You must be a loged user to know your affinity with Wiispr
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,0
7.243
9
22 de marzo de 2020
22 de marzo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de zombies se realiza en un lugar abandonado de Japón, hasta que es interrumpida por una invasión real de estos. Con estas líneas, ya parece ser suficiente para que a uno le de curiosidad, más si es adepto a este subgénero, por ver que tiene para ofrecer “One Cut of the Dead”, en tiempos donde la fijación por los muertos vivientes se volvió más recurrente en varias manifestaciones artísticas como el cine, los videojuegos, series de tv y comics. Yo me incluyo en este nicho que menciono y ya me daba por hecho con esta idea tan fresca. Que poco sabía en lo que me estaba metiendo. Este pequeño argumento no es más que la punta del iceberg, y nunca mejor aplicada esta metáfora, ya van a saber por qué, de una historia que, manteniendo su sencillez, cala tan hondo en los que amamos ver y hacer cine.
Recomiendo no seguir leyendo si no han visto la película, porque lo que voy a contar prefiero que lo descubran viéndola y no porque se los estoy adelantando: las emociones tienen que ser frescas y genuinas, como de alguna manera le exige el director de este metraje que se realiza antes de la catástrofe a su actriz principal. Si confían un poco en mí, vayan a verla sabiendo únicamente eso. Si ya la vieron, pueden pasar por la puerta al siguiente párrafo.
One Cut of the Dead no es solo una peli de zombies de gente que estaba queriendo hacer lo propio acerca de ellos y la realidad se aparece para superar, una vez más, a la ficción. Sino que, este cine dentro del cine, está dentro de otro cine: porque la película en un momento nos revela que es una peli sobre una peli de zombies de gente que estaba queriendo hacer lo propio acerca de ellos y la realidad se aparece para superar, una vez más, a la ficción. Y no es más que parte de un proyecto televisivo que tenía solo 2 condiciones: tener esta cualidad de metalenguaje y filmarse en una sola toma, con todo lo que eso representa. Lo divertido es que nosotros empezamos viendo ese producto terminado para luego irnos un mes atrás y ver como se prepararon para hacerlo y de que manera terminó saliendo. Vemos toda la preproducción y producción de una película de bajo presupuesto, donde no faltan los imprevistos, los arreglos, las improvisaciones, el carácter de los actores, las inseguridades y convicciones del director, las particularidades del equipo técnico. Una película sobre como se hizo una película dentro de otra.
Recomiendo no seguir leyendo si no han visto la película, porque lo que voy a contar prefiero que lo descubran viéndola y no porque se los estoy adelantando: las emociones tienen que ser frescas y genuinas, como de alguna manera le exige el director de este metraje que se realiza antes de la catástrofe a su actriz principal. Si confían un poco en mí, vayan a verla sabiendo únicamente eso. Si ya la vieron, pueden pasar por la puerta al siguiente párrafo.
One Cut of the Dead no es solo una peli de zombies de gente que estaba queriendo hacer lo propio acerca de ellos y la realidad se aparece para superar, una vez más, a la ficción. Sino que, este cine dentro del cine, está dentro de otro cine: porque la película en un momento nos revela que es una peli sobre una peli de zombies de gente que estaba queriendo hacer lo propio acerca de ellos y la realidad se aparece para superar, una vez más, a la ficción. Y no es más que parte de un proyecto televisivo que tenía solo 2 condiciones: tener esta cualidad de metalenguaje y filmarse en una sola toma, con todo lo que eso representa. Lo divertido es que nosotros empezamos viendo ese producto terminado para luego irnos un mes atrás y ver como se prepararon para hacerlo y de que manera terminó saliendo. Vemos toda la preproducción y producción de una película de bajo presupuesto, donde no faltan los imprevistos, los arreglos, las improvisaciones, el carácter de los actores, las inseguridades y convicciones del director, las particularidades del equipo técnico. Una película sobre como se hizo una película dentro de otra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El componente zombie le agrega un plus por cuestiones estéticas que requieren una cierta cantidad de efectos y maquillajes y vestuario, que justifiquen el género. Y es genial haber visto el producto terminado sin saber que muchas de las cosas que creímos estaban pensadas de antemano, no son más que improvisaciones ante dificultades que suceden durante el rodaje, o bien, cosas que nos hicieron ruido, entender por qué se dieron así. Lo de que sea en una toma permite darle un dramatismo extra ante la imposibilidad de hacer un corte y rehacer, lo cual refleja esa sensación, por momentos estresante, cuando las cosas no salen como uno las planea y tener que resolver sobre la marcha. Acá se ve el cuerpo de los actores y como muchas veces cubren los baches que se presentan, o bien, como ante las crisis se consiguen soluciones que hasta pueden revalorizar el producto o bien, dejar en claro que el guión no es la película definitiva. Me gustan partes tales como cuando uno de los actores se emborracha y genera situaciones en escena que en la toma final quedan coherentes (el golpe accidental que le dan a la puerta en un momento o cuando escupe a los compañeros, o los sonidos extraños que hace) pero que se tuvieron que improvisar para disimular su estado deplorable. O bien, cuando el cámara se lesiona y su asistente tiene que hacer frente a esa situación y hasta se toma ciertas licencias creativas que le dan otra impronta al relato. O cuando se rompe la grúa e improvisan una torre humana para conseguir una toma que era indispensable e innegociable para la historia. Porque si, el rodaje de ese producto acabado fue muy tortuoso, lo que dio lugar a deformar por varios momentos lo pautado, cosa que suele suceder en este tipo de producciones, pero también es cierto que hay momentos que a pesar de todo, necesitan salir como se pensaron, porque son sensibles para la correcta finalización de este y el mensaje que quieren transmitir. Ese último plano es una prueba de ello. Esa discusión productor-director abre otra arista muy interesante que la peli merodea para concluir en ese gran punto: la visión creativa del director frente a la visión práctica del productor, que en definitiva no hace su película pero es quien, en la mayoría de las veces, pone la plata para que sea posible. Y como saber en que momento se prioriza un aspecto por sobre otro. Por si fuera poco ver el detrás de escena de esta película: “One cut of the Dead” tiene la gran idea que dejarse para los créditos el detrás de escena real de esta película. Y vemos reivindicado el trabajo de todos aquellos que están detrás de lo que muestra la cámara y capta el micrófono, que son tan responsables como el director, los actores y los cabezas de área de que existan las películas que tanto nos maravillan.
