You must be a loged user to know your affinity with Beatriz Jimenez
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,7
42.229
8
15 de abril de 2013
15 de abril de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El próximo viernes 19 de abril se estrena en nuestras salas la película La caza (The hunt), del director danés Thomas Vinterberg, quien fuera el llamado cofundador del movimiento Dogma. Esta producción es un drama que nos narra un desafortunado incidente que cambiará de manera abrupta la vida del protagonista.
Lucas es un hombre decente, que trabaja en la guardería de una pequeña comunidad. Un día, una de las niñas de la guardería realiza una falsa acusación contra Lucas, que de repente será marcado como sospechoso de abusar sexualmente de la pequeña.
Inmediatamente, las sospechas se convierten en acusaciones, y Lucas comprobará cómo la comunidad se vuelve en su contra, incluidos aquellos que él consideraba como sus amigos. En sólo unos días, deberá enfrentarse al derrumbe de toda su vida: la pérdida de su trabajo, la oposición de su exmujer a que pueda entablar contacto con su hijo, la destrucción de una nueva relación sentimental y el rechazo furibundo de sus vecinos y amigos.
Resulta increíble asistir a la reacción de este hombre agraviado, que se enfrentará a la situación con la dignidad que le permite el saberse inocente; así como contemplar las consecuencias de prejuzgar y condenar sin pruebas a otro ser humano.
Toda una muestra de la conducta humana, en todas sus vertientes, que se apoya en el magnífico trabajo del protagonista, interpretado por Mads Mikkelsen, conocido popularmente por ser el malvado Le Chiffre en Casino Royale. Mikkelsen ofrece una gran interpretación, contenida, de un hombre en el que se podría destacar su carácter nórdico, que intenta entender y hacer entender el trágico suceso en el que se ve involuntariamente envuelto.
Quizás la historia del sufrimiento e injusta condena de un falso culpable no sea original en el cine, del que hemos visto numerosos ejemplos, pero resulta perturbadora e impactante, y crea un fino suspense entorno a la lucha de este hombre por reafirmar su inocencia y hasta su humanidad.
También resulta original el tratamiento de Vinterberg, que obvia la investigación policial para centrarse en el efecto de la sinrazón en la vida de esta víctima aleatoria y en las reacciones de los que se convierten en jueces y verdugos del supuesto ultraje.
Lo mejor: el gran trabajo de Mads Mikkelsen; las escenas del supermercado y la iglesia; y el tratamiento de la acusación.
Lo peor: que no se trate de una historia original, por haber sido tratada en múltiples ocasiones en el cine.
http://www.bollacos.com/la-caza-the-hunt-demoledora-sinrazon/
Lucas es un hombre decente, que trabaja en la guardería de una pequeña comunidad. Un día, una de las niñas de la guardería realiza una falsa acusación contra Lucas, que de repente será marcado como sospechoso de abusar sexualmente de la pequeña.
Inmediatamente, las sospechas se convierten en acusaciones, y Lucas comprobará cómo la comunidad se vuelve en su contra, incluidos aquellos que él consideraba como sus amigos. En sólo unos días, deberá enfrentarse al derrumbe de toda su vida: la pérdida de su trabajo, la oposición de su exmujer a que pueda entablar contacto con su hijo, la destrucción de una nueva relación sentimental y el rechazo furibundo de sus vecinos y amigos.
Resulta increíble asistir a la reacción de este hombre agraviado, que se enfrentará a la situación con la dignidad que le permite el saberse inocente; así como contemplar las consecuencias de prejuzgar y condenar sin pruebas a otro ser humano.
Toda una muestra de la conducta humana, en todas sus vertientes, que se apoya en el magnífico trabajo del protagonista, interpretado por Mads Mikkelsen, conocido popularmente por ser el malvado Le Chiffre en Casino Royale. Mikkelsen ofrece una gran interpretación, contenida, de un hombre en el que se podría destacar su carácter nórdico, que intenta entender y hacer entender el trágico suceso en el que se ve involuntariamente envuelto.
