Y en blanco y negro, ¡toma ya!...qué fantástica idea. Es todo lo contrario a "Infinity War", donde lo excesivo llega a ser insoportable. Es cierto que parece un "western", es cierto que Jackman le ha pedido prestada la barba al Clint Eastwood de Sergio Leone, es cierto que el aire crepuscular y decadente de Charles Xavier y Lobezno es tan inesperado como atractivo (porque interpretando a los mismos personajes que ya conocemos, los sitúan en otra tesitura) y es cierto que la violencia es mucho más cruda y explícita que en cualquier episodio de marvel, donde todo está tan magnificado que apenas hay sangre a la vista (muchas tortas sí, pero sangre, lo que se dice sangre, poca).
No hay chistes estúpidos, ni las vaciladas al uso, no hay peleas filmadas vertiginosamente (de esas en las que no te enteras de nada) y no hay nada que chirríe. Tiene algunos momentos con atractivos usos de la luz y la posición de la cámara siempre es la correcta. Siempre sabes dónde estás.
La banda sonora pasa desapercibida, y eso en una película no es nada malo (sobre todo en una película como esta), hubiera sido muy molesto tener que aguantar "death metal" o algo extremadamente sintético.
Las cosas malas son....los malos, muy poco malos para mi gusto, con poca chispa y sin carácter alguno.
También como punto negativo señalo el exceso de metraje. Soy de esos que creen que pocas películas deberían rebasar la hora y media pero estamos ante la enfermedad de las dos horas y pico (algo que ya pasó cuando en mundo de la música pasamos del vinilo a los interminables cedés llenos de paja y onanismo gratuito).
En resumen: una especie de evolución inversa donde menos es más y supera, rompiendo mis previsiones, las anteriores lobeznadas.

No decepcionará pero tampoco apasionará. Visualmente es atractiva.