Ellos son la parte bajo el agua del iceberg que nosotros vemos a diario en alguna de nuestras pantallas.
Ellos son la parte bajo el agua del iceberg que nosotros vemos a diario en alguna de nuestras pantallas.
5
4 de abril de 2020
4 de abril de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
It Comes at Night o “Viene de noche” para los amigos, es una de esas películas que cuentan historias pequeñas que bien podrían replicarse en otras tantas dentro del mismo universo. Un grupo de personas, en este caso una familia de 3 que se las arregla sola hasta que inevitablemente se encuentran, por así decirlo, con otra…y ahí comienza a tambalear ese orden aparente que se habían establecido.
-¿”It Comes at Night” es una película de terror?
-No estaría tan seguro.
-¿Aunque sea genera miedo con algún susto?
-No precisamente con eso.
-Entonces, ¿Es más del palo psicológico?
-Si, ponele.
-No bueno, pero tírame una punta más precisa para saber qué línea sigue, sino me voy a ver una comedia.
-Okey. Es de las que la amenaza externa no hace más que dejar al descubierto una más interna: la del propio ser humano frente a la desesperación por sobrevivir. Sin embargo…
-¿Sin embargo qué?
-¿”It Comes at Night” es una película de terror?
-No estaría tan seguro.
-¿Aunque sea genera miedo con algún susto?
-No precisamente con eso.
-Entonces, ¿Es más del palo psicológico?
-Si, ponele.
-No bueno, pero tírame una punta más precisa para saber qué línea sigue, sino me voy a ver una comedia.
-Okey. Es de las que la amenaza externa no hace más que dejar al descubierto una más interna: la del propio ser humano frente a la desesperación por sobrevivir. Sin embargo…
-¿Sin embargo qué?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-…la familia que “encuentran”, en realidad es porque el padre de esta, llamémoslo Will, se mete de intruso en la casa de los protagonistas y al principio, lógicamente, desconfían de él. Igual, eso no dura mucho. Ah, en el medio se encuentran con otras personas cuando el tipo le dijo que por esa zona no había nadie. Los matan y nunca más se habla del tema. Ah, y este tipo cuando ya trae a toda su familia, medio que su historia empieza a no coincidir con la del principio y por un momento el padre protagonista, llamémoslo Paul, vuelve a desconfiar. Igual, no pasa de eso. Ah, un día el perro que tienen se escapa en busca de algo que no vemos.
Esa misma noche aparece malherido y aparentemente enfermo. El problema no es solo ese, sino que la puerta, la única por la que se puede entrar y salir a esa casa, estaba abierta. Y nadie sabe quien es. Por determinados datos que sabemos y vemos, empiezan las sospechas y el camino más rápido y seguro que se les ocurre es aislarse aún más, al estilo de “Casa Tomada” de Cortazar, quedando recluidas ambas familias en distintas habitaciones de la casa. El tema es que este giro dura poco y el aislamiento se rompe inmediatamente al hacerse fuerte una de las sospechas que los llevo a todo esto: el hijo de la familia huésped, por así decirlo, podría estar infectado. Esto desencadena en una disputa final trágica por los recursos, más que por el espacio en sí. La familia huésped muere en su totalidad a manos de Paul pero lamentablemente para ellos, su destino va camino a ser el mismo: todos de alguna manera fueron infectados y solo es cuestión de tiempo para que el virus haga lo propio con ellos.
La peli no inventa la rueda ni mucho menos. Es entretenida y tensionante en varios momentos, como los que mencioné más arriba. Aunque así como se generan, se disipan. El final parece querer jugar con la idea de lo inevitable que era ese contagio y automáticamente su gracia empezar a ser: ¿Cuándo fue? ¿Lo trajo el niño de la otra familia o el virus ya estaba entre ellos? Si el perro estaba enfermo, ¿Significa que los animales se contagian también? ¿Cuándo lo hizo? La imperiosa necesidad de potabilizar el agua podía dar cuenta de que se podía contraer la enfermedad por ahí ¿Habrá tomado el perro de algún río cercano? ¿Y si ya estaba contagiado de antes, ya que su dueño, es quien vemos enfermo al principio del film? ¿Y si la enfermedad no duraba 24hs como se dice sino más, solo que los síntomas no eran tan visibles como los de los ojos y las llagas? ¿Sonambulismo? ¿Alucinaciones quizás? Explicaría lo que pudo haber visto el perro que nadie más vio, el sonambulismo del niño de los huéspedes, los “sueños” recurrentes de Travis, el hijo de familia protagonista. Quien enferma al principio, que es su abuelo, pudo haber contagiado al perro y este a él, ya que dormían juntos. Y vimos que cuando alguien está cerca del infectado necesita ir de mascara y guantes, porque este virus es altamente contagioso. Y así uno puede elaborar teorías que podrían explicar los cabos aparentemente sueltos que deja el film. Me interesaba mucho ver los límites de la integridad humana que fue corriendo Paul y como reaccionaba tanto su familia como él a eso, pero apenas se trabaja o es llevado a semejante sutileza que parece una idea que no se terminó de construir o no salió como esperaban.
