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Críticas ordenadas por utilidad
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7
22 de abril de 2013
22 de abril de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film que tiene su fuerte en el tratamiento visual: lentes deformantes, colores intensamente terrenales, encuadres claramente pictóricos; influencias de los pintores románticos tamizadas por la corriente expresionista con un resultado que en un primer visionado impacta y en el segundo puede saturar. Todo con intencion de crear una atmosfera telúrico-enfermiza. De la tierra hemos venido y ella nos espera, imperturbable, tras el sufrimiento, hablándonos calladamente a traves de la brisa.
La historia es simple: la agonía de una madre en brazos de su hijo, un hijo piadoso, una realidad sufriente, agobiante, un dolor infinito por una vida que lentamente fenece. Para pasar de guión sencillo a guión elemental ( lo elemental es simple pero frondoso, básico pero trascendente) necesitaría de diálogos más abiertos a la interpretación, de reflexiones más fructuosas y de algún elemento que refiriese a las realidades últimas del Ser que sí se muestra envolviendo la historia pero que no se acaba de expresar en el interior.
La historia es simple: la agonía de una madre en brazos de su hijo, un hijo piadoso, una realidad sufriente, agobiante, un dolor infinito por una vida que lentamente fenece. Para pasar de guión sencillo a guión elemental ( lo elemental es simple pero frondoso, básico pero trascendente) necesitaría de diálogos más abiertos a la interpretación, de reflexiones más fructuosas y de algún elemento que refiriese a las realidades últimas del Ser que sí se muestra envolviendo la historia pero que no se acaba de expresar en el interior.

6,1
7.344
7
21 de julio de 2024
21 de julio de 2024
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yorgos Lanthimos tiene ya una larga filmografía de la que yo me considero admirador, pero no estoy subyugado por él hasta el punto de no poder juzgar qué obras están mejor o peor elaboradas. Viene de rodar dos obras maestras y en la que nos ocupa ha bajado el nivel, aunque nos da muestras de su genialidad en varios momentos, recordando más a su etapa anterior a triunfar internacionalmente.
Son tres mediometrajes convertidos en película. El hilo que los une es que los tres son alegorías sobre personas sometidas a otras, sobre relaciones de poder, sobre dependencias, bien sea económicas, sentimentales o espirituales. Mas pueden verse de forma independiente; no estamos ante historias cruzadas. Hay que reconocer que cada una de las historias tiene enjundia, y yo creo que posibilidad, para ser más y mejor exprimidas. De cada uno de los tres relatos (de menos de una hora de duración cada uno) podría haberse salido una película completa. Es como si el director y guionista rebosase de ideas y las quisiera exponer todas.
Los temas tratados son escabrosos. El tipo de vida que llevan los protagonistas, cercanos siempre al paroxismo, y las circunstancias por las que atraviesan, les hace transitar por la tierra de los delirios y la enajenación.
No suelo pararme en mis valoraciones a hablar de la parte actoral, pero aquí todos los actores principales interpretan tres papeles completamente diferentes (uno en cada mediometraje) y lo hacen a la perfección en tal reto. Todos dan lo mejor de sí mismos: increíble cómo transmutan. Pero lo de Jesse Plemons es especialmente descomunal. Quizá sobren algunos planos de piernas acabando en minifalda y de traseros en bragas, en una erótica que me ha parecido excesivamente masculina.
Creo que las dos primeras historias son mejores que la última, a la que llegué ya un poco cansado de ver cómo cada capítulo podría haber dado para más. Mi debilidad se debía también a que lo visto hasta el momento te golpea y zarandea, como espectador, lo mismo que a los protagonistas: sin piedad, con altas dosis de crueldad. Además, este último episodio es el más estrambótico, el más rebuscado, el más difícil de interpretar, el más alegórico. Así que, haciendo la media de las tres, dejo la puntuación en siete. Quizá de no ser el director quien es, le añadiría un punto más.
Lanthimos no defrauda. Trabajo más parecido a su etapa previa a la de producción anglosajona. Aunque no tiene el detallado trabajo de orfebrería de aquella, está hecha con más desparpajo, lo que hace que resulte mas fresca y, por momentos, parezca improvisada. Aun no siendo, para mí, de lo mejor que ha hecho, es innegable que sigue a gran altura por sus personalísimos derroteros, que sigue siendo uno de los mejores autores actuales, y que espero con ganas sus próximos estrenos. Parece que anda en una etapa muy prolífica.