Quizás la historia del sufrimiento e injusta condena de un falso culpable no sea original en el cine, del que hemos visto numerosos ejemplos, pero resulta perturbadora e impactante, y crea un fino suspense entorno a la lucha de este hombre por reafirmar su inocencia y hasta su humanidad.
También resulta original el tratamiento de Vinterberg, que obvia la investigación policial para centrarse en el efecto de la sinrazón en la vida de esta víctima aleatoria y en las reacciones de los que se convierten en jueces y verdugos del supuesto ultraje.
Lo mejor: el gran trabajo de Mads Mikkelsen; las escenas del supermercado y la iglesia; y el tratamiento de la acusación.
Lo peor: que no se trate de una historia original, por haber sido tratada en múltiples ocasiones en el cine.
http://www.bollacos.com/la-caza-the-hunt-demoledora-sinrazon/
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Star Wars: El despertar de la fuerza, dirigida por J.J. Abrams, es uno de los filmes que más expectación ha causado en los últimos años. La trilogía original de La guerra de las galaxias (1977-1983) tiene una merecida legión de fans en todo el mundo que, tras el desastre de las infames precuelas (1999-2005), esperaban ansiosos a que alguien restituyera la magia de las películas preliminares.
Si eres de los que todavía no han acudido a las salas de cine, seguro que lo que te interesa es saber, en una frase, si realmente esta nueva entrega cumple con las (altas) expectativas. El despertar de la fuerza es entretenida, hasta muy entretenida en algunas partes e incluso espectacular en otras. Si eso es lo que buscas, tienes nuestra bendición, seguro que lo encuentras.
El despertar de la fuerza consta de dos partes: una primera, la mejor y más amena, cargada de acción, donde se nos presenta a los nuevos personajes; y una segunda, menor, donde se acusa la excesiva duración de la cinta (135 minutos), a pesar de que contiene alguna de las escenas más espectaculares en las luchas entre la Resistencia y la malvada Primera Orden.
Eso sí, este filme no aguanta el más mínimo análisis, ya que se trata de un remake encubierto del episodio IV: La guerra de las galaxias. Una cosa es intentar recuperar lo que hizo grandes a las primeras producciones, y otra muy distinta es intentar copiar, casi al detalle, la historia que dio inicio a la saga cinematográfica.
Pero claro, es que se ha contado con todo un prestidigitador, J.J. Abrams, uno de los pocos que, tras engañar de la peor manera al respetable al no cumplir las también altas expectativas de Lost (Perdidos), salió reforzado convirtiéndose en el niño mimado de Hollywood. A su favor hay que admitir que las escenas de acción están rodadas a la perfección y que, finalmente, ha eliminado los absurdos destellos de luz que tan famoso le han hecho.
Por lo demás, nos encontramos con unos nuevos personajes que resultan, en su mayoría, fallidos: Daisy Ridley, como Rey, es la que mejor parada sale, interpretando a una joven que se verá envuelta en la lucha entre el bien y el mal, y que asume el rol de héroe, a pesar de que ciertas situaciones no resulten creíbles; John Boyega, como Finn, que se convertirá en el fiel compañero de Rey, compone un personaje de lo más insulso; Oscar Isaac, como Poe Dameron, supone un talento totalmente desperdiciado, ya que su participación es casi testimonial; y luego está el malvado Kylo Ren, interpretado por Adam Driver, que no puede ser más anodino, en cuanto se quita la máscara, que intenta emular al gran Darth Vader, nos presenta a un llorica e insípido joven en uno de los malos más patéticos que hemos podido ver en pantalla.
Fallidos porque, en realidad, el personaje más interesante de esta nueva producción sigue siendo (oh, sorpresa) el gran Han Solo, con un Harrison Ford que se sigue zampando con patatas al resto de reparto con su aparición junto a su inseparable Chewbacca. Porque de la aparición de Leia preferiríamos olvidarnos; una acartonada Carrie Fisher es otra víctima más del botox, que le impide mostrar la más mínima emoción.
No obstante, si nos olvidamos de que conocemos perfectamente la original La guerra de las galaxias y lo que queremos es pasar un rato divertido y entretenido, sumergiéndonos en un universo muy añorado, esta El despertar de la fuerza puede ser una buena opción, siempre que optes por renunciar a cualquier tipo de análisis.