En conclusión, “It Comes at Night” es un trhiller interesante que recomiendo, en caso de querer ver algo a la noche con la temática de los tiempos que corren y si quieren jugar a resolver los puzzles que propone sutilmente el guión. Como ensayo o discurso acerca de la condición humana frente a este tipo de adversidad, me parece que se queda en intenciones. Si es que las tenía. Capaz la expectativa me jugó una mala pasada.
Esa misma noche aparece malherido y aparentemente enfermo. El problema no es solo ese, sino que la puerta, la única por la que se puede entrar y salir a esa casa, estaba abierta. Y nadie sabe quien es. Por determinados datos que sabemos y vemos, empiezan las sospechas y el camino más rápido y seguro que se les ocurre es aislarse aún más, al estilo de “Casa Tomada” de Cortazar, quedando recluidas ambas familias en distintas habitaciones de la casa. El tema es que este giro dura poco y el aislamiento se rompe inmediatamente al hacerse fuerte una de las sospechas que los llevo a todo esto: el hijo de la familia huésped, por así decirlo, podría estar infectado. Esto desencadena en una disputa final trágica por los recursos, más que por el espacio en sí. La familia huésped muere en su totalidad a manos de Paul pero lamentablemente para ellos, su destino va camino a ser el mismo: todos de alguna manera fueron infectados y solo es cuestión de tiempo para que el virus haga lo propio con ellos.
La peli no inventa la rueda ni mucho menos. Es entretenida y tensionante en varios momentos, como los que mencioné más arriba. Aunque así como se generan, se disipan. El final parece querer jugar con la idea de lo inevitable que era ese contagio y automáticamente su gracia empezar a ser: ¿Cuándo fue? ¿Lo trajo el niño de la otra familia o el virus ya estaba entre ellos? Si el perro estaba enfermo, ¿Significa que los animales se contagian también? ¿Cuándo lo hizo? La imperiosa necesidad de potabilizar el agua podía dar cuenta de que se podía contraer la enfermedad por ahí ¿Habrá tomado el perro de algún río cercano? ¿Y si ya estaba contagiado de antes, ya que su dueño, es quien vemos enfermo al principio del film? ¿Y si la enfermedad no duraba 24hs como se dice sino más, solo que los síntomas no eran tan visibles como los de los ojos y las llagas? ¿Sonambulismo? ¿Alucinaciones quizás? Explicaría lo que pudo haber visto el perro que nadie más vio, el sonambulismo del niño de los huéspedes, los “sueños” recurrentes de Travis, el hijo de familia protagonista. Quien enferma al principio, que es su abuelo, pudo haber contagiado al perro y este a él, ya que dormían juntos. Y vimos que cuando alguien está cerca del infectado necesita ir de mascara y guantes, porque este virus es altamente contagioso. Y así uno puede elaborar teorías que podrían explicar los cabos aparentemente sueltos que deja el film. Me interesaba mucho ver los límites de la integridad humana que fue corriendo Paul y como reaccionaba tanto su familia como él a eso, pero apenas se trabaja o es llevado a semejante sutileza que parece una idea que no se terminó de construir o no salió como esperaban.
En conclusión, “It Comes at Night” es un trhiller interesante que recomiendo, en caso de querer ver algo a la noche con la temática de los tiempos que corren y si quieren jugar a resolver los puzzles que propone sutilmente el guión. Como ensayo o discurso acerca de la condición humana frente a este tipo de adversidad, me parece que se queda en intenciones. Si es que las tenía. Capaz la expectativa me jugó una mala pasada.

6,3
15.576
7
26 de marzo de 2020
26 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No logro terminar de procesar si Holy Motors me gustó o no. Lo que si, es que hay mucha tela para cortar y un trabajo mental que requiere cierta apertura para no caer en el facilismo de tildarla de pretenciosa o inentendible per se. Ojo, puede llegarse a esa conclusión de igual manera, pero lo interesante es poder hacer el ejercicio previo.
Desde ya, advierto que no es una película de narrativa clásica: no hay una estructura de 3 actos, ni personajes con objetivos del todo claros, ni algo que al final nos explique que carajo acabamos de ver.
Una película que básicamente sigue a Oscar, un hombre al que acompañamos durante todo un día laboral subido en una limusina, el cual consiste en convertirse física y psicológicamente en distintos personajes: una vagabunda, un actor para capturas de movimiento, una criatura de alcantarilla, un asesino, un moribundo, un padre de familia, etc…
El tema es que la película tiene un prólogo y un epílogo en donde este personaje, que aparentemente hace de hilo conductor de lo que estamos viendo, no tiene intervención. Pero aún así, creo yo, tienen muchísimo que ver.
