Huyan de ésta tomada de pelo al espectador. Se podría haber hecho un buen producto con este elenco y la idea central de la película, pero estoy seguro que cuando la escribieron justo coincidieron en el tiempo con el paro de guionistas de Hollywood, y le dieron entonces esa tarea a algún pasante con muy pocas luces, que hizo DESASTRES con el guión y la resolución de situaciones, DE-SAS-TRES. Vamos directo a la zona de spolier, dónde se podrán dar un atracón de lo que significa tomar por tontos a los espectadores

Creo que si hubiesen pagado un par de buenos y pragmáticos guionistas que revisen el guión (sobre todo los desenlaces...) estaríamos en presencia de una película para competir por los Oscars. Pero ese afán de tantos directores de, con una buena historia, darle unos giros tan desubicados que ni ellos los entienden, transforman fantásticas Ferraris en correctos y apacibles Fiats del montón. Sigue en zona spoliers...

Notable film chino, de una profundidad y dramatismo como las de las mejores cintas del buen Hollywood. Una historia simple de personas sumidas en la pobreza de todo tipo, tanto material como intelectual, pero con un CORAZÓN tan gigante como sus ganas de sobrevivir. Emociona literalmente hasta las lágrimas, y si logramos abstraernos de cierta crítica que -tal vez- se quiere hacer al "capitalismo", veremos que la película en realidad ensalza a lo mas granado del capitalismo, que es ni más ni menos que el ESFUERZO INDIVIDUAL para superarse y sobrevivir: nuestros protagonistas sin pedirle ni llorarle "pobreza" a nadie, y trabajando durísimo a la par de su querido y mimado burro, es toda una oda al trabajo y el esfuerzo como base de la vida. También la película muestra como muchos esquemas de vida van quedando superados por el progreso, y la necesidad de que la humanidad se vaya adaptando a dicho progreso, que no necesariamente será malo, más allá de los vivillos y aprovechadores que los habrá siempre. Mucho para pensar, y para emocionarse con este gran film.

Ya estoy harto de perder dos horas (o peor dos horas y media en éste caso) en películas donde los directores, dándose ínsulas de "muy inteligentes" o "superados", nos hacen ver toda su "obra" para que de repente y porrazo, empiecen a pasar los títulos con los créditos, quedando la historia que contaban llena de indefiniciones. Y no me interesa si "lo importante es el mensaje" o "ya hasta ahí era suficiente para captar la idea del director", ME IMPORTA TRES CUERNOS, SI ME HACES VER TU PELÍCULA ¡TENÉ AL MENOS LA PROFESIONALIDAD DE TERMINARLA, DARLE UN CIERRE!

En su buena época, ver el nombre de Bruce Willis en un afiche de un filme era garantía de que íbamos a ver una buena película, ya sea de acción, comedia o hasta suspenso como la maravillosa Sexto Sentido. Pero llegó un momento que el bueno de Willis, ya sea por declive propio o por necesidades monetarias, empezó a "quemar" su prestigioso nombre filmando películas del montón, y del montón de las malas, de las malas con ganas, hasta que su nombre ya empezó a convertirse casi en una garantía de que ahora íbamos a estar frente a un bodrio infumable, y la garantía -lamentablemente- resultó muy certera. Pues bien, ésta película puede llegar a ser ese mismo quiebre por el que se prendió fuego el prestigio del nombre "Bruce Willis", ahora haciendo arder el nombre del gran Russel Crowe ¿que necesidad de prestar su nombre para filmar, y encima como protagonista principal, una película tan pero tan mala?! Ésta es ese tipo de películas que de tan pero tan ridículos que son sus giros argumentales, te empiezas a imaginar "no, seguramente los guionistas nos tienen preparada una sorpresa, un giro argumental sorprendente que va a hacer encajar todas las piezas sueltas como un gran rompecabezas", y te quedas esperando esa sorpresa argumentativa que acomoda todo, y esperas, y dices "ya viene!", y esperas, y sigues esperando... cuando de repente ya están pasando los títulos finales, y tu preguntándote "¿pero por qué han hecho algo tan malo, que les costaba hacerlo medianamente decente?". Párrafo aparte, el hijo del queridísimo Padre Karras, mancillando de ésta manera el recuerdo de su padre, imperdonable. Conclusión: si quieren seguir conservando la buena imagen que tienen de Russel Crowe y de sus películas, por favor pasen ésta de largo, ni se les ocurra visionarla