Si de una sola calle de una ciudad única se puede sacar un documental tan bien narrado como este, sólo cabe pensar en cuántos lugares y personajes de este país no tienen su película de dicho género (mediometraje en este caso, lo que deja al espectador con ganas de más) bien por falta de interés por parte de algunos creadores, bien por escasez de recursos para luego distribuir el formato menos amado, pero más necesario, del séptimo arte.

Aquí, el título da lo que promete con una dirección más que solvente, un buen ritmo y una estupenda factura final. Da gusto escuchar hablar de cosas del pasado, cada vez más rápidamente relegadas al olvido, a algunos de sus protagonistas. Un más que recomendable visionado que huye de la nostalgia para caer en el asombro.

Hay que tener talento para hacer una documental sobre sexo y que resulte más aburrido y pacato que una clase de religión. Teniendo en cuenta que se trata de que HABLEN, hay más silencios que en una peli muda. De la sinopsis de la peli a la realidad hay un abismo.

Los testimonios que se van intercalando no siguen ninguna lógica, es como si a las autoras les diera igual el montaje del film o tener una mínima línea narrativa ni seguir un mínimo guion.

Tampoco es que haya mucha dirección: tres tipos de plano y arreando. A las pocas chicas que se muestran más seguras de su sexualidad tampoco les preguntan nada mínimamente interesante (tampoco a las del caso contrario, con una excepción), es todo muy robótico, los testimonios no terminan de fluir en su mayoría y es una pena, porque me parecen muy valientes las participantes.

Cinematográficamente, es un trabajo de un curso de audiovisuales cutre: no tiene ritmo, roza la sordidez estética, no se entiende a dónde quieren llegar las autoras o qué quieren realmente explorar (más bien, transmite que ellas tampoco lo saben).

En resumen, un documental con una premisa muy interesante que acaba malogrado por una dirección tremendamente torpe.

Esta película menor del gran Isasi-Isasmendi tiene muchas cosas a su favor: está rodada con solvencia y el aire de suspense hasta casi el final es obviamente hitchconiano. Pero es esa mezcla de géneros (drama, romance, comedia, cine negro...) la que no tenermina de dar entidad a la película. Además de ese torpe final en el que se nos explica el truco de una historia con el mundo del ilusionismo como telón de fondo. Aún así, hay hallazgos en ella que hacen recomendable su visionado.

El documental de un médico forense alemán (cómo no) en el que se pueden ver autopsias reales y como el señor, después, se va a hacer una barbacoa con sus hijos. Huye bastante del género 'mondo' y, en realidad, intenta ser bastante aséptica en su acercamiento a lo que pasa con el cuerpo humano tras la muerte (o tras ciertos tipos de muerte), a pesar de la portada de Manga Home Video para intentar atraer a fans del cine gore de la época. Interesante desde un punto de vista, tanto científico, como existencialista.

Gran comedia que exprime los pocos elementos con los que cuenta de manera estupenda, con guiño a El Discreto Encanto de la Burguesía incluido. Plasma el bestiario típico de los rodajes de cine independiente a la perfección.