'Estado eléctrico' es un derroche de millones que, sin embargo, se siente sorprendentemente vacía. La premisa tenía potencial, pero la ejecución es bastante previsible y falta de alma. Millie Bobby Brown cumple pero sin venirse muy arriba, y Chris Pratt parece estar en modo automático, sin aportar nada realmente especial. Lo más destacable es Alan Silvestri que incluso sin esforzarse demasiado, demuestra por qué es un compositor de otra liga, dejando en evidencia a la mayoría de los compositores de primera linea de hoy en día.

A su favor, los robots tienen su encanto y aportan un toque emotivo que recuerda, en cierta manera, a Toy Story. De hecho, están más trabajados y resultan más interesantes que los propios personajes humanos. Sin embargo, la película nunca termina de despegar y deja la sensación de haber sido una oportunidad desaprovechada. Entretenida, sí, pero ciertamente olvidable.