Un prólogo llevado adelante por el propio director (más autorreferencial que esto, no hay), que se levanta de una cama en lo que parece ser un hotel y descubre una puerta detrás de un tapizado de árboles muertos, que lo lleva a una sala de cine. Un inicio que desde el emplazamiento de cámara (postrada sobre una pantalla de cine, viendo durante un rato a una sala llena de espectadores que observan algo que sucede “a nuestras espaldas”) pasando por la personificación del protagonista de dicha escena, hasta llegar a los sonidos de la naturaleza (complementando el contenido de la imagen del tapizado), dan señales a un posible mensaje: ¿La película va a poner el foco en el espectador? ¿De su naturaleza como tal? ¿O la del propio cine? ¿O tiene que ver con un viaje onírico del propio director? ¿O todas al mismo tiempo?
Bueno, la película navega escenas inconexas, que solo las une el protagonista y la limusina en la cual se prepara para cada papel, pero que en ese viaje recorre distintos géneros cinematográficos, se cruza con otras limusinas y otros actores que también hacen lo mismo. Y en eso, sin saber para quien trabaja y por qué, ni cual es el fin último del protagonista, se suscitan preguntas. A veces verbalizadas por las propias personas con las que se cruza, o bien a través de las imágenes o acciones y sus referencias. Si hay algo que al menos en mi proceso como espectador me sucede, es que cuando un director hace que los personajes hablen poco, entiendo que esta queriendo contar por otro lado, a veces empleándolo de mejor o peor manera, lo cual hace que mi atención vaya a otros lugares en busca de significado, ya sea para entender un argumento, metáfora o voz del director puesta en forma. Esta película está plagada de esos momentos: imágenes que parecen querer poner en evidencia y en crisis, el rol del actor, la importancia de las propias imágenes y la ilimitada capacidad del cine para expresar ideas, emociones y posibilidades. Existe un trabajo sonoro inquietante, por momentos anticlimático o un uso subrayado del verde y rojo en una ciudad que se va desaturando hasta llegar a una noche donde casi que cuesta despegarse del negro salvo por esos realces de colores en particular, anclados a algún objeto de acción o vestuario o espacio de plano, que todavía no logro discernir bien a que puede referir. ¿El rojo como pasión por el aparato cinematográfico y característica vehicular para llevar adelante lo que vemos en pantalla? ¿La naturaleza humana puesta en análisis o en evidencia en un lugar donde podemos manifestar cosas que la palabra no consigue abarcar? O bien, las últimas 2 escenas (no quiero entrar más en detalle para los que no la hayan visto) que pueden contribuir a esta idea de que al final, cuando más íntimamente nos involucramos en lo que se pone en juego, de manera más simple o compleja, no somos otra cosa que criaturas que sienten y que el salto evolutivo humano, donde “nuestra vida está a punto de cambiar” viene de la mano con la posibilidad de poder darle sentido y significado a lo que nos rodea, o que existe un motor en cada uno de nosotros que nos empuja a tomar decisiones, muchas veces sin saber el origen del porque ni el motivo de hacia dónde.
En definitiva, Holy Motors es, o al menos intenta, seguir una estructura no tanto del cine clásico, sino de otro elemento capaz de poder servir como referencia para contar un relato: la propia vida. Donde importa el viaje y en el cual nuestras inquietudes capitales se depositan en nuestro origen y en nuestro destino. La película también se pregunta por la muerte, la pone de manifiesto y la desnaturaliza de la forma en que la concebimos. No en el mismo momento, pero también la llega a desdramatizar. ¿Qué busca con eso? ¿Qué preguntas escondidas hay detrás de muchas de las cosas que naturalizamos? ¿Es esa la pregunta sobre la pregunta que quiere que nos hagamos? ¿Más que cine dentro el cine, se trata de la vida dentro de otras vidas? Mientras escribo esto, me empieza a caer la ficha de los momentos musicales que la película pone y que guardan relación con esto último que digo. Dicho esto, creo que es buen momento para hacer un alto acá y dejar que la película madure un poco en mi cabeza, como también darle un tiempo para un necesario revisionado.
Pido perdón a quien lea, pero siento que los traicioné en el transcurso de la lectura: no fueron pocas palabras ni logre dar una review como los manuales mandan. Quizás parezca puro palabrerío o directamente no haya entendido la película, pero creo que quizás algo suceda y si es así, logro mi verdadero objetivo: que por el motivo que sea, se acerquen a ver esta película y con los ojos bien abiertos, se puedan hacer algunas de las preguntas que yo me estoy haciendo en este momento.
Desde ya, advierto que no es una película de narrativa clásica: no hay una estructura de 3 actos, ni personajes con objetivos del todo claros, ni algo que al final nos explique que carajo acabamos de ver.
Una película que básicamente sigue a Oscar, un hombre al que acompañamos durante todo un día laboral subido en una limusina, el cual consiste en convertirse física y psicológicamente en distintos personajes: una vagabunda, un actor para capturas de movimiento, una criatura de alcantarilla, un asesino, un moribundo, un padre de familia, etc…
El tema es que la película tiene un prólogo y un epílogo en donde este personaje, que aparentemente hace de hilo conductor de lo que estamos viendo, no tiene intervención. Pero aún así, creo yo, tienen muchísimo que ver.
