La segunda entrega de Dune es más grande, más épica, más íntima completando la transformación emocional de los personajes convirtiéndose en un impecable lienzo de arte y pura ciencia ficción que da un nuevo sentido a su primera entrega y al camino de Paul Atreides. Denis Villeneuve firma una magnífica obra de una escala monumental y dimensiones bíblicas. Dune parte dos será uno de los estrenos más importantes del año y posiblemente de la decada, ya que ofrece un espectáculo visual hipnotizador, una experiencia inmersiva, apasionante, devastadora y una banda sonora en manos de Hans Zimmer impecable y abordando temas profundos como el imperialismo, el colonialismo, la religiosidad y el amor donde Zendaya es capaz de transmitirlo sin decir ni una palabra, también con ideas de manipulación social, de fanatismo, de fé y supervivencia. Por culpa de este tipo de películas amo el cine y solo puedo estar agradecido de tener la oportunidad de disfrutarla, saborearla y hasta por momentos ser Atreides. Villenueve nos regala una de las mejores películas y seguramente trilogías, aquí me adelanto sin ver la tercera entrega de ciencia ficción de la historia, solo le pongo una pega que fuese más larga, en serio, la película dura unas 2h y 40 minutos y me habría encantado quedarme en la sala de cine otra hora más.

Estamos ante un clásico moderno del género, una película imprescindible. Una historia donde la línea que separaba el terror de la ciencia ficción es muy fina y que revolucionaria la historia del cine.
Scott crea una atmósfera asfixiante, generando miedo a lo ajeno, al huésped que entra en tu casa sin ser invitado, su ambientación y estética representa un escenario opresivo y en ocasiones paranoico, todo eso consigue que nos sumerjamos en la Nostromo para a su vez querer salir corriendo de ella. Sus primeros minutos se cuecen a fuego lento construyendo magistralmente lo que después está por venir. Lo más importante en un filme de este tipo no es lo que ves, sino lo que crees haber visto decía Ridley Scott . Y es verdad lo que realmente funciona es no enseñar al Alien, es mejor insinuarlo, mostrarlo parcialmente como pasa con las cosas cotidianas de la vida, que una vez que las ves y mucho al final pierden interés, esa fórmula es pieza clave. Alien es una obra maestra,fascinante, oscura, un prodigio del diseño de producción. Acuérdate en el espacio nadie puede oír tus gritos,pero en el salón de casa tus vecinos si.

1917 es una gran muestra de virtuosismo , narración, técnica y ejecución,donde
todo parece transcurrir en dos únicos y deslumbrantes planos secuencia.
La odisea de los personajes es también la tuya la inmersión del espectador en el universo de la batalla es increíble.
Un viaje a contrarreloj como si de un videojuego se tratase que te envuelve y
que nos lleva al miedo y la angustia de la guerra. Mendes escribió la historia
inspirándose en historias de la Gran Guerra que escuchó a su abuelo.Mención especial a Roger Deakins (Blade Runner 2049),director de fotografía que logra un trabajo que roza la perfección. Sin pretensiones y sin abusar de efectos digitales, nos lleva al mismísimo campo de batalla. La maestría de Mendes radica en haber imaginado toda su película como si fuera narrada del tirón. Muy teatral y diferente de lo que hayamos visto antes en el género. 1917 pasara rápidamente a ser un film de culto.

Robos y rápidas persecuciones al ritmo de la música, con una diferencia a otras de igual similitud, Baby Driver tiene alma.Impresionante ver cómo encaja cada movimiento, choque, disparo, cada derrape con la música que estás escuchando, colorida, desvergonzada, valiente y maneja la banda sonora de manera perfecta para ir contándonos las peripecias de Baby.Historia vista en varias ocasiones, pero contada de manera súper original.Baby Driver ha llegado para quedarse en nuestra retina y memoria a ritmo de muy buena música, velocidad y un toque de buen humor.

Entro en el cine y nos habla Tom Cruise, nos da las gracias por estar ahí, ante una pantalla grande, diciéndonos que la película la han hecho para nosotros , que han usado F-18 reales, que la fuerza G es real y entonces empieza , el arranque calcado a la primera con su toque de film bronceado y la banda sonora que nos retrotrae en el tiempo, hasta usa la misma fuente para las letras que en la primera, esos detalles cuentan. La mayor diferencia entre su antecesora es el espectador 36 años después. Coge sus gafas, su chupa de cuero, su moto dando paso al baño de nostalgia. Lo que han construido Cruise y Kosinski es un taquillazo como los de antes. Una película grande y a la vez sencilla en su narrativa. Un Blockbuster fabricado con mucha precisión y cariño que funciona a la perfección, artesanal y muy funcional que deja un excelente regusto ochentero. La marca Cruise sigue funcionando como un reloj suizo, gran garantía de éxito en taquilla.Top Gun: Maverick Es de esas películas por las que compensa ir hasta el cine, "El futuro se acerca, y esperemos que Cruise siga en él “