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5,2
262
6
13 de octubre de 2019
13 de octubre de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La Autopsia de Jane Doe" fue una película que sin romper con demasiados moldes manifestaba ganas por realizar algo medianamente original. No podemos decir lo mismo de "The Dead Center", ya que en gran medida se constituye influyéndose en el film anteriormente citado -las referencias son muy claras- y eso lo hace un film en cierta medida menos ambicioso, pero no por ello peor. Repite fórmulas, sí, pero lo hace con solvencia y se gana rápidamente la atención del espectador, lo que es un buen primer paso.
Billy Senese compone una película cuyo factor más importante reside en la atmósfera. El hospital se convierte en un manicomio de mala muerte en el que no desearías pasar ni una sola noche de tu vida, y el director ya lo recalca desde el inicio con el desestabilizado personaje de Shane Carruth -de lo mejor de la película- o con el sonido ambiente y la música, incluso con los planos cenitales de la ciudad y, por supuesto, también con la llegada de nuestro enigmático resucitado (John Doe). Es precisamente a partir del descubrimiento de este personaje por parte del personal médico cuando la trama comienza a volverse oscura, avanzando, por otro lado, a la par que el personaje interpretado por Bill Feehely (Edward Graham, el forense) quien sirve al espectador como hilo conductor para ir desentrañando la historia de John Doe. Una historia que desgraciadamente no se termina de cerrar, quedando enigmas sin explicar para frustración del espectador. Y esto nos lleva a un final que puede resultar un tanto insípido, pero, al igual que pasaba en "La Autopsia de Jane Doe", lo importante es realmente el desarrollo, y en eso "The Dead Center" tiene muy pocos competidores en el género del terror o el thriller, sobre todo manejando tan poco presupuesto como ha hecho Senese, de ahí que sea una película que, seguramente, dará que hablar.
Billy Senese compone una película cuyo factor más importante reside en la atmósfera. El hospital se convierte en un manicomio de mala muerte en el que no desearías pasar ni una sola noche de tu vida, y el director ya lo recalca desde el inicio con el desestabilizado personaje de Shane Carruth -de lo mejor de la película- o con el sonido ambiente y la música, incluso con los planos cenitales de la ciudad y, por supuesto, también con la llegada de nuestro enigmático resucitado (John Doe). Es precisamente a partir del descubrimiento de este personaje por parte del personal médico cuando la trama comienza a volverse oscura, avanzando, por otro lado, a la par que el personaje interpretado por Bill Feehely (Edward Graham, el forense) quien sirve al espectador como hilo conductor para ir desentrañando la historia de John Doe. Una historia que desgraciadamente no se termina de cerrar, quedando enigmas sin explicar para frustración del espectador. Y esto nos lleva a un final que puede resultar un tanto insípido, pero, al igual que pasaba en "La Autopsia de Jane Doe", lo importante es realmente el desarrollo, y en eso "The Dead Center" tiene muy pocos competidores en el género del terror o el thriller, sobre todo manejando tan poco presupuesto como ha hecho Senese, de ahí que sea una película que, seguramente, dará que hablar.

7,0
8.907
8
21 de diciembre de 2014
21 de diciembre de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminada de ver una de las secuelas que más he esperado en estos últimos años, he de decir que The Raid 2 supera en casi todo a su predecesora. La película dirigida por Gareth Evans es una patada en toda la cara a esas multimillonarias empresas de Hollywood que se gastan millones y millones en crear películas de acción que no son más que bodrios con muchos clichés (aunque tienen sus excepciones claro).
Con `solo´ 2 millones de dolares (tras el gran éxito de la primera parte Sony decidió doblar el presupuesto de la filmación) y la verdad es que ese presupuesto ha sido exprimido al máximo, en parte gracias a los bajos costes que supone grabar en un país como Indonesia, pero en gran medida gracias a la astucia del director galés.
The Raid 2 dura más que su predecesora, tiene más acción y con ello más sangre, además de un guión más trabajado y una atmósfera más lograda. La acción que se remite sobre todo al personaje de Rama, que lo encarna un genial y prometedor Iko Uwais (lo veremos en la producción norteamericana `Beyond Skyline´).*1* Algunas coreografías llegan a pecar de monótonas, pero sin pasarse.
En cuanto al argumento, ha sido algo más trabajado que en su primera parte, con más cambios de guión, más misterio y un toque extraño proporcionado por ese color rojo de suelos y paredes, o algunos extraños personajes.
Los planos están rodados con gran maestría y algunos son muy sorprendentes con preciosos volteados de cámara. Otros simplemente cuesta imaginar como han sido rodados debido a su complejidad.