Lo mejor: no era muy difícil mejorar el mal sabor de boca que dejó la reciente saga que se inició con La amenaza fantasma, pero hay que reconocer que J.J. Abrams ha creado una entretenida y divertida cinta de ciencia-ficción.
Lo peor: si no estuviera aprobada por el mismísimo George Lucas, esta película sería acusada de plagio (y perdería).
http://www.bollacos.com/star-wars-el-despertar-de-la-fuerza-deja-vu/
Si eres de los que todavía no han acudido a las salas de cine, seguro que lo que te interesa es saber, en una frase, si realmente esta nueva entrega cumple con las (altas) expectativas. El despertar de la fuerza es entretenida, hasta muy entretenida en algunas partes e incluso espectacular en otras. Si eso es lo que buscas, tienes nuestra bendición, seguro que lo encuentras.
El despertar de la fuerza consta de dos partes: una primera, la mejor y más amena, cargada de acción, donde se nos presenta a los nuevos personajes; y una segunda, menor, donde se acusa la excesiva duración de la cinta (135 minutos), a pesar de que contiene alguna de las escenas más espectaculares en las luchas entre la Resistencia y la malvada Primera Orden.
Eso sí, este filme no aguanta el más mínimo análisis, ya que se trata de un remake encubierto del episodio IV: La guerra de las galaxias. Una cosa es intentar recuperar lo que hizo grandes a las primeras producciones, y otra muy distinta es intentar copiar, casi al detalle, la historia que dio inicio a la saga cinematográfica.
Pero claro, es que se ha contado con todo un prestidigitador, J.J. Abrams, uno de los pocos que, tras engañar de la peor manera al respetable al no cumplir las también altas expectativas de Lost (Perdidos), salió reforzado convirtiéndose en el niño mimado de Hollywood. A su favor hay que admitir que las escenas de acción están rodadas a la perfección y que, finalmente, ha eliminado los absurdos destellos de luz que tan famoso le han hecho.
Por lo demás, nos encontramos con unos nuevos personajes que resultan, en su mayoría, fallidos: Daisy Ridley, como Rey, es la que mejor parada sale, interpretando a una joven que se verá envuelta en la lucha entre el bien y el mal, y que asume el rol de héroe, a pesar de que ciertas situaciones no resulten creíbles; John Boyega, como Finn, que se convertirá en el fiel compañero de Rey, compone un personaje de lo más insulso; Oscar Isaac, como Poe Dameron, supone un talento totalmente desperdiciado, ya que su participación es casi testimonial; y luego está el malvado Kylo Ren, interpretado por Adam Driver, que no puede ser más anodino, en cuanto se quita la máscara, que intenta emular al gran Darth Vader, nos presenta a un llorica e insípido joven en uno de los malos más patéticos que hemos podido ver en pantalla.
Fallidos porque, en realidad, el personaje más interesante de esta nueva producción sigue siendo (oh, sorpresa) el gran Han Solo, con un Harrison Ford que se sigue zampando con patatas al resto de reparto con su aparición junto a su inseparable Chewbacca. Porque de la aparición de Leia preferiríamos olvidarnos; una acartonada Carrie Fisher es otra víctima más del botox, que le impide mostrar la más mínima emoción.
No obstante, si nos olvidamos de que conocemos perfectamente la original La guerra de las galaxias y lo que queremos es pasar un rato divertido y entretenido, sumergiéndonos en un universo muy añorado, esta El despertar de la fuerza puede ser una buena opción, siempre que optes por renunciar a cualquier tipo de análisis.
Lo mejor: no era muy difícil mejorar el mal sabor de boca que dejó la reciente saga que se inició con La amenaza fantasma, pero hay que reconocer que J.J. Abrams ha creado una entretenida y divertida cinta de ciencia-ficción.