Un prólogo llevado adelante por el propio director (más autorreferencial que esto, no hay), que se levanta de una cama en lo que parece ser un hotel y descubre una puerta detrás de un tapizado de árboles muertos, que lo lleva a una sala de cine. Un inicio que desde el emplazamiento de cámara (postrada sobre una pantalla de cine, viendo durante un rato a una sala llena de espectadores que observan algo que sucede “a nuestras espaldas”) pasando por la personificación del protagonista de dicha escena, hasta llegar a los sonidos de la naturaleza (complementando el contenido de la imagen del tapizado), dan señales a un posible mensaje: ¿La película va a poner el foco en el espectador? ¿De su naturaleza como tal? ¿O la del propio cine? ¿O tiene que ver con un viaje onírico del propio director? ¿O todas al mismo tiempo?
Bueno, la película navega escenas inconexas, que solo las une el protagonista y la limusina en la cual se prepara para cada papel, pero que en ese viaje recorre distintos géneros cinematográficos, se cruza con otras limusinas y otros actores que también hacen lo mismo. Y en eso, sin saber para quien trabaja y por qué, ni cual es el fin último del protagonista, se suscitan preguntas. A veces verbalizadas por las propias personas con las que se cruza, o bien a través de las imágenes o acciones y sus referencias. Si hay algo que al menos en mi proceso como espectador me sucede, es que cuando un director hace que los personajes hablen poco, entiendo que esta queriendo contar por otro lado, a veces empleándolo de mejor o peor manera, lo cual hace que mi atención vaya a otros lugares en busca de significado, ya sea para entender un argumento, metáfora o voz del director puesta en forma. Esta película está plagada de esos momentos: imágenes que parecen querer poner en evidencia y en crisis, el rol del actor, la importancia de las propias imágenes y la ilimitada capacidad del cine para expresar ideas, emociones y posibilidades. Existe un trabajo sonoro inquietante, por momentos anticlimático o un uso subrayado del verde y rojo en una ciudad que se va desaturando hasta llegar a una noche donde casi que cuesta despegarse del negro salvo por esos realces de colores en particular, anclados a algún objeto de acción o vestuario o espacio de plano, que todavía no logro discernir bien a que puede referir. ¿El rojo como pasión por el aparato cinematográfico y característica vehicular para llevar adelante lo que vemos en pantalla? ¿La naturaleza humana puesta en análisis o en evidencia en un lugar donde podemos manifestar cosas que la palabra no consigue abarcar? O bien, las últimas 2 escenas (no quiero entrar más en detalle para los que no la hayan visto) que pueden contribuir a esta idea de que al final, cuando más íntimamente nos involucramos en lo que se pone en juego, de manera más simple o compleja, no somos otra cosa que criaturas que sienten y que el salto evolutivo humano, donde “nuestra vida está a punto de cambiar” viene de la mano con la posibilidad de poder darle sentido y significado a lo que nos rodea, o que existe un motor en cada uno de nosotros que nos empuja a tomar decisiones, muchas veces sin saber el origen del porque ni el motivo de hacia dónde.
En definitiva, Holy Motors es, o al menos intenta, seguir una estructura no tanto del cine clásico, sino de otro elemento capaz de poder servir como referencia para contar un relato: la propia vida. Donde importa el viaje y en el cual nuestras inquietudes capitales se depositan en nuestro origen y en nuestro destino. La película también se pregunta por la muerte, la pone de manifiesto y la desnaturaliza de la forma en que la concebimos. No en el mismo momento, pero también la llega a desdramatizar. ¿Qué busca con eso? ¿Qué preguntas escondidas hay detrás de muchas de las cosas que naturalizamos? ¿Es esa la pregunta sobre la pregunta que quiere que nos hagamos? ¿Más que cine dentro el cine, se trata de la vida dentro de otras vidas? Mientras escribo esto, me empieza a caer la ficha de los momentos musicales que la película pone y que guardan relación con esto último que digo. Dicho esto, creo que es buen momento para hacer un alto acá y dejar que la película madure un poco en mi cabeza, como también darle un tiempo para un necesario revisionado.
Pido perdón a quien lea, pero siento que los traicioné en el transcurso de la lectura: no fueron pocas palabras ni logre dar una review como los manuales mandan. Quizás parezca puro palabrerío o directamente no haya entendido la película, pero creo que quizás algo suceda y si es así, logro mi verdadero objetivo: que por el motivo que sea, se acerquen a ver esta película y con los ojos bien abiertos, se puedan hacer algunas de las preguntas que yo me estoy haciendo en este momento.

6,9
12.224
10
17 de marzo de 2020
17 de marzo de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una película sigue en tu cabeza después de los créditos finales es porque algo tiene.
Frances Ha, de Noah Baumbach es de esos films aparentemente simples pero increiblemente certeros en su intento de atravesarte emocionalmente. Una película que alcanza el punto más alto del cine Mumblecore, justo cuando empezaba a desaparecer, o al menos, a no contar con la fuerza que supo tener a principios del milenio.
Un retrato que angustia, divierte y emociona en partes iguales. Una Greta Gerwig impresionante que nos hipnotiza con su Frances Halladay: una joven de 27 años que busca su lugar en el mundo, al mismo tiempo que se aferra a una adolescencia tardía que la vida empuja por dejar atrás. Un film que aún poniendose plazos, no muestra solo como pasa el tiempo sino como se pasa la vida, casi sin darnos cuenta.
Y ahí, en ese vacío que se forma, parecen vivir los miedos a tomar decisiones, la negación a crecer, las responsabilidades, las inseguridades, la espontaneidad, el querer vivir el día a día pero al mismo tiempo tener a los proyectos, las responsabilidad y los sueños tocandote la puerta, para decirte que el ocio por el ocio está bueno de vez en cuando, pero que en algún momento uno tiene que tomar las riendas de lo que quiere hacer y lo que quiere ser.
