Las escenas de acción no crean tensión. La música no encaja con las imágenes. La empatía con la chica protagonista no se produce. La imagen de España como paraiso de los toros y las juergas flamencas ya cansa. Las peleas no resultan creíbles. Los sustos (pocos) no asustan. Lo único bueno son algunas imágenes bonitas.

Malos, en el sentido de torpes, lentos (aunque eso ya se sabe desde aquella frase de "ser mas lento que el caballo del malo"), desorganizados, previsibles, ridículos, faltos de iniciativa, estúpidos, despistados, incompetentes, desorientados, limitados mentales, tarados... y un sinfín de calificativos similares.

La película no tiene verosimilitud. Aunque se trate de un survival, las situaciones deberían tener cierta coherencia dentro de la temática. Hasta la buenos son unos bocazas y se aventuran donde nadie en su sano juicio se atrevería pero, claro, si no comenten (y repiten) imprudencias no tendríamos historia, al menos esta historia. Eso sí, la protagonista luce espléndidamente y la iluminación nocturna permite ver todos los detalles. No todo es malo.

Habrá quien diga que el argumento puede ahuyentar turistas con destino India, o que trata de criticar situaciones machistas. Eso ya lo dejo para otro tipo de discusión.

Telefilm deslabazado con una historia paralela totalmente prescindible que ocupa la mitad del metraje bajo la apariencia de una crítica a la farándula del cine pero metida a calzador. El mayor interés de la cinta reside en ver los inicios de Michelle.

Buena idea para un corto pero que no da para un largo (y mucho menos una secuela...¿ahora en El Corte Inglés?). Parece mentira que los trabajos iniciales tan buenos de Lucas Figueroa hayan patinado así en esta película. Hay momentos interesantes pero falla estrepitosamente el reparto del que solo se salva A. Garrido (sin estar aquí perfecta). Esperemos que el director se recupere para la próxima ocasión.

Tampoco parece buena elección hacerle un publireportaje de hora y media a una tienda, parte interesada sin duda en el éxito del proyecto. Supongo que hay que sacar financiación de algún lado, pero el resultado se resiente.

...con vistas a Edimburgo que es el personaje que resulta más favorecido en todo el metraje. Debería tener subvención del ayuntamiento porque seguro que aumentan las visitas turísticas tras el estreno.

Las voces y actuaciones están bastante bien pero el argumento no da mucho más de sí. Es el problema de los musicales tipo gramola, como éste, porque al partir de canciones ya existentes, la narración resulta muy condicionada y, en ocasiones, tremendamente forzada (en el spoiler va un ejemplo). Decae especialmente en el tercer cuarto de la proyección. Hasta entonces, las canciones de los Proclaimers brillan por sí mismas y por los arreglos que de ellas hacen.

No tuve oportunidad de ver el musical en el teatro así que no puedo compararlos. Como film tiene momentos bonitos pero difíciles de cohexionar con éxito.

Eso sí, buena oportunidad para redescubrir a los gemelos de Leith que firman la banda sonora y que tienen su cameo correspondiente.