Lo peor: si no estuviera aprobada por el mismísimo George Lucas, esta película sería acusada de plagio (y perdería).
http://www.bollacos.com/star-wars-el-despertar-de-la-fuerza-deja-vu/

6,8
15.127
8
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace mucho tiempo que el cine se ha convertido en un mero negocio: el de vender entradas y palomitas. Por eso es maravilloso, y tan importante, descubrir a esos pocos osados que devuelven al cine a su categoría de arte. Eso es lo que ha conseguido Paula Ortiz, la directora de esta estupenda La novia, en su personalísima adaptación de Bodas de sangre, de Federico García Lorca.
Los mejores momentos de esta intensa adaptación los encontramos cuando la directora se sumerge de lleno en el ambiente opresivo de los dramas lorquianos y cuando da rienda suelta a su creatividad intentando plasmar toda la simbología que posee el texto de Bodas de sangre. También en aquellos momentos en que se rescata el texto original, abrazando la poesía y el lirismo que envuelven a los personajes de fatalidad y tragedia o breves pasajes de amor.
Y de la misma manera que en el maravilloso Macbeth de Justin Kurzel, encontramos en La novia otro original ejercicio visual y estilístico, aferrándose a la simbología de una de las grandes tragedias lorquianas y plasmándola en imágenes, a la vez que renunciando a una ortodoxa adaptación de la obra teatral.
Muchos son los puntos en común de estas dos arriesgadas producciones, si Kurzel contaba con un monstruo de la interpretación como Michael Fassbender, aquí Paula Ortiz ha encontrado a la protagonista perfecta en una Inma Cuesta que realiza un trabajo fantástico. Cuesta expresa todo el dolor, el amor, el anhelo, la culpa y el deseo de su personaje en una interpretación cargada de fuerza e intensidad, en esos ojos que taladran la pantalla y que tan bien ha sabido buscar y seguir la realizadora.
Una lástima que el resto del reparto no esté al nivel de Cuesta. Sobre todo en lo que respecta al personaje de Leonardo, interpretado por Álex García, que si bien cumple a la perfección en el aspecto físico de su personaje, falla completamente a la hora de dar la réplica a la protagonista, con la que no tiene ninguna química, algo fundamental cuando él es el desencadenante de la tragedia en este clásico triángulo amoroso. Igualmente, a Asier Etxeandia, aunque claramente realiza una mejor interpretación que su rival, le falta un poco de fuerza en su papel de agraviado novio. También se echa de menos una actriz de raza que diera vida al personaje de la madre, interpretado aquí por Luisa Gavasa. ¿Qué hubiera creado alguien como Amparo Rivelles, Terele Pávez o Amparo Baró, o un actor masculino que, además de presencia física, supiera interpretar? Nunca lo sabremos.
Aunque tenemos que destacar la espléndida fotografía de Migue Amoedo, en mi opinión creo que es demasiado luminosa para un drama opresivo y fatalista como el de Lorca. Son pequeñas desventajas (aunque cuesta pensar en su magnífica fotografía de esta manera) que desvirtúan ligeramente lo que podría haber sido una obra maestra.
Pero no nos malinterpretes, desde aquí solo podemos dar las gracias a Paula Ortiz por recuperar la obra de uno de nuestros mejores dramaturgos, y por acercarse a ella con su particular visión, creando una original propuesta que te recomendamos encarecidamente disfrutes en pantalla grande.
Lo mejor: la interpretación de Inma Cuesta; la plasmación de la simbología lorquiana y la arriesgada adaptación de uno de nuestros mejores clásicos.
Lo peor: el resto del reparto, especialmente Álex García, no está a la altura de su protagonista.
http://www.bollacos.com/la-novia-sangre-y-fatalidad/
Los mejores momentos de esta intensa adaptación los encontramos cuando la directora se sumerge de lleno en el ambiente opresivo de los dramas lorquianos y cuando da rienda suelta a su creatividad intentando plasmar toda la simbología que posee el texto de Bodas de sangre. También en aquellos momentos en que se rescata el texto original, abrazando la poesía y el lirismo que envuelven a los personajes de fatalidad y tragedia o breves pasajes de amor.
Y de la misma manera que en el maravilloso Macbeth de Justin Kurzel, encontramos en La novia otro original ejercicio visual y estilístico, aferrándose a la simbología de una de las grandes tragedias lorquianas y plasmándola en imágenes, a la vez que renunciando a una ortodoxa adaptación de la obra teatral.