Son tres mediometrajes convertidos en película. El hilo que los une es que los tres son alegorías sobre personas sometidas a otras, sobre relaciones de poder, sobre dependencias, bien sea económicas, sentimentales o espirituales. Mas pueden verse de forma independiente; no estamos ante historias cruzadas. Hay que reconocer que cada una de las historias tiene enjundia, y yo creo que posibilidad, para ser más y mejor exprimidas. De cada uno de los tres relatos (de menos de una hora de duración cada uno) podría haberse salido una película completa. Es como si el director y guionista rebosase de ideas y las quisiera exponer todas.
Los temas tratados son escabrosos. El tipo de vida que llevan los protagonistas, cercanos siempre al paroxismo, y las circunstancias por las que atraviesan, les hace transitar por la tierra de los delirios y la enajenación.
No suelo pararme en mis valoraciones a hablar de la parte actoral, pero aquí todos los actores principales interpretan tres papeles completamente diferentes (uno en cada mediometraje) y lo hacen a la perfección en tal reto. Todos dan lo mejor de sí mismos: increíble cómo transmutan. Pero lo de Jesse Plemons es especialmente descomunal. Quizá sobren algunos planos de piernas acabando en minifalda y de traseros en bragas, en una erótica que me ha parecido excesivamente masculina.
Creo que las dos primeras historias son mejores que la última, a la que llegué ya un poco cansado de ver cómo cada capítulo podría haber dado para más. Mi debilidad se debía también a que lo visto hasta el momento te golpea y zarandea, como espectador, lo mismo que a los protagonistas: sin piedad, con altas dosis de crueldad. Además, este último episodio es el más estrambótico, el más rebuscado, el más difícil de interpretar, el más alegórico. Así que, haciendo la media de las tres, dejo la puntuación en siete. Quizá de no ser el director quien es, le añadiría un punto más.
Lanthimos no defrauda. Trabajo más parecido a su etapa previa a la de producción anglosajona. Aunque no tiene el detallado trabajo de orfebrería de aquella, está hecha con más desparpajo, lo que hace que resulte mas fresca y, por momentos, parezca improvisada. Aun no siendo, para mí, de lo mejor que ha hecho, es innegable que sigue a gran altura por sus personalísimos derroteros, que sigue siendo uno de los mejores autores actuales, y que espero con ganas sus próximos estrenos. Parece que anda en una etapa muy prolífica.
9
28 de febrero de 2014
28 de febrero de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El género denominado "romance" acaba de engrandecerse con una película que es romántica en extremo, hasta la médula, con la virtud de no caer en ningún momento en ñoñerías ni sentimentalismos tan típicos entre sus congéneres. Escapa de estos calificativos en parte gracias a unas interpretaciones contenidas (el protagonista podría haber caído en el histrionismo o la caricatura) y sobre todo gracias a un guión que en cada frase, en cada reflexión, aborda el complejo espectro del amor en sus diferentes fases y latitudes con un tono poético y cautivador, pocas veces visto en la gran pantalla; los diálogos son de una exquisitez inusitada.
Como ciencia-ficción también funciona, imaginando un futuro que se antoja por momentos ya presente o muy próximo. La etérea música y los escenarios, fotografiados con nitidez absoluta y llenos de vivísimos colores, ayudan a crear la base sobre la cual tiene lugar tan original reflexión, sin atisbo de pedantería, sobre los sentimientos amorosos en los tiempos de la revolución informática: todos seguimos necesitando que nos escuchen con cariño, que apuesten por nosotros, que nos sean fieles los corazones en los que confiamos.
Mención aparte merecería la filosófica temática en torno a la dicotomía mente-cuerpo.
Por ponerle un pero diré que he echado de menos un poco más de aportación por parte de las bellísimas actrices secundarias.
En fin, una joya.
Como ciencia-ficción también funciona, imaginando un futuro que se antoja por momentos ya presente o muy próximo. La etérea música y los escenarios, fotografiados con nitidez absoluta y llenos de vivísimos colores, ayudan a crear la base sobre la cual tiene lugar tan original reflexión, sin atisbo de pedantería, sobre los sentimientos amorosos en los tiempos de la revolución informática: todos seguimos necesitando que nos escuchen con cariño, que apuesten por nosotros, que nos sean fieles los corazones en los que confiamos.
Mención aparte merecería la filosófica temática en torno a la dicotomía mente-cuerpo.
Por ponerle un pero diré que he echado de menos un poco más de aportación por parte de las bellísimas actrices secundarias.
En fin, una joya.

