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Críticas ordenadas por utilidad
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1
7 de marzo de 2017
7 de marzo de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y vuelta la burra al trigo.
Un buen amigo mío me recomendó ver esta película, y repetir los adjetivos que usó para describirla sería traicionarme a mí mismo, porque nadie podría haberme preparado para lo que acabo de ver.
La película, una más en la larga lista de las que quieren subirse al carro de forma ya tardía a esto del found footage, falla estrepitosamente en un par de cosas que considero fundamentales.
Primera, que por muy ciencia ficción que sea, hay una cosa que se llama Biología, y esta película se la pretende saltar a la torera indicándonos que hay múltiples especies de trolls, pero que todas ellas huelen igual. Básicamente esto sería como afirmar que un león y un gato huelen igual por el hecho de ser felinos. No tengamos ya en cuenta el factor individual, que nos da un tabardillo.
Y segunda, la misma que absolutamente todas las películas que he visto de este género: la prioridad de grabarlo absolutamente todo por encima de la supervivencia, haciendo que la mayoría de las escenas resulten absurdas y muy poco creíbles.
He intentado pasar por alto el diseño digital de los trolls, en especial el de las tres cabezas, pero ha sido imposible. He tenido la sensación de estar jugando, una vez más, al Monkey Island. Y tratándose de una película que pretende ser seria, el hecho de que veas creaciones por ordenador y te resulten lo siguiente a ridículas, no puede, bajo ningún concepto, hacer que mi puntuación sea superior al 1 que le doy. Porque aún no se habilita el cero. Por eso y por cutre, que es que está mal hecho.
Y creo que puedo poner fuera del spoiler el tema del racord. Si en una escena no tenemos claro de qué lado tiene que iluminar el sol, más aún cuando es la escena final, es que es como para que no nos dejen a cargo de la iluminación nunca jamás. Huy, qué recuerdos de The Descent más chungos estoy teniendo.
Os suplico desde aquí a los responsables que ampliéis la zona de spoiler, por cierto. 4000 caracteres, a veces, no son suficientes. Y si son 4000, que sean 4000. Que me sobran 12 y no me deja. Gracias.
Un buen amigo mío me recomendó ver esta película, y repetir los adjetivos que usó para describirla sería traicionarme a mí mismo, porque nadie podría haberme preparado para lo que acabo de ver.
La película, una más en la larga lista de las que quieren subirse al carro de forma ya tardía a esto del found footage, falla estrepitosamente en un par de cosas que considero fundamentales.
Primera, que por muy ciencia ficción que sea, hay una cosa que se llama Biología, y esta película se la pretende saltar a la torera indicándonos que hay múltiples especies de trolls, pero que todas ellas huelen igual. Básicamente esto sería como afirmar que un león y un gato huelen igual por el hecho de ser felinos. No tengamos ya en cuenta el factor individual, que nos da un tabardillo.
Y segunda, la misma que absolutamente todas las películas que he visto de este género: la prioridad de grabarlo absolutamente todo por encima de la supervivencia, haciendo que la mayoría de las escenas resulten absurdas y muy poco creíbles.
He intentado pasar por alto el diseño digital de los trolls, en especial el de las tres cabezas, pero ha sido imposible. He tenido la sensación de estar jugando, una vez más, al Monkey Island. Y tratándose de una película que pretende ser seria, el hecho de que veas creaciones por ordenador y te resulten lo siguiente a ridículas, no puede, bajo ningún concepto, hacer que mi puntuación sea superior al 1 que le doy. Porque aún no se habilita el cero. Por eso y por cutre, que es que está mal hecho.
Y creo que puedo poner fuera del spoiler el tema del racord. Si en una escena no tenemos claro de qué lado tiene que iluminar el sol, más aún cuando es la escena final, es que es como para que no nos dejen a cargo de la iluminación nunca jamás. Huy, qué recuerdos de The Descent más chungos estoy teniendo.
Os suplico desde aquí a los responsables que ampliéis la zona de spoiler, por cierto. 4000 caracteres, a veces, no son suficientes. Y si son 4000, que sean 4000. Que me sobran 12 y no me deja. Gracias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A ver por dónde empiezo.