Muchos son los puntos en común de estas dos arriesgadas producciones, si Kurzel contaba con un monstruo de la interpretación como Michael Fassbender, aquí Paula Ortiz ha encontrado a la protagonista perfecta en una Inma Cuesta que realiza un trabajo fantástico. Cuesta expresa todo el dolor, el amor, el anhelo, la culpa y el deseo de su personaje en una interpretación cargada de fuerza e intensidad, en esos ojos que taladran la pantalla y que tan bien ha sabido buscar y seguir la realizadora.
Una lástima que el resto del reparto no esté al nivel de Cuesta. Sobre todo en lo que respecta al personaje de Leonardo, interpretado por Álex García, que si bien cumple a la perfección en el aspecto físico de su personaje, falla completamente a la hora de dar la réplica a la protagonista, con la que no tiene ninguna química, algo fundamental cuando él es el desencadenante de la tragedia en este clásico triángulo amoroso. Igualmente, a Asier Etxeandia, aunque claramente realiza una mejor interpretación que su rival, le falta un poco de fuerza en su papel de agraviado novio. También se echa de menos una actriz de raza que diera vida al personaje de la madre, interpretado aquí por Luisa Gavasa. ¿Qué hubiera creado alguien como Amparo Rivelles, Terele Pávez o Amparo Baró, o un actor masculino que, además de presencia física, supiera interpretar? Nunca lo sabremos.
Aunque tenemos que destacar la espléndida fotografía de Migue Amoedo, en mi opinión creo que es demasiado luminosa para un drama opresivo y fatalista como el de Lorca. Son pequeñas desventajas (aunque cuesta pensar en su magnífica fotografía de esta manera) que desvirtúan ligeramente lo que podría haber sido una obra maestra.
Pero no nos malinterpretes, desde aquí solo podemos dar las gracias a Paula Ortiz por recuperar la obra de uno de nuestros mejores dramaturgos, y por acercarse a ella con su particular visión, creando una original propuesta que te recomendamos encarecidamente disfrutes en pantalla grande.
Lo mejor: la interpretación de Inma Cuesta; la plasmación de la simbología lorquiana y la arriesgada adaptación de uno de nuestros mejores clásicos.
Lo peor: el resto del reparto, especialmente Álex García, no está a la altura de su protagonista.
http://www.bollacos.com/la-novia-sangre-y-fatalidad/

6,2
1.345
8
27 de noviembre de 2013
27 de noviembre de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las primeras e impactantes escenas de esta producción nos muestran a una mujer desconsolada en la cama de un hospital, que pide incansablemente que sus hijos sean enterrados en Marruecos. La siguiente imagen nos enseña cómo cuatro pequeños ataúdes blancos son introducidos en un avión. El resto de los 111 minutos de esta cinta darán respuesta a las incógnitas que plantean esas aciagas imágenes.
Perder la razón, del director Joachim Lafosse, es fundamentalmente la historia de una mujer, Murielle, interpretada maravillosamente por una actriz inmensa, Emilie Dequenne (Rosetta), justa ganadora del Premio a la Mejor Actriz en Una Cierta Mirada del Festival de Cannes 2012.
Murielle conoce y rápidamente se enamora de Mounir (Tahar Rahim, Un profeta), un emigrante marroquí, que se encuentra bajo la protección del doctor André Pinget (Niels Arestrup, Un profeta). Pero lo que parecía una bella relación con el hombre del que se enamora se convierte poco a poco en un infierno para Murielle.
Este intenso largometraje versa sobre las relaciones disfuncionales y de dependencia, con un impacto especialmente duro para Murielle, que se ve atrapada en medio de ellas, y que sufrirá los efectos del machismo y del maltrato psicológico hasta destruir su vida y su personalidad.
Emilie Dequenne ofrece una actuación impresionante, en la que parece transformarse físicamente. Es casi imposible reconocer a la luminosa, radiante, feliz y bella Murielle enamorada del principio, en la mujer anulada, deprimida y desesperada en la que se convierte.
Los coprotagonistas masculinos, Tahar Rahim, como su esposo, y Niels Arestrup, como su mentor André, que ejercen esas malsanas relaciones de dependencia entre ellos y de desaprobación continua hacia Murielle, no se encuentran a la altura de la interpretación de la actriz belga, que se come literalmente la pantalla y es capaz de mostrar una variada gama de emociones con una naturalidad desgarradora.
Un drama sobrecogedor, conmovedor y estremecedor sobre lo que ocurre puertas adentro en la vida de una familia cualquiera, una vez que el primer periodo de intensa felicidad del enamoramiento ha terminado.
Lo mejor: la espléndida interpretación de Emilie Dequenne.
Lo peor: las pocas oportunidades comerciales que tiene una cinta de este tipo, a pesar de su calidad.
http://www.bollacos.com/perder-la-razon-camino-a-la-infelicidad/
Perder la razón, del director Joachim Lafosse, es fundamentalmente la historia de una mujer, Murielle, interpretada maravillosamente por una actriz inmensa, Emilie Dequenne (Rosetta), justa ganadora del Premio a la Mejor Actriz en Una Cierta Mirada del Festival de Cannes 2012.
Murielle conoce y rápidamente se enamora de Mounir (Tahar Rahim, Un profeta), un emigrante marroquí, que se encuentra bajo la protección del doctor André Pinget (Niels Arestrup, Un profeta). Pero lo que parecía una bella relación con el hombre del que se enamora se convierte poco a poco en un infierno para Murielle.
Este intenso largometraje versa sobre las relaciones disfuncionales y de dependencia, con un impacto especialmente duro para Murielle, que se ve atrapada en medio de ellas, y que sufrirá los efectos del machismo y del maltrato psicológico hasta destruir su vida y su personalidad.
Emilie Dequenne ofrece una actuación impresionante, en la que parece transformarse físicamente. Es casi imposible reconocer a la luminosa, radiante, feliz y bella Murielle enamorada del principio, en la mujer anulada, deprimida y desesperada en la que se convierte.
Los coprotagonistas masculinos, Tahar Rahim, como su esposo, y Niels Arestrup, como su mentor André, que ejercen esas malsanas relaciones de dependencia entre ellos y de desaprobación continua hacia Murielle, no se encuentran a la altura de la interpretación de la actriz belga, que se come literalmente la pantalla y es capaz de mostrar una variada gama de emociones con una naturalidad desgarradora.
Un drama sobrecogedor, conmovedor y estremecedor sobre lo que ocurre puertas adentro en la vida de una familia cualquiera, una vez que el primer periodo de intensa felicidad del enamoramiento ha terminado.
Lo mejor: la espléndida interpretación de Emilie Dequenne.
Lo peor: las pocas oportunidades comerciales que tiene una cinta de este tipo, a pesar de su calidad.
http://www.bollacos.com/perder-la-razon-camino-a-la-infelicidad/
3
29 de diciembre de 2013
29 de diciembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Nicolas Winding Refn, director de la estupenda Drive, presentó Solo dios perdona en el Festival de Cannes, la crítica la recibió con abucheos. Aunque pueda parecer un gesto desproporcionado, uno puede entender perfectamente el motivo de dicha reacción tras visionar el último filme del realizador danés.
El ajuste de cuentas de un pederasta, violador y asesino a manos del padre de su víctima, con la connivencia de un particular policía, desencadena una oleada de violencia y venganza en Bangkok. Ryan Gosling interpreta (es un decir) al hermano del primero, a la vez que regenta un local de lucha que sirve de tapadera para el tráfico de drogas. Mientras que Kristin Scott Thomas personifica, de manera fantástica, a una madre controladora y manipuladora, que, además de disculpar las acciones de su hijo muerto, buscará vengar su muerte hasta las últimas consecuencias.
La factura visual de este largometraje resulta brillante y hasta hipnótica, con unas imágenes poderosas, bellas, dignas de la mejor creación fotográfica, pero que no albergan ningún contenido. Winding Refn alarga de manera absurda los silencios, recreándose en imágenes casi de ensueño, envueltas siempre en un juego de luces y sombras, con toda una paleta de colores cálidos, donde destaca especialmente un intenso rojo que inunda la pantalla.
Pero el cine no puede ofrecer únicamente un conjunto de bellas imágenes, necesita también el desarrollo de una historia y unos personajes. Y aquí es donde falla, estrepitosamente, el director danés. Así, Sólo dios perdona se convierte en un bello envoltorio visual vacío de contenido. Con ínfulas de autor, Winding Refn se deleita, de manera bastante pretenciosa, en estas vacuas escenas y en marcar unos silencios insostenibles, que sólo aportan tedio al espectador.
Debido al escaso diálogo que tiene el personaje de Ryan Gosling, y vistas sus limitadísimas dotes interpretativas, casi se podría haber sustituido su aportación por la de un maniquí con su rostro, sin notar apenas la diferencia entre uno y otro. Al contrario que Kristin Scott Thomas, que borda el papel de esa madre excesiva, y que mantiene su elegancia natural bajo la encarnación tremendamente vulgar de su personaje.
Lo mejor: la brillante factura visual; la banda sonora, que enfatiza las partes más hipnóticas del filme; y la actuación de la siempre estupenda Kristin Scott Thomas.
Lo peor: el absurdo misticismo que rodea al personaje del policía, interpretado por Vithaya Pansringarm, que no es más que un vulgar torturador y asesino con placa; resulta un largometraje pretencioso y aburrido; y la (nula) interpretación de Ryan Gosling, más inexpresivo que nunca.
http://www.bollacos.com/solo-dios-perdona-imagenes-vacias/
El ajuste de cuentas de un pederasta, violador y asesino a manos del padre de su víctima, con la connivencia de un particular policía, desencadena una oleada de violencia y venganza en Bangkok. Ryan Gosling interpreta (es un decir) al hermano del primero, a la vez que regenta un local de lucha que sirve de tapadera para el tráfico de drogas. Mientras que Kristin Scott Thomas personifica, de manera fantástica, a una madre controladora y manipuladora, que, además de disculpar las acciones de su hijo muerto, buscará vengar su muerte hasta las últimas consecuencias.
La factura visual de este largometraje resulta brillante y hasta hipnótica, con unas imágenes poderosas, bellas, dignas de la mejor creación fotográfica, pero que no albergan ningún contenido. Winding Refn alarga de manera absurda los silencios, recreándose en imágenes casi de ensueño, envueltas siempre en un juego de luces y sombras, con toda una paleta de colores cálidos, donde destaca especialmente un intenso rojo que inunda la pantalla.
Pero el cine no puede ofrecer únicamente un conjunto de bellas imágenes, necesita también el desarrollo de una historia y unos personajes. Y aquí es donde falla, estrepitosamente, el director danés. Así, Sólo dios perdona se convierte en un bello envoltorio visual vacío de contenido. Con ínfulas de autor, Winding Refn se deleita, de manera bastante pretenciosa, en estas vacuas escenas y en marcar unos silencios insostenibles, que sólo aportan tedio al espectador.
Debido al escaso diálogo que tiene el personaje de Ryan Gosling, y vistas sus limitadísimas dotes interpretativas, casi se podría haber sustituido su aportación por la de un maniquí con su rostro, sin notar apenas la diferencia entre uno y otro. Al contrario que Kristin Scott Thomas, que borda el papel de esa madre excesiva, y que mantiene su elegancia natural bajo la encarnación tremendamente vulgar de su personaje.
Lo mejor: la brillante factura visual; la banda sonora, que enfatiza las partes más hipnóticas del filme; y la actuación de la siempre estupenda Kristin Scott Thomas.
Lo peor: el absurdo misticismo que rodea al personaje del policía, interpretado por Vithaya Pansringarm, que no es más que un vulgar torturador y asesino con placa; resulta un largometraje pretencioso y aburrido; y la (nula) interpretación de Ryan Gosling, más inexpresivo que nunca.
http://www.bollacos.com/solo-dios-perdona-imagenes-vacias/
Más sobre Beatriz Jimenez
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here