir su vida y, por último, con el INMENSO FORREST GUMP corriendo sin parar, sobreviviendo y demostrando lo que una persona puede llegar a ser por encima de sus limitaciones. Encontramos ambiciones, deseos y empeño en el genial trío protagonista.
Impresionante dirección, con unas escenas en Vietnam dignas de la mejor película bélica (con algún guiño a Apocalypse Now, entre otras) y una acertada selección de primeros planos para el lucimiento de Tom Hanks. Y qué decir de la banda sonora, con grandes composiciones de Alan Silvestri y la presencia de grandes leyendas de la música como Jimi Hendrix, The Doors o Lynyrd Skynyrd.
Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter... Y Forrest Gump sigue ahí, corriendo.
8
5 de febrero de 2017
5 de febrero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
'La tumba de las luciérnagas' es mi segundo acercamiento al trabajo del Studio Ghibli, tras haber visto hace ya muchos años 'La princesa Mononoke' (que la volveré a ver pronto, seguro), y la experiencia ha resultado fascinante. Sigo reflexionando sobre la película, en diferentes planos: ¿Cómo puede una cinta de animación retratar con tanta precisión los horrores de la guerra, con tal crudeza? ¿Cómo es posible que todos los personajes de la película, salidos de la imaginación y de la hábil mano de unos dibujantes, puedan resultar tan humanos y transmitir tantas emociones con esas miradas fijas, prolongadas, petrificadas? ¿Por qué no he visto esta genialidad de película antes?
El relato nos transporta a una incesante lluvia de bombas que empapa y distorsiona la moralidad de un agonizante pueblo japonés. ¿Las víctimas? Los débiles, los necesitados, como en todas las guerras. La gente deja de ser gente, los supervivientes velan por su propia seguridad y las barreras de lo ético se difuminan enterrados en el barro, rodeadas de cadáveres. Cadáveres. Aquí entran en juego los dos protagonistas, Seita y Setsuko. El primero es un desgraciado por comprender, mientras que la segunda es demasiado pequeña para soportar tanto dolor, tanta agonía. La pérdida, la desesperación, la injusticia (a manos de quien menos esperan)... La película nos habla de todo eso.
'La tumba de las luciérnagas' es, eso sí, una historia de amor verdadero entre hermanos, por encima de todas las cosas. Seita y Setsuko son inolvidables, y los momentos de felicidad que comparten a lo largo del metraje son un poderoso escudo frente a la infancia rota y la pérdida de la inocencia, sobre todo por parte de Setsuko.
El vínculo que une a los hermanos se nos revela con imagen y diálogo, pero es que las composiciones musicales de Yoshio Mamiya brillan a un nivel tan superlativo y transmiten tanto, que esta historia no habría llegado a ser lo que es sin ellas. Este párrafo va dedicado enteramente a esas tristes melodías que refuerzan con mucho atino el mensaje; esas melodías que transforman las miradas estáticas de los personajes, tan características del anime, en vehículos de transmisión de las emociones más reales y sinceras que la animación puede llegar a replicar.
¿Por qué mueren tan pronto las luciérnagas?
El relato nos transporta a una incesante lluvia de bombas que empapa y distorsiona la moralidad de un agonizante pueblo japonés. ¿Las víctimas? Los débiles, los necesitados, como en todas las guerras. La gente deja de ser gente, los supervivientes velan por su propia seguridad y las barreras de lo ético se difuminan enterrados en el barro, rodeadas de cadáveres. Cadáveres. Aquí entran en juego los dos protagonistas, Seita y Setsuko. El primero es un desgraciado por comprender, mientras que la segunda es demasiado pequeña para soportar tanto dolor, tanta agonía. La pérdida, la desesperación, la injusticia (a manos de quien menos esperan)... La película nos habla de todo eso.
'La tumba de las luciérnagas' es, eso sí, una historia de amor verdadero entre hermanos, por encima de todas las cosas. Seita y Setsuko son inolvidables, y los momentos de felicidad que comparten a lo largo del metraje son un poderoso escudo frente a la infancia rota y la pérdida de la inocencia, sobre todo por parte de Setsuko.