Y ver a los demás, a veces compararse, a veces encariñarse, a veces enojarse. Porque pareciera que el resto avanza y consigue pareja, trabajo o casa, que viaja, que parece haber estabilizado su vida. Y sentir que uno va rebotando de un lado a otro sin saber bien por qué ni para qué.
Gran retrato de una etapa de la vida muy conflictuada, de búsqueda, de desencuentros. De vínculos que dejan huella. De esperar encontrar esa mirada al otro lado de una fiesta para poder darte cuenta que esa es tu persona en esta vida. Porque eso es lo que uno quiere en una relación o en la vida, supongo. Amor.
Por momentos, esta película me devolvió la mirada y me sentí un poco Frances, lo que hizo que siendo las 3am de la noche en que la vi, no pudiera hacer más que quedarme escuchando en loop "Modern Love" de David Bowie hasta que se apagaran, al menos por un rato, el sinfin de pensamientos que se me pasaron por la cabeza y así poder conciliar, de una buena vez, el sueño.
Disponible en tu Netflix más cercano.
Frances Ha, de Noah Baumbach es de esos films aparentemente simples pero increiblemente certeros en su intento de atravesarte emocionalmente. Una película que alcanza el punto más alto del cine Mumblecore, justo cuando empezaba a desaparecer, o al menos, a no contar con la fuerza que supo tener a principios del milenio.
Un retrato que angustia, divierte y emociona en partes iguales. Una Greta Gerwig impresionante que nos hipnotiza con su Frances Halladay: una joven de 27 años que busca su lugar en el mundo, al mismo tiempo que se aferra a una adolescencia tardía que la vida empuja por dejar atrás. Un film que aún poniendose plazos, no muestra solo como pasa el tiempo sino como se pasa la vida, casi sin darnos cuenta.
Y ahí, en ese vacío que se forma, parecen vivir los miedos a tomar decisiones, la negación a crecer, las responsabilidades, las inseguridades, la espontaneidad, el querer vivir el día a día pero al mismo tiempo tener a los proyectos, las responsabilidad y los sueños tocandote la puerta, para decirte que el ocio por el ocio está bueno de vez en cuando, pero que en algún momento uno tiene que tomar las riendas de lo que quiere hacer y lo que quiere ser.
Y ver a los demás, a veces compararse, a veces encariñarse, a veces enojarse. Porque pareciera que el resto avanza y consigue pareja, trabajo o casa, que viaja, que parece haber estabilizado su vida. Y sentir que uno va rebotando de un lado a otro sin saber bien por qué ni para qué.
Gran retrato de una etapa de la vida muy conflictuada, de búsqueda, de desencuentros. De vínculos que dejan huella. De esperar encontrar esa mirada al otro lado de una fiesta para poder darte cuenta que esa es tu persona en esta vida. Porque eso es lo que uno quiere en una relación o en la vida, supongo. Amor.
Por momentos, esta película me devolvió la mirada y me sentí un poco Frances, lo que hizo que siendo las 3am de la noche en que la vi, no pudiera hacer más que quedarme escuchando en loop "Modern Love" de David Bowie hasta que se apagaran, al menos por un rato, el sinfin de pensamientos que se me pasaron por la cabeza y así poder conciliar, de una buena vez, el sueño.
Disponible en tu Netflix más cercano.

7,7
52.913
5
10 de junio de 2023
10 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ténicamente es una obra de arte pero desde el sitio de algo bello por lo bello para contemplar. Es un deleite visual del tipo de una foto de un modelo resaltando sus atributos mas agraciados: es completamente superficial.
1917 se hace cada vez mas grande audiovisualmente cuando mas chico se vuelve narrativa y dramáticamente. El plano secuencia que sugiere un estado de realidad "en vivo" y de urgencia, de que no hay cortes que ayuden al espectador a creer que puede saltearse cierto tiempo y que las cosas se acomoden, funciona. De hecho solo existe una elipsis cuando el protagonista queda inconsciente en un momento. Luego existe la sensación de que cada segundo que pasa de visionado, es un segundo menos para los protagonistas en su desesperada búsqueda por llegar al objetivo. Objetivo que se sostiene en una idea basiquisima, casi de misión secundaria de un videojuego: ir del punto A al punto B, para en este caso, dar un aviso antes que sea tarde. No mucho mas. El viaje exterior no se traslada a un viaje interior, por mas que la película por momentos nos quiera hacer creer que un reencuentro entre hermanos, una visión pesimista sobre la guerra y toda su parafernalia, completar un mensaje de un amigo, un vínculo de esos que da la guerra, sean lo suficiente como para conmovernos. No me pasó. Me siento muy ajeno a los protagonistas en todo momento. No me estremece el riesgo al que se someten, solo en momentos donde la construcción visual y sonora me lo provocan pero ahí tengo que agradecer el gesto técnico de generar esos actos casi reflejos en mi cuerpo. No me emociona nada de lo que cuentan. Me costó entrar en su historia, porque me cuentan muy poco. No sé bien que buscan, que tienen para perder y que piensan sobre su estado actual. Capaz no era el fin y lo respeto pero eso al menos a mi, me hizo desencantarme de ciertas escenas "emotivas".
