Puede que no sea una obra maestra. El thriller español ha ofrecido películas mejor acabadas y más impresionantes (no me gusta la palabra "impactante), pero el enfoque de Calparsoro y Gemma Ventura me parece novedoso y acertado, aunque uno y, sobre todo, otra, traspasen la fina línea que separa el drama trágico de una cierta cursilería que, afortunadamente, no va a mayores. Cuando creía que Tosar ya no podía sorprenderme, aparece en esta película y su genialidad me deja boquiabierto. A Inma Cuesta se le hace más difícil dar veracidad a su personaje, pero la va logrando a medida que avanza la trama. Muy bien Enríquez y el resto de los secundarios.

Buena comedia melodramática (si es que eso existe). Guion ingenioso y original, con pocas concesiones a los gags previsibles. Miguel Rellán muestra que quien tuvo retuvo (y mucho) y Blanca Suárez, además de reventar la pantalla de pura belleza, demuestra que se ha hecho una actriz como la copa de un pino. ¡Lástima que, según los "académicos", el Goya esté prohibido para las actrices de comedia!

Excelente. No comparto las opiniones peyorativas de algunos "sabios/as" críticos profesionales. Buena historia, buenos actores, buena dirección, magnífico montaje y un ritmo bien adecuado a cada momento de la trama. Claro que no es "El jardinero fiel" y, alguna que otra vez, los diálogos dicen más de lo necesario, pero me gustaría comparar los respectivos presupuestos y creo que el mundo que refleja es convincente.

Interesante película sobre los "servicios" de inteligencia. No he podido evitar que me venga a la mente el fantasma de Villarejo, la policía patriótica y las cloacas del estado. Francamente, la sensación que predomina al final es, más que la intriga, el terror. ¿A qué y a quiénes "sirven" esos "servicios". He echado de menos un tratamiento más relevante, y también más detallado, del papel de los medios de comunicación, sobre todo tras haber visto "El reino" de Sorogoyen. Tosar y Rellán, fantásticos.

Vermut cuenta, con maestría y la fabulosa colaboración de Nacho Sánchez y Zoe Stein, un infierno personal al que no nos gusta asomarnos, aunque sepamos que está muy presente en el mundo que nos rodea y que se puede hacer extensivo a otras facetas de nuestro lado oscuro, ese que todos llevamos dentro y cuyo control es condición indispensable para mantener la civilización.