El vínculo que une a los hermanos se nos revela con imagen y diálogo, pero es que las composiciones musicales de Yoshio Mamiya brillan a un nivel tan superlativo y transmiten tanto, que esta historia no habría llegado a ser lo que es sin ellas. Este párrafo va dedicado enteramente a esas tristes melodías que refuerzan con mucho atino el mensaje; esas melodías que transforman las miradas estáticas de los personajes, tan características del anime, en vehículos de transmisión de las emociones más reales y sinceras que la animación puede llegar a replicar.
¿Por qué mueren tan pronto las luciérnagas?

8,0
51.413
9
8 de febrero de 2017
8 de febrero de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Películas sobre la guerra hay muchas, y a partir de los años 70 la mayoría se dedicaron a hablar de la Guerra de Vietnam en clave antibelicista. Era un sentimiento generalizado en la sociedad estadounidense: Nadie veló por esos soldados desamparados que jamás regresarían de aquella jungla, literal o figuradamente. El cine, los directores, tenían mucho de qué hablar, muchas historias por desvelar. Y yo he tardado demasiados años en ver 'El Cazador', por desgracia, pero por fin he podido disfrutarla. Tras tres intensas horas, puedo situarla a la altura de mis amadas 'Apocalypse Now' y 'La chaqueta metálica', mis dos películas favoritas sobre Vietnam (no incluyo ni 'Forrest Gump', que abarca más; ni 'Platoon', que no me gustó).
Entremos en materia: La historia se demora a la hora de poner todas las cartas sobre la mesa, tomándose su tiempo para presentarnos a los protagonistas, tanto hablando de su presente como insinuando su pasado. El primer acto abarca toda la ceremonia de la boda entre Steve y Angela, y es ahí donde descubrimos qué tal están las cosas entre los amigos y, sobre todo, entre Michael y Linda. ¿Hay algo mejor que ver juntos en pantalla a Robert De Niro y Meryl Streep?. La película avanza y el regreso de Vietnam se convierte en un infierno para los personajes principales. Aquí entran en juego los temas principales de la película:
Entremos en materia: La historia se demora a la hora de poner todas las cartas sobre la mesa, tomándose su tiempo para presentarnos a los protagonistas, tanto hablando de su presente como insinuando su pasado. El primer acto abarca toda la ceremonia de la boda entre Steve y Angela, y es ahí donde descubrimos qué tal están las cosas entre los amigos y, sobre todo, entre Michael y Linda. ¿Hay algo mejor que ver juntos en pantalla a Robert De Niro y Meryl Streep?. La película avanza y el regreso de Vietnam se convierte en un infierno para los personajes principales. Aquí entran en juego los temas principales de la película:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La incapacidad de volver a sentirse como en casa (Michael regresa distante, alejado de la realidad); el sentimiento de inutilidad de Steve que, lisiado, no tiene la intención de salir del hospital, de volver a conectar con su mundo; o, directamente, el trastorno de Nick que hará imposible su regreso a su país, convirtiéndole en alguien diametralmente distinto a cómo fue en el pasado. Los tres caminos están perfectamente iluminados por un gran guion. El metraje, largo, es también denso, necesariamente largo y denso. El resultado es muy bueno.
Las situaciones límite, las rencillas entre los personajes, sus conflictos internos; las grandes interpretaciones por parte de actores ya consagrados o que se consagrarían más adelante; la genial fotografía, con grandes contrastes entre los diferentes escenarios; la gran puesta en escena y trabajo con la cámara (con un aire muy clásico)... Para mí una gran obra. Un tiro.
Las situaciones límite, las rencillas entre los personajes, sus conflictos internos; las grandes interpretaciones por parte de actores ya consagrados o que se consagrarían más adelante; la genial fotografía, con grandes contrastes entre los diferentes escenarios; la gran puesta en escena y trabajo con la cámara (con un aire muy clásico)... Para mí una gran obra. Un tiro.
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