Otro escenario que casi no se me presentó y que vi desaprovechado en ocasiones es el de la administración de la información y a que tiempo la iban descubriendo los protagonistas en relación al espectador. Casi siempre nos enterábamos de las cosas al mismo tiempo. La aparición de un lugar, de unas avionetas e incluso de un enemigo. Si existen y es por instantes casi imperceptibles, los momentos donde los personajes descubren antes que nosotros o a la inversa, escasean. No hay posibilidad de que en un escenario tan hostil podamos advertir una amenaza lo suficientemente antes que los protagonistas como para generar alguna emoción de desesperación o temor o inquietud. Lo mismo al revés, nunca nos ocurre que el personaje sabe algo antes que nosotros y solo contemos con su reacción como para cargarnos de incertidumbre, miedo o sorpresa que pudiese construir cosas interesantes. Desde ese lugar, en lo personal siento que se desaprovecha el contexto.
La historia tiene un desarrollo muy básico, por momentos oportunista. El personaje si bien acciona, se ve envuelto en situaciones donde roza lo suertudo como para traccionar momentos que por su cuenta no hubiese podido llevar a cabo: por ejemplo cuando después de la situación de las avionetas tiene que retomar un camino completamente abierto e incierto en distancia y justo aparece un pelotón que lo acerca con una camioneta. Viendo lo ocurrido después en la película tomamos noción de que sin esa ayuda su tarea era casi imposible. Ojo, capaz me podrán refutar diciendo que se tiempo ganado ahí lo pierde en aquel momento que queda inconsciente por unas horas, pero está raro como se presenta. Pero bueno. La historia con la francesa escondida, los alemanes rezagados en las ruinas, como que no me dicen nada aunque lo intenten. Después uno parece creer, al menos a mi me pasa, que terminan siendo excusas para hacer gala de un virtuosismo y una espectacularidad de los movimientos de cámara, los encuadres y el trabajo de luces y sombras. Uno suspende su mente y solo se deja maravillar por imágenes y sonidos pero que al volver sobre ellos con un ojo un poquito mas quisquilloso, como que no le encuentra mucho trasfondo.
1917 se hace cada vez mas grande audiovisualmente cuando mas chico se vuelve narrativa y dramáticamente. El plano secuencia que sugiere un estado de realidad "en vivo" y de urgencia, de que no hay cortes que ayuden al espectador a creer que puede saltearse cierto tiempo y que las cosas se acomoden, funciona. De hecho solo existe una elipsis cuando el protagonista queda inconsciente en un momento. Luego existe la sensación de que cada segundo que pasa de visionado, es un segundo menos para los protagonistas en su desesperada búsqueda por llegar al objetivo. Objetivo que se sostiene en una idea basiquisima, casi de misión secundaria de un videojuego: ir del punto A al punto B, para en este caso, dar un aviso antes que sea tarde. No mucho mas. El viaje exterior no se traslada a un viaje interior, por mas que la película por momentos nos quiera hacer creer que un reencuentro entre hermanos, una visión pesimista sobre la guerra y toda su parafernalia, completar un mensaje de un amigo, un vínculo de esos que da la guerra, sean lo suficiente como para conmovernos. No me pasó. Me siento muy ajeno a los protagonistas en todo momento. No me estremece el riesgo al que se someten, solo en momentos donde la construcción visual y sonora me lo provocan pero ahí tengo que agradecer el gesto técnico de generar esos actos casi reflejos en mi cuerpo. No me emociona nada de lo que cuentan. Me costó entrar en su historia, porque me cuentan muy poco. No sé bien que buscan, que tienen para perder y que piensan sobre su estado actual. Capaz no era el fin y lo respeto pero eso al menos a mi, me hizo desencantarme de ciertas escenas "emotivas".
Otro escenario que casi no se me presentó y que vi desaprovechado en ocasiones es el de la administración de la información y a que tiempo la iban descubriendo los protagonistas en relación al espectador. Casi siempre nos enterábamos de las cosas al mismo tiempo. La aparición de un lugar, de unas avionetas e incluso de un enemigo. Si existen y es por instantes casi imperceptibles, los momentos donde los personajes descubren antes que nosotros o a la inversa, escasean. No hay posibilidad de que en un escenario tan hostil podamos advertir una amenaza lo suficientemente antes que los protagonistas como para generar alguna emoción de desesperación o temor o inquietud. Lo mismo al revés, nunca nos ocurre que el personaje sabe algo antes que nosotros y solo contemos con su reacción como para cargarnos de incertidumbre, miedo o sorpresa que pudiese construir cosas interesantes. Desde ese lugar, en lo personal siento que se desaprovecha el contexto.
