Nacer para ser estrella tiene que ser duro, y sobre todo cuando en la cima te exigen lo que te exigen... Los moños ladeados, los corpiños palabra de honor, y la brillantina, en cuerpo y alma de Mariah, se dejan ver en este film, que no pasa desapercibido, mas por quien es, que por lo que es.
Es impresionante ver a la diva sufriendo, por llegar al estrellato, a la par que busca a su madre. No es comedia, pero yo me rei un montón. ¡¡Mariah te queremos!!

Genial, espectacular, maravillosa. Se me llena la boca al hablar de esta gran pelicula, que guste o no, no te deja frio. Algo cambia después de disfrutar de sus escenas demoledoras, tristes, extremas, de un marivilloso papel principal, y de la luz cruda del Vietnan.

Sin duda Buena, muy buena. Después de verla no puedo más que decir: BRAVO KUBRICK.

¿Qué decir de una de las mejores comedias que he visto?, inteligente, imaginativa, sencilla, y dulce, muy dulce. Una comedia romántica, de las de verdad, sin colorantes ni conservantes, de la mano de un magnífico y alocado Jack Lemon y una estupenda e ignorante Shirley Maclaine.
Humor y amor como un combinado perfecto, un perfecto "café" de después de comer.

Me la recomendaron, intenté sentarme a verla, unas cuantas veces, y siempre acaba igual, largándome, durmiéndome, leyendo el pronto, o muriéndome del asco y quitándola, a la última fue la vencida, me dije si medio planeta la ha visto; ¡¡yo también!!, hice de tripas corazón, y me senté por novena vez delante de la tele a ver aquel despliegue de luces, colores, música, baile y AMOR, del de mentira, claro.

¡¡No me aburrí tanto en mi vida!!, cuando acabé de verla me quería arrancar los ojos de cuajo y hacerme una sopa de pollo con ellos. ¡¡Que bodrio!!. Es un rollazo pero de los gordos. Es una mentira para estúpidos, que no se la cree nadie... No me gustó... ¡¡Una mierda!!

Salvo el vestido, y el tanguito.... Roxanne...

¡¡MUERTE AL GORDO DEL BIGOTE!!

Gregorie House, y su equipo, son la mejor plantilla que ahora mismo recorre nuestras pantallas. House, descarado, íronico, borde, y de una inteligencia increible, se pasea delante de la cámara, desafiando el mundo de la medicina, y enseñando varores a diestro y siniestro.
Relaciones personales intensas, diálogos muy trabajados, y mezcla de realismo, con algo de ordenador, merece la pena, quedarse en casa para no perdérsela.

La segunda temporada es genial.

Le doy su merecido 10.