Por un lado, Hans es un cazador súper duro que no habla con nadie. Que no es ningún tópico. Como tampoco lo es que aparezca un cartel de "no pasar, zona de voladuras", lo quitemos y pasemos.
Por otro, tenemos a tres niñatos que están haciendo un trabajo para su universidad: Una tipa que hace el sonido, un chaval que se ocupa de las entrevistas (y que no sabe usar un micro, colocándolo a un metro de la boca del interlocutor) y un cámara que no ha visto nunca un flash grande y que parece que acaba de descubrir el modo nocturno ("cómo mola, te veo en modo nocturno").
Pues bien, ignoran el cartel, pasan al ¿recinto? y aparece corriendo el cazador de trolls, que según él es el único en Noruega y que ha matado a no sé cuántos mil trolls, corriendo asustado y gritando "¡troll, troll!", que es lo más adecuado en una situación de emergencia para que no cunda el pánico entre la gente que te acabas de encontrar y que se supone que no conoce tus operaciones secretas (al igual que todos los demás del gobierno, que ven la cámara y se la suda).
Ahora, de repente, Hans es súper majo con los chavales. Hasta le pone la antitetánica a uno de ellos, sin preguntarle primero si ya estaba vacunado. Ya le podía haber puesto la antirrábica, aunque después de haberme tragado la película entera, se ve que es totalmente irrelevante. Tiene la rabia, pero nada, un par de minutillos de sudar y como nuevo. Y la conclusión de la veterinaria, atentos: Hemos analizado la sangre de UN troll y hemos llegado a la conclusión de que absolutamente TODOS los trolls que hemos visto tienen la rabia. Ah, sí. Y tú también la tienes, por listo.
Sigo. Hans, que es un crack, reconoce el coche de los colegas a la primera, de noche, volcado, y ojo, sin haberlo visto antes. Pero como también es un samaritano, les lleva en el suyo, que mola más y tiene pinchos. El cámara, no obstante, se quiere ir a pie, que es lo más recomendable después del ataque de un animal aún por determinar, solo y de noche. Claro que sí, guapi.
Otra genialidad del guión: ¿Para qué vamos a avisar a nadie de dónde estamos, si ya somos mayorcitos?
¿En serio es una película "inteligente"? (V.A. Musetto: New York Post)
Pero hay cosas mucho más inteligentes.
El cámara ve al mono... digo, al troll de tres cabezas con la visión nocturna pasar a su lado y se pone a correr y a gritar.
La luna ilumina en horizontal, como si hubiera unos focos enormes en el bosque. Ni la luna más llena. Y ni eso, ya que estaría un pelín más arriba. Arriba, tíos cutres, arriba.
Frase de Joana, al convertirse en piedra el troll: "Te lo había dicho, era verdad". No lo dice en toda la película. Era mentira. El troll es ella.
Tras la voladura del troll, hace aparición el cazador de chistes: "¿Alguien tiene un hoyo que llenar de grava?" ¡Jo, macho, qué ocurrente! ¡Hans tiene sentido del humor! ¡Qué humano!
Y luego, para encubrir los hechos, traemos un oso de una especie que vive en la otra punta de Europa y hacemos las huellas con zapatitos de oso y unos palitos. Bravo por el guionista.
A partir de aquí, he de reconocer que me quedé dormido unos minutos y no recuerdo bien algunas cosas. Pero en un momento dado, la aparición estelar de un granjero me sacó del trance. Sus palabras, más o menos, fueron las siguientes: "No vino nadie, pero trajeron fotos por satélite". ¿Quién las trajo, el espíritu santo?
Lo cual me lleva a la muerte del cámara a manos de los trolls de David el Gnomo. "¿Por qué no nos dijo que era cristiano?", se lamenta el rabias. Tú tampoco les dijiste que eras gilipollas, y ahí estás.
Y de repente, ¡plof! camarógrafa nueva, sin explicaciones. "No, mira, es que el que teníamos se ha roto y ya no sirve. Que nos mandéis uno nuevo". Muy lamentable.
Sin mencionar que el técnico de los cables de alta tensión se acaba de dar cuenta de que éstos no llevan a ninguna parte, después de ni se sabe los años.
"No os mováis de aquí", y a correr.
Qué horror. Qué cosa más triste de película.
Por un lado, Hans es un cazador súper duro que no habla con nadie. Que no es ningún tópico. Como tampoco lo es que aparezca un cartel de "no pasar, zona de voladuras", lo quitemos y pasemos.
Por otro, tenemos a tres niñatos que están haciendo un trabajo para su universidad: Una tipa que hace el sonido, un chaval que se ocupa de las entrevistas (y que no sabe usar un micro, colocándolo a un metro de la boca del interlocutor) y un cámara que no ha visto nunca un flash grande y que parece que acaba de descubrir el modo nocturno ("cómo mola, te veo en modo nocturno").
Pues bien, ignoran el cartel, pasan al ¿recinto? y aparece corriendo el cazador de trolls, que según él es el único en Noruega y que ha matado a no sé cuántos mil trolls, corriendo asustado y gritando "¡troll, troll!", que es lo más adecuado en una situación de emergencia para que no cunda el pánico entre la gente que te acabas de encontrar y que se supone que no conoce tus operaciones secretas (al igual que todos los demás del gobierno, que ven la cámara y se la suda).
Ahora, de repente, Hans es súper majo con los chavales. Hasta le pone la antitetánica a uno de ellos, sin preguntarle primero si ya estaba vacunado. Ya le podía haber puesto la antirrábica, aunque después de haberme tragado la película entera, se ve que es totalmente irrelevante. Tiene la rabia, pero nada, un par de minutillos de sudar y como nuevo. Y la conclusión de la veterinaria, atentos: Hemos analizado la sangre de UN troll y hemos llegado a la conclusión de que absolutamente TODOS los trolls que hemos visto tienen la rabia. Ah, sí. Y tú también la tienes, por listo.
Sigo. Hans, que es un crack, reconoce el coche de los colegas a la primera, de noche, volcado, y ojo, sin haberlo visto antes. Pero como también es un samaritano, les lleva en el suyo, que mola más y tiene pinchos. El cámara, no obstante, se quiere ir a pie, que es lo más recomendable después del ataque de un animal aún por determinar, solo y de noche. Claro que sí, guapi.
Otra genialidad del guión: ¿Para qué vamos a avisar a nadie de dónde estamos, si ya somos mayorcitos?
¿En serio es una película "inteligente"? (V.A. Musetto: New York Post)
Pero hay cosas mucho más inteligentes.
El cámara ve al mono... digo, al troll de tres cabezas con la visión nocturna pasar a su lado y se pone a correr y a gritar.
La luna ilumina en horizontal, como si hubiera unos focos enormes en el bosque. Ni la luna más llena. Y ni eso, ya que estaría un pelín más arriba. Arriba, tíos cutres, arriba.
Frase de Joana, al convertirse en piedra el troll: "Te lo había dicho, era verdad". No lo dice en toda la película. Era mentira. El troll es ella.
Tras la voladura del troll, hace aparición el cazador de chistes: "¿Alguien tiene un hoyo que llenar de grava?" ¡Jo, macho, qué ocurrente! ¡Hans tiene sentido del humor! ¡Qué humano!
Y luego, para encubrir los hechos, traemos un oso de una especie que vive en la otra punta de Europa y hacemos las huellas con zapatitos de oso y unos palitos. Bravo por el guionista.
A partir de aquí, he de reconocer que me quedé dormido unos minutos y no recuerdo bien algunas cosas. Pero en un momento dado, la aparición estelar de un granjero me sacó del trance. Sus palabras, más o menos, fueron las siguientes: "No vino nadie, pero trajeron fotos por satélite". ¿Quién las trajo, el espíritu santo?
Lo cual me lleva a la muerte del cámara a manos de los trolls de David el Gnomo. "¿Por qué no nos dijo que era cristiano?", se lamenta el rabias. Tú tampoco les dijiste que eras gilipollas, y ahí estás.
Y de repente, ¡plof! camarógrafa nueva, sin explicaciones. "No, mira, es que el que teníamos se ha roto y ya no sirve. Que nos mandéis uno nuevo". Muy lamentable.
Sin mencionar que el técnico de los cables de alta tensión se acaba de dar cuenta de que éstos no llevan a ninguna parte, después de ni se sabe los años.
"No os mováis de aquí", y a correr.
Qué horror. Qué cosa más triste de película.

6,9
38.037
3
16 de julio de 2017
16 de julio de 2017
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé por qué me empeño en ver películas devastadas por un hype brutal, engordado por la exageración sin criterio de las masas aborregadas que encumbran las peores bazofias a las cotas más altas. Ya me pasó con Birdman y me ha vuelto a pasar con Logan: Oigan, es que ustedes compran lo que les han dicho que compren. Les gusta lo que les han dicho que les ha de gustar. Voy a tratar de resumir, porque el tema me da pereza ya.
Logan (o Lobezno) es un personaje de cómic, un superhéroe. Uno espera que una película sobre un superhéroe sea heroica, del mismo modo que una película que quiere dar un mensaje profundo sea dramática.
Y esta película es de todo menos heroica. Y además aprovecha la calificación por edades, de la que tan orgullosa está la productora, para meter una exageración de escenas sangrientas absolutamente injustificadas, aún tratándose de Lobezno. Por no hablar de la canción nada más abrir los créditos al final de la película, totalmente discordante con la última escena dramática.
Cuando se mezclan conceptos sin cohesión, sin estructura y sin coherencia, como es el caso, y se pretende hacer una película basada en superhéroes de corte dramático, pues sale el engrudo en cuestión tan difícil de digerir que es Logan; una cinta densa, pesada y con una narración muy pero que muy mal contada. ¿Esto qué es, un drama? ¿Un western? Uno espera ver superhéroes, pero no los ve. También uno espera ver un futuro post-apocalíptico, que también se nos vendió en el trailer, o al menos distópico, pero no es así. Por lo visto, en el año en que transcurre la película, la gente actúa de forma normal viviendo vidas normales, como las nuestras de ahora, y nadie se acuerda de los mutantes salvo como un mal sueño. ¿Dónde está la distopía?
Y no sólo en el ámbito metafísico, sino en el propiamente argumental. Esta es la peor película de las tres sobre Lobezno solamente por el hecho de que no explica absolutamente nada. Continúo en la zona de spoilers.
Logan (o Lobezno) es un personaje de cómic, un superhéroe. Uno espera que una película sobre un superhéroe sea heroica, del mismo modo que una película que quiere dar un mensaje profundo sea dramática.
Y esta película es de todo menos heroica. Y además aprovecha la calificación por edades, de la que tan orgullosa está la productora, para meter una exageración de escenas sangrientas absolutamente injustificadas, aún tratándose de Lobezno. Por no hablar de la canción nada más abrir los créditos al final de la película, totalmente discordante con la última escena dramática.
Cuando se mezclan conceptos sin cohesión, sin estructura y sin coherencia, como es el caso, y se pretende hacer una película basada en superhéroes de corte dramático, pues sale el engrudo en cuestión tan difícil de digerir que es Logan; una cinta densa, pesada y con una narración muy pero que muy mal contada. ¿Esto qué es, un drama? ¿Un western? Uno espera ver superhéroes, pero no los ve. También uno espera ver un futuro post-apocalíptico, que también se nos vendió en el trailer, o al menos distópico, pero no es así. Por lo visto, en el año en que transcurre la película, la gente actúa de forma normal viviendo vidas normales, como las nuestras de ahora, y nadie se acuerda de los mutantes salvo como un mal sueño. ¿Dónde está la distopía?
Y no sólo en el ámbito metafísico, sino en el propiamente argumental. Esta es la peor película de las tres sobre Lobezno solamente por el hecho de que no explica absolutamente nada. Continúo en la zona de spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Qué pasó con los mutantes? ¿Por qué ya no queda ninguno?
¿Cómo han llegado a vivir en esa cochambre de casa en mitad del desierto?
¿Cómo es que Xavier tiene esa enfermedad, teniendo el cerebro más poderoso del mundo?
¿De dónde sacan las medicinas?
Es más, ¿de dónde sacan la comida? ¿Por qué tienen leche y cereales para una niña que aparece de repente, siempre, en todas las películas, cuando no se ve nunca, en ningún momento, que ningún personaje lo coma jamás?