La historia tiene un desarrollo muy básico, por momentos oportunista. El personaje si bien acciona, se ve envuelto en situaciones donde roza lo suertudo como para traccionar momentos que por su cuenta no hubiese podido llevar a cabo: por ejemplo cuando después de la situación de las avionetas tiene que retomar un camino completamente abierto e incierto en distancia y justo aparece un pelotón que lo acerca con una camioneta. Viendo lo ocurrido después en la película tomamos noción de que sin esa ayuda su tarea era casi imposible. Ojo, capaz me podrán refutar diciendo que se tiempo ganado ahí lo pierde en aquel momento que queda inconsciente por unas horas, pero está raro como se presenta. Pero bueno. La historia con la francesa escondida, los alemanes rezagados en las ruinas, como que no me dicen nada aunque lo intenten. Después uno parece creer, al menos a mi me pasa, que terminan siendo excusas para hacer gala de un virtuosismo y una espectacularidad de los movimientos de cámara, los encuadres y el trabajo de luces y sombras. Uno suspende su mente y solo se deja maravillar por imágenes y sonidos pero que al volver sobre ellos con un ojo un poquito mas quisquilloso, como que no le encuentra mucho trasfondo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Así uno llega al final y parece encontrarse en un bucle: el protagonista empieza donde terminó pero transformado. Lo único que cambia de ese escenario es la presencia de su amigo que pierde en aquel camino para volver al mismo lugar. Esa intención si me resulta interesante, porque pasan 24 horas y esa idea de que un día nuevo vuelve a empezar y todo es igual, da cuenta de ese estado casi rutinario de la guerra donde la misma mueve a sus participes entre misiones que los atraviesan de cuajo pero que a la vista de un "espectador" es como si pasaron de una a otra sin mosquearse. No hay tiempo para detenerse porque la guerra continua y quizás ese loop se reanuda una vez entrado en los créditos: quizás nuestro protagonista descansa en un árbol, como al principio, a la espera de que un comandante se acerque a él para encomendarle una nueva tarea a realizar...como si nada hubiese pasado.
Decido este párrafo final al aspecto que quizás mas me gustó de la peli y guarda relación con el otro elemento que menciono en el anterior: por un lado tenemos al protagonista y por el otro a un árbol. Este elemento es uno muy recurrente en el fin y considero que no es gratuito: la película divide muy claramente esos árboles florecientes, tupidos, erguidos y llenos de vida de aquellos que están pelados, talados, muertos y destrozados. Lo que no es gratuito es donde los ubica en la película: los primeros siempre son vistos en los terrenos seguros, en aquellos territorios dominados por los ingleses. Los otros aparecen en aquel espacio en disputa que abandonaron recientemente los alemanes como parte de su estrategia. ¿Qué lectura hago con esto? que el mensaje, muy posicionado, da cuenta de que además de que la guerra tiñe todo de muerte, hay lugar para pensar que aquellos espacios ocupados por los alemanes están tan contaminados de ellos que no dan lugar a que nada florezca, a que nada tenga vida. Al fin y al cabo es el enemigo desde la perspectiva que adoptamos. El carácter demonizante, tóxico y hostil que se le atribuye con esto puede que escape a la atención consciente de un primer visionado pero es tan fuerte visualmente ver el contraste de esos árboles que alguna idea alrededor de eso se instala en la cabeza del espectador. Si no se consigue dar con esta interpretación, aparece la sensación. Ver esos árboles en esos estados acentúa aún mas esos momentos densos, asfixiantes y tristes que vemos en pantalla, para luego respirar aliviados y tranquilos al ver aquellos tan imponentes. Y creo que al protagonista le ocurre y ahí es donde semánticamente pasa lo que antes recriminaba de la información: cuando el prota se deja llevar por una corriente de agua mas tranquila y empieza a ver caer los pétalos de un cerezo que había encontrado antes talado (y que podemos a esa altura asociar al amigo y su historia familiar, mas precisamente con su madre, a quien también tiene presente el protagonista porque su otro deber es hacerle llegar un mensaje de su hijo), sabemos mas o menos de forma consciente, que está llegando a un lugar seguro. Que el peligro, por fin, quedó atrás.
Decido este párrafo final al aspecto que quizás mas me gustó de la peli y guarda relación con el otro elemento que menciono en el anterior: por un lado tenemos al protagonista y por el otro a un árbol. Este elemento es uno muy recurrente en el fin y considero que no es gratuito: la película divide muy claramente esos árboles florecientes, tupidos, erguidos y llenos de vida de aquellos que están pelados, talados, muertos y destrozados. Lo que no es gratuito es donde los ubica en la película: los primeros siempre son vistos en los terrenos seguros, en aquellos territorios dominados por los ingleses. Los otros aparecen en aquel espacio en disputa que abandonaron recientemente los alemanes como parte de su estrategia. ¿Qué lectura hago con esto? que el mensaje, muy posicionado, da cuenta de que además de que la guerra tiñe todo de muerte, hay lugar para pensar que aquellos espacios ocupados por los alemanes están tan contaminados de ellos que no dan lugar a que nada florezca, a que nada tenga vida. Al fin y al cabo es el enemigo desde la perspectiva que adoptamos. El carácter demonizante, tóxico y hostil que se le atribuye con esto puede que escape a la atención consciente de un primer visionado pero es tan fuerte visualmente ver el contraste de esos árboles que alguna idea alrededor de eso se instala en la cabeza del espectador. Si no se consigue dar con esta interpretación, aparece la sensación. Ver esos árboles en esos estados acentúa aún mas esos momentos densos, asfixiantes y tristes que vemos en pantalla, para luego respirar aliviados y tranquilos al ver aquellos tan imponentes. Y creo que al protagonista le ocurre y ahí es donde semánticamente pasa lo que antes recriminaba de la información: cuando el prota se deja llevar por una corriente de agua mas tranquila y empieza a ver caer los pétalos de un cerezo que había encontrado antes talado (y que podemos a esa altura asociar al amigo y su historia familiar, mas precisamente con su madre, a quien también tiene presente el protagonista porque su otro deber es hacerle llegar un mensaje de su hijo), sabemos mas o menos de forma consciente, que está llegando a un lugar seguro. Que el peligro, por fin, quedó atrás.
Más sobre Wiispr
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here