La banda sonora es algo que no se mejora en esta segunda parte, si la banda sonora de la primera, compuesta por Mike Shinoda (miembro de Linkin Park) era algo aburrida y no terminaba de explotar (aunque con un gran tema en los créditos), la de está segunda parte se queda aun en menos. Sigue siendo aburrida y se nota que las escenas de acción falta algo más de chispa, algo que resulte menos aburrido verla.
Sin duda, estamos ante una de las mejores películas de acción de los últimos años. Un portento que no debe desperdiciarse si te gusta el cine de acción.
Y ahora, solo queda esperar a una prometedora tercera parte, que parece que contará con algo más de presupuesto, y con la inclusión de actores más importantes como Tony Jaa. Esperemos que este a la altura de está segunda parte.
Con `solo´ 2 millones de dolares (tras el gran éxito de la primera parte Sony decidió doblar el presupuesto de la filmación) y la verdad es que ese presupuesto ha sido exprimido al máximo, en parte gracias a los bajos costes que supone grabar en un país como Indonesia, pero en gran medida gracias a la astucia del director galés.
The Raid 2 dura más que su predecesora, tiene más acción y con ello más sangre, además de un guión más trabajado y una atmósfera más lograda. La acción que se remite sobre todo al personaje de Rama, que lo encarna un genial y prometedor Iko Uwais (lo veremos en la producción norteamericana `Beyond Skyline´).*1* Algunas coreografías llegan a pecar de monótonas, pero sin pasarse.
En cuanto al argumento, ha sido algo más trabajado que en su primera parte, con más cambios de guión, más misterio y un toque extraño proporcionado por ese color rojo de suelos y paredes, o algunos extraños personajes.
Los planos están rodados con gran maestría y algunos son muy sorprendentes con preciosos volteados de cámara. Otros simplemente cuesta imaginar como han sido rodados debido a su complejidad.
La banda sonora es algo que no se mejora en esta segunda parte, si la banda sonora de la primera, compuesta por Mike Shinoda (miembro de Linkin Park) era algo aburrida y no terminaba de explotar (aunque con un gran tema en los créditos), la de está segunda parte se queda aun en menos. Sigue siendo aburrida y se nota que las escenas de acción falta algo más de chispa, algo que resulte menos aburrido verla.
Sin duda, estamos ante una de las mejores películas de acción de los últimos años. Un portento que no debe desperdiciarse si te gusta el cine de acción.
Y ahora, solo queda esperar a una prometedora tercera parte, que parece que contará con algo más de presupuesto, y con la inclusión de actores más importantes como Tony Jaa. Esperemos que este a la altura de está segunda parte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*1*Hay escenas, como la de conducción, la pelea en la cárcel o la pelea en la cocina, que pagan el precio de la película, o lo que es lo mismo, que merece ver la película solo por esas escenas. Aunque en contra hay que decir que se dota al film de ciertos elementos innecesarios, como el bateador con su pelota, bueno, más bien hay que decir que el elemento innecesario es la pelota, pues creo que se sale totalmente del realismo propio de la película y se convierte en algo fantasioso.

5,8
176
9
20 de junio de 2021
20 de junio de 2021
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el panorama de Canarias, La piel del volcán se alza imponente en una desoladora inmensidad llena de posibilidades, pero tan tristemente relegada al servilismo como es el caso del archipiélago.
En las Islas se han rodado muchas películas, un número que se ha visto multiplicado en la última década con el desembarco de producciones que venían buscando sus beneficios fiscales, su buen clima y sus variados paisajes. Lo cierto es que la realidad cinematográfica de Canarias se ha centrado en eso. En lo relativo a producciones propias (se podrían haber realizado muchas más debido a los beneficios obtenidos) se cuentan con algunos ejemplos escasos, estrenándose la mayoría muy lejos de los circuitos comerciales. Si filtramos todavía más la búsqueda a aquellas películas que hablen sobre la realidad del territorio nos encontraremos con menos ejemplos, siendo los más significativos Guarapo (1988) y Mararía (1998).
Tal vez sea la ausencia lo que haga tan grande a La piel del volcán, pero, siendo sinceros, es un filme de bajo presupuesto que parece mucho más costoso de lo que es. Por lo tanto, su factura es lo suficientemente buena para que su estreno comercial no sea, ni de lejos, un despropósito fruto del devastado repertorio que nos ha dejado la pandemia.
Nos encontramos con una película que se ajusta de manera sobresaliente a la originalidad de su guion, que tiene reminiscencias de El atlas de las nubes (2012) incluso hasta en su propia ejecución (diferentes personajes interpretados por un mismo actor). El desarrollo de la trama nos conduce a través de tres periodos históricos que, si bien están ambientados en la isla de Gran Canaria, pueden hablar en su conjunto de todo el archipiélago: el dolor remanente tras la conquista; el inicio del franquismo y su consecuente represión; y la actual corrupción política. Tres etapas que su director (al que sin duda podríamos tildar de "autor") ha calificado como cicatrices que siguen causando estragos y debates en la sociedad isleña.
Por eso mismo, y aunque también sea una manera de escatimar los gastos, el formato de usar a cada uno de los tres actores principales para interpretar a tres personajes diferentes resulta, cuanto menos, acertado. Esto resalta una magnífica sensación de trascendencia temporal que nos habla de esos problemas heredados, que siguen latentes y que, al mismo tiempo, son cruzados por un amor eterno que fluye con el mismo tiempo y que, sin duda, nos está hablando de un sentimiento mucho mayor.
Esta sensación también se logra gracias al montaje, entremezclando las historias hasta formar una conjunción que parece formar una sola línea argumental, pese a que su narrativa ofrece hasta cuatro temporalidades en paralelo.
Y si bien su montaje va encaminado a ofrecernos un producto de entretenimiento, con un ritmo que remarca una cadente tensión, su expresividad metafórica y alegórica nos habla también de un cine que no minusvalora la capacidad del espectador por encontrar resquicios y elementos que aporten una mayor complejidad a la trama, surgiendo una diversidad de interpretaciones artísticas: la espera de Salvadora, el canario en la jaula, la iconografía de la Virgen, el relato arqueológico e historiográfico, etc. Ingredientes que pueden hacer más que interesante un análisis exhaustivo del filme ante aquellos que busquen una mayor profundidad.
Lejos de esto también ofrece una buena fotografía, con un plano secuencia inicial muy logrado, ayudando a la película a absorber al espectador en sus entrañas. En términos generales, Mario Blanco captura unos exteriores con una pátina terrosa de colores ocre que, aunque tenga una mayor fuerza visual en sus exteriores, se muestra igual de apagado en sus interiores, donde predominan en muchas ocasiones los claroscuros.
Como broche de oro, la banda sonora de Navid Hejazi, que sin sobrepasar en ningún momento a las imágenes subraya todo el contenido dramático a la par que ayuda a generar esa constante tensión que impregna al filme.
En conjunto La piel del volcán es una película sólida, que oculta bien sus dificultades y que se ampara en una narrativa que emociona, que se aleja del sentimentalismo y de la frialdad, quedándose en un punto de sutileza en el que la pasión, en lugar de desbórdanos, nos conmueve. Sin duda, la producción canaria más importante de lo que llevamos de siglo.
En las Islas se han rodado muchas películas, un número que se ha visto multiplicado en la última década con el desembarco de producciones que venían buscando sus beneficios fiscales, su buen clima y sus variados paisajes. Lo cierto es que la realidad cinematográfica de Canarias se ha centrado en eso. En lo relativo a producciones propias (se podrían haber realizado muchas más debido a los beneficios obtenidos) se cuentan con algunos ejemplos escasos, estrenándose la mayoría muy lejos de los circuitos comerciales. Si filtramos todavía más la búsqueda a aquellas películas que hablen sobre la realidad del territorio nos encontraremos con menos ejemplos, siendo los más significativos Guarapo (1988) y Mararía (1998).
Tal vez sea la ausencia lo que haga tan grande a La piel del volcán, pero, siendo sinceros, es un filme de bajo presupuesto que parece mucho más costoso de lo que es. Por lo tanto, su factura es lo suficientemente buena para que su estreno comercial no sea, ni de lejos, un despropósito fruto del devastado repertorio que nos ha dejado la pandemia.
Nos encontramos con una película que se ajusta de manera sobresaliente a la originalidad de su guion, que tiene reminiscencias de El atlas de las nubes (2012) incluso hasta en su propia ejecución (diferentes personajes interpretados por un mismo actor). El desarrollo de la trama nos conduce a través de tres periodos históricos que, si bien están ambientados en la isla de Gran Canaria, pueden hablar en su conjunto de todo el archipiélago: el dolor remanente tras la conquista; el inicio del franquismo y su consecuente represión; y la actual corrupción política. Tres etapas que su director (al que sin duda podríamos tildar de "autor") ha calificado como cicatrices que siguen causando estragos y debates en la sociedad isleña.
Por eso mismo, y aunque también sea una manera de escatimar los gastos, el formato de usar a cada uno de los tres actores principales para interpretar a tres personajes diferentes resulta, cuanto menos, acertado. Esto resalta una magnífica sensación de trascendencia temporal que nos habla de esos problemas heredados, que siguen latentes y que, al mismo tiempo, son cruzados por un amor eterno que fluye con el mismo tiempo y que, sin duda, nos está hablando de un sentimiento mucho mayor.
Esta sensación también se logra gracias al montaje, entremezclando las historias hasta formar una conjunción que parece formar una sola línea argumental, pese a que su narrativa ofrece hasta cuatro temporalidades en paralelo.
Y si bien su montaje va encaminado a ofrecernos un producto de entretenimiento, con un ritmo que remarca una cadente tensión, su expresividad metafórica y alegórica nos habla también de un cine que no minusvalora la capacidad del espectador por encontrar resquicios y elementos que aporten una mayor complejidad a la trama, surgiendo una diversidad de interpretaciones artísticas: la espera de Salvadora, el canario en la jaula, la iconografía de la Virgen, el relato arqueológico e historiográfico, etc. Ingredientes que pueden hacer más que interesante un análisis exhaustivo del filme ante aquellos que busquen una mayor profundidad.
Lejos de esto también ofrece una buena fotografía, con un plano secuencia inicial muy logrado, ayudando a la película a absorber al espectador en sus entrañas. En términos generales, Mario Blanco captura unos exteriores con una pátina terrosa de colores ocre que, aunque tenga una mayor fuerza visual en sus exteriores, se muestra igual de apagado en sus interiores, donde predominan en muchas ocasiones los claroscuros.
Como broche de oro, la banda sonora de Navid Hejazi, que sin sobrepasar en ningún momento a las imágenes subraya todo el contenido dramático a la par que ayuda a generar esa constante tensión que impregna al filme.
En conjunto La piel del volcán es una película sólida, que oculta bien sus dificultades y que se ampara en una narrativa que emociona, que se aleja del sentimentalismo y de la frialdad, quedándose en un punto de sutileza en el que la pasión, en lugar de desbórdanos, nos conmueve. Sin duda, la producción canaria más importante de lo que llevamos de siglo.

7,0
57.805
9
22 de julio de 2017
22 de julio de 2017
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dunkirk es uno de los grandes lanzamientos de este 2017, no solo por la expectación que han ido generando los tráilers, sino por el hecho de tratarse de una obra dirigida por Christopher Nolan, posiblemente uno de los cineastas más seguidos y más prolíficos de lo que llevamos de siglo.
Las expectativas generadas no llegan a satisfacer del todo. Es una buena película, sin más. La originalidad y sus virtudes se centran sobre todo desde el punto de vista de la estructuración del guión y del montaje, dividiendo el film en tres líneas argumentales con una cronología distinta para cada una de ellas. Esto provoca cierta complejidad que hará que estemos más concentrados en la pantalla, a la vez que se genera un mayor efecto de tensión (el director sabe jugar perfectamente con las partes de la película). Su otra virtud es la de conseguir generar una gran angustia durante todo el metraje, con algunas partes mejor elaboradas y conseguidas que otras, gracias a la eficacia de la banda sonora, compuesta como viene siendo habitual en la obras de Nolan por Hans Zimmer, a la vez que una gran fotografía y montaje.
Sus puntos flacos se encuentran en la sencillez de la historia que nos quieren contar. Se trata, como ha dicho algún crítico que otro, de la obra más sencilla del director. A la trama le falta un mayor desarrollo, contar algo más, centrarse un poco más en la historia, y luego acompañar todo esto con las virtudes tecnológicas que han mostrado. El hecho de tener una historia que es relatada por encima (no se buscaba hacer lo contrario a esto) no permite que los personajes se desarrollen mucho, siendo bastante planos y generando pocos diálogos.
En definitiva, Dunkirk es una experiencia sensorial total, que podría haber dado más de sí, y que finalmente se ha quedado a mitad de camino de lo que podría haber sido una obra maestra.
Las expectativas generadas no llegan a satisfacer del todo. Es una buena película, sin más. La originalidad y sus virtudes se centran sobre todo desde el punto de vista de la estructuración del guión y del montaje, dividiendo el film en tres líneas argumentales con una cronología distinta para cada una de ellas. Esto provoca cierta complejidad que hará que estemos más concentrados en la pantalla, a la vez que se genera un mayor efecto de tensión (el director sabe jugar perfectamente con las partes de la película). Su otra virtud es la de conseguir generar una gran angustia durante todo el metraje, con algunas partes mejor elaboradas y conseguidas que otras, gracias a la eficacia de la banda sonora, compuesta como viene siendo habitual en la obras de Nolan por Hans Zimmer, a la vez que una gran fotografía y montaje.
Sus puntos flacos se encuentran en la sencillez de la historia que nos quieren contar. Se trata, como ha dicho algún crítico que otro, de la obra más sencilla del director. A la trama le falta un mayor desarrollo, contar algo más, centrarse un poco más en la historia, y luego acompañar todo esto con las virtudes tecnológicas que han mostrado. El hecho de tener una historia que es relatada por encima (no se buscaba hacer lo contrario a esto) no permite que los personajes se desarrollen mucho, siendo bastante planos y generando pocos diálogos.
En definitiva, Dunkirk es una experiencia sensorial total, que podría haber dado más de sí, y que finalmente se ha quedado a mitad de camino de lo que podría haber sido una obra maestra.
17 de octubre de 2015
17 de octubre de 2015
17 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
''Hidden: Terror en Kingsville'' puede parecer en primera instancia la típica película de terror apocalíptica, pues en cierta forma lo es, pero contiene los suficientes elementos como para distinguirse de otras producciones del mismo carácter. Los protagonistas, Ray, Clayre y Zoe (padre,madre e hija), concentran todas sus fuerzas en evitar que los ''bufadores'' (antagonistas de esta película) entren en el refugio en el que se encuentran, por lo tanto se nos vuelve a poner ante nosotros un claro ejercicio de supervivencia (por algo es una película de terror).
La mayor parte del filme lo pasaremos dentro del refugio con los tres supervivientes, y haremos algún viaje al pasado, a través de flashbacks, para saber como empezó todo. A medida que pasa la película irán sucediendo cosas que irán complicando la supervivencia, por lo que no nos resultará aburrido permanecer casi todo el tiempo en el mismo lugar. A eso se le une que la proyección es bastante corta, ni siquiera llega a la hora y media, así que salvo sorpresa, no se nos hará larga.
En cuanto a esos elementos que conforman la parte original de la película, y la que la convierte en candidata futura a entrar en el llamado ''cine de culto'', se concentran casi todos en su giro argumental, por lo que no desvelaré nada más sobre ello.
Otro de los puntos de la película es que pese a posicionarse más como una película de terror, funciona incluso mejor como película de misterio, jugando bastante con nosotros, ocultándonos quienes son los ''bufadores'' y dándoles una reducida apariencia, para contribuir más a ese giro argumental del que hablaba. La parte de terror, pese a estar algo más descuidada, nos puede dar algún susto de vez en cuando, eso sí, suelen ser bastante evidentes y no tienen un carácter muy presencial.
''Hidden'' es una película de escaso presupuesto, se deja notar, pero tiene lo suficiente para verla y quedar, aunque sea, un poco contento. En definitiva, no esperen nada súper rompedor, ni la gran película de terror que tanto llevan esperando, véanla para pasar el rato y deléitense con su final.
La mayor parte del filme lo pasaremos dentro del refugio con los tres supervivientes, y haremos algún viaje al pasado, a través de flashbacks, para saber como empezó todo. A medida que pasa la película irán sucediendo cosas que irán complicando la supervivencia, por lo que no nos resultará aburrido permanecer casi todo el tiempo en el mismo lugar. A eso se le une que la proyección es bastante corta, ni siquiera llega a la hora y media, así que salvo sorpresa, no se nos hará larga.
En cuanto a esos elementos que conforman la parte original de la película, y la que la convierte en candidata futura a entrar en el llamado ''cine de culto'', se concentran casi todos en su giro argumental, por lo que no desvelaré nada más sobre ello.
Otro de los puntos de la película es que pese a posicionarse más como una película de terror, funciona incluso mejor como película de misterio, jugando bastante con nosotros, ocultándonos quienes son los ''bufadores'' y dándoles una reducida apariencia, para contribuir más a ese giro argumental del que hablaba. La parte de terror, pese a estar algo más descuidada, nos puede dar algún susto de vez en cuando, eso sí, suelen ser bastante evidentes y no tienen un carácter muy presencial.
''Hidden'' es una película de escaso presupuesto, se deja notar, pero tiene lo suficiente para verla y quedar, aunque sea, un poco contento. En definitiva, no esperen nada súper rompedor, ni la gran película de terror que tanto llevan esperando, véanla para pasar el rato y deléitense con su final.
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