Podría resumir esta reseña en que Nolan se ha venido demasiado arriba. La idea de Tenet es espectacular, las puestas en escena son muy resultonas -con ese marcha atrás tan llamativo-, pero cuando acaba la confusión que reina durante toda la película, mi sensación es de que la idea es buena, pero Nolan no ha sabido ejecutarla con brillantez.

Asume que los espectadores van a dar el visto bueno a absurdos del guion -no hablo aquí de los viajes en el tiempo- y reproduce la acción con una narración altamente confusa que muchas veces no te deja ver lo que está pasando en la pantalla.

Tenía grandes esperanzas puestas en esta película, tanto por el elenco de actores como por ser el cierre de la trilogía Unbreakable, pero la verdad, no merece la pena. No funciona ni como película en solitario ni como cierre satisfactorio de la trilogía.

Como fan de la ciencia ficción, he leído mucho a Isaac Asimov, y la ver esta serie me recordaba inevitablemente a sus relatos de robots. No es una gran serie, en parte porque el formato no se lo permite: son pequeños capítulos -algunos apenas sobrepasan los 10 minutos- con una fracción de una historia. A veces no es ni autoconclusiva, pero te permite ver el enorme potencial que tiene ese universo en particular.

Merece la pena verlos. Apenas consumen tiempo y los amantes de la ciencia ficción los disfrutarán enormemente.

¿No es romántico? Es una parodia bastante buena del género romántico, que ataca a todos los tópicos que tan bien conocemos. Los protagonistas se salen de sus papeles, completamente conscientes de la película en la que están y lo que se espera de ellos.

Especial mención al personaje de Liam Hemsworth que, sin caer en el spoiler, borda de forma absoluta el rol que le cae en esta comedia.

No falta ningún detalle: la fiesta en las afueras, el momento musical... Mención especial al amigo gay: la parodia es absoluta.

Personalmente me atraen las películas de denuncia social porque son capaces de condensar realidades que viven muchas personas en todo el mundo y que por nuestra situación o nivel de vida no siempre conocemos lo suficiente. En España el problema de la vivienda es uno de los más complejos a día de hoy, porque son muchas familias las que sufren desahucios por tener serias dificultades económicas. Creo que Juan Diego Botto ha conseguido reunir tres historias que ejemplifican la situación que pueden estar viviendo muchos ciudadanos: familias que se quedan en la calle, dificultades de los inmigrantes y el cuidado de sus hijos y las situaciones de ruina que pueden asolar a una persona y toda su familia.

La película es cruda y dura (tal vez demasiado lacrimógena), pero es un fiel reflejo de los intentos de supervivencia de las personas que, como dice el título, viven en los márgenes de la sociedad, en las capas más desfavorecidas y en riesgo de exclusión. Imposible no pasarse la película con el corazón en un puño, terminarla entre lagrimones y pasarte varios minutos después replanteandote las injusticias y la vida. Más de uno debería verla y reflexionar. Muy necesaria.