6,2
2.450
4
18 de marzo de 2024
18 de marzo de 2024
18 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única conversación interesante de la película termina con una de las protagonistas haciendo burla de un hombre porque, al envejecer, "se puso como un tonel". A ver, Señores... si invertimos el género de la frase y la ponemos en boca de un hombre, y quien la escribe (el guionista) es también varón... ¡defenestrado de por vida!, si no censurado. ¡Cuánta hipocresía y doble moral en algunos temas actuales!
Es lo único llamativo en una película tediosa hasta la exasperación. Durante unas semanas de verano madre e hija se reencuentran. Todo el trabajo cinematográfico consiste en estampas diarias, absolutamente vacías de contenido. La inactividad del periodo vacacional, la falta de interés de todo cuanto sucede en ese estío, nos es mostrado sin tapujos, en pantalla grande.
Amigos: las películas se hacen sobre veranos que cambian una vida, o sobre vacaciones en las que acontece, cuanto menos, algo digno de recordar. Los momentos de mayor intensidad aquí serán un porro compartido y un breve apagón de luz. Es cierto que también se puede ser muy contemplativo, muy esencialista... pero para serlo hace falta ser un artista ya madurado.
Si cualquiera de nosotros tiene o alquila una casa de campo para pintar, coge a su madre o a su hija (según nuestra edad), incorpora a un secundario que es el pintor de profesión y graba cuatro o cinco frases sin enjundia, y unos planos del verde campo en derredor, y no tiene ganas de esforzarse en ser creativo, el resultado sería parecido al de esta peli, que juega a intentar que todos nos reflejemos en ella, mostrando objetos (libros) o formas de hacer (comida) propias del espectador medio.
Es lo único llamativo en una película tediosa hasta la exasperación. Durante unas semanas de verano madre e hija se reencuentran. Todo el trabajo cinematográfico consiste en estampas diarias, absolutamente vacías de contenido. La inactividad del periodo vacacional, la falta de interés de todo cuanto sucede en ese estío, nos es mostrado sin tapujos, en pantalla grande.
Amigos: las películas se hacen sobre veranos que cambian una vida, o sobre vacaciones en las que acontece, cuanto menos, algo digno de recordar. Los momentos de mayor intensidad aquí serán un porro compartido y un breve apagón de luz. Es cierto que también se puede ser muy contemplativo, muy esencialista... pero para serlo hace falta ser un artista ya madurado.
Si cualquiera de nosotros tiene o alquila una casa de campo para pintar, coge a su madre o a su hija (según nuestra edad), incorpora a un secundario que es el pintor de profesión y graba cuatro o cinco frases sin enjundia, y unos planos del verde campo en derredor, y no tiene ganas de esforzarse en ser creativo, el resultado sería parecido al de esta peli, que juega a intentar que todos nos reflejemos en ella, mostrando objetos (libros) o formas de hacer (comida) propias del espectador medio.

6,5
6.021
8
8 de noviembre de 2023
8 de noviembre de 2023
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Género: dirigida por mujer. Equipo técnico: femenino. Temática: la sexualidad (concretada en una mujer).Idioma: catalán todo el rato; esto es, V.O.S.E. Ambientación: marco sistémico patriarcado, se entiende.
Oiga Vd. Pues con tales ingredientes se ha cocinado una propuesta fílmica sobre el desarrollo del deseo sexual, desde la infancia hasta la adultez, bastante holística, en la que no se acusa a nadie de los posibles desarreglos pulsionales de una mujer joven que ha crecido en el siglo XXI, con todo lo que esto implica.
El resultado es una película/tesis sobre posibles elementos que constituyen las formas de concretar nuestras pulsiones. Y aunque los hitos de la historia que se nos narra son los que son, los podríamos extrapolar, lo que significa que posee una lógica universal.
Un film áspero en determinados momentos, luminoso en otros, muy realista en general, y que necesitaría un poco más de vigor para ser sobresaliente.
Oiga Vd. Pues con tales ingredientes se ha cocinado una propuesta fílmica sobre el desarrollo del deseo sexual, desde la infancia hasta la adultez, bastante holística, en la que no se acusa a nadie de los posibles desarreglos pulsionales de una mujer joven que ha crecido en el siglo XXI, con todo lo que esto implica.
El resultado es una película/tesis sobre posibles elementos que constituyen las formas de concretar nuestras pulsiones. Y aunque los hitos de la historia que se nos narra son los que son, los podríamos extrapolar, lo que significa que posee una lógica universal.
Un film áspero en determinados momentos, luminoso en otros, muy realista en general, y que necesitaría un poco más de vigor para ser sobresaliente.
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