La película aborda los trastornos mentales de tres personajes: Phillippe, un antiguo combatiente de guerra que llega a casa y descubre la tragedia en su familia. Green, una estudiante de bellas artes que realmente tiene problemas con su creatividad y todo desemboca en muerte y Riley que reinventa a su compañera ideal en su mente.

Es un film entretenido porque la duración es la justa: una hora y media. Además, es innovador por cuanto Phillippe vive una historia paralela dentro de la peli que, realmente, no es así. Logra desestabilizar al espectador porque no se sabe muy bien, hasta los minutos finales, qué es aquello que realmente ocurre.

Recomendable como alquiler, no como para verla en el cine.

El trabajo de Vinterberg como director en esta película es, a mi parecer, irreprochable: Hila perfectamente cómo una infancia de abandono y malos tratos aboca a los personajes a una madurez de vacíos y búsquedas poco fructíferas: Por un lado, el hermano mayo consigue casi reconducir su vida cuando es consciente de que lo que fue, no volverá y el hermano menor opta por el camino del medio cuando se da cuenta de que falla a su entorno más cercano.

Sin embargo, el final de la película da un respiro cuando parece que las cosas se pueden enderezar y, al menos uno de los anhelos del principal protagonista, cumplirse.

Llevaba tiempo con ganas de ver esta película y no me ha decepcionado para nada.

El montaje con imágenes que parecen reales y la dramatización de las partes de la historia contadas me ha parecido bueno, además de que te deja ciertamente intrigado cuando - parece ser - Aro no dice la verdad acerca de su identidad.

Una infancia falta de cariño, un amor fraternal mal entendido, un lamentable suceso en una fiesta ponen a Aro en la senda del mal, entendiendo que nunca tendrá lo que quiere y todo lo que quiere está rodeado de dolor y fuego.

Muy recomendable el proyecto.

Lo que muestra la película es, una vez más, cómo las circunstancias adversas que rodean la infancia de un niño - familia desestructurada o que no le presta la más mínima atención, la falta de interés por la escuela y, por consiguiente, la ausencia a las clases, el "bullying" al que se ve sometido y una amistad en la que parece encontrar todo lo que le falta - le lleva a cometer un error irreparable.

Lo que muestra también es la capacidad de redención de las personas, de cómo aún cuando la persona quiere integrarse en la sociedad y sentirse integrada, no es tan sencillo, de cómo el pasado y los secretos están presentes y de las posibles salidas cuando, una vez más, se cierran las puertas.

Notable la interpretación de Garfield y Mullan.

El poner a Guillén Cuervo a comportarse como una quinceañera es, cuanto menos, ridículo. No es creíble - y no sólo porque ella no lo haga mal, que lo hace - sino también porque, en el entorno el que se mueve en el film - clase media-alta, problemas ninguno, trabajo freelance y lo que cualquier persona de a pie desearía para si mismo - no da pie a semejante comportamiento.

Está talludita ya para saber lo que quiere pero vive en la parra. No se conforma con nada y va dando tumbos de acá para allá. Es ridículo.

Lo bueno, el elenco de personajes que hacen más digerible el film: Alberto Jiménez y Roberto Enríquez muestran su buena labor como en cualquier otra película en la que participan. Etxeandía y Ordaz, muy correctos en sus pequeños papeles.

Lo demás, malo malísimo.