La soledad de la protagonista se siente todo el tiempo.

La película muestra a una mujer que se siente querida en función de su entrega a la música pero que, cuando esa entrega ya no es posible, se siente abandonada y, en su impotencia, se derrumba poco a poco en su soledad. No busca que la alaben por arrogancia; lo que busca es que la amen pero, para ser amada, piensa ella, debe cantar (siempre ha cantado para los demás, nunca para sí misma)... Por tanto, no existe vida fuera del escenario.

La película es bellísima audiovisualmente, con momentos llenos de poesía; pero lo mejor es sin duda la interpretación de los actores, especialmente y, como no podía ser de otro modo, Angelina Jolie.

Película bonita en conjunto pero que no profundiza demasiado en la personalidad del protagonista; parece que, sencillamente, lo vemos pasar por la vida sin demasiada trascendencia, dejándose llevar sin apenas tiempo para nada más que no sea la supervivencia. Las estaciones se suceden dejando cicatrices, y los sueños e ilusiones, si es que los había, se van desvaneciendo. A pesar de su belleza estética, el relato es algo superficial si bien no carente de pesimismo, y sólo al final parece que se vislumbra un tímido destello de esperanza.

Película mítica a la que vuelves una y otra vez porque siempre te deja un poso de esperanza.

En esta historia hay dos capas. En la superficie es una historia sobre cómo una joven debe sobrevivir en un lugar alejado de la civilización; en el fondo, la de una joven que, poco a poco, se va liberando de su dolor. Y es que ella fue, durante toda su vida, una superviviente... La serie se ve con agrado y es hermosa, muy diferente a lo que uno esperaría, y después de verla deja buen recuerdo.

Película que nos sugiere, más que nos cuenta, una historia para no dormir y que logra por momentos atraparnos. Minutos finales que sobrecogen, sobre todo por el buen hacer de los actores. Se ve con agradado (excepto por el comienzo, como explico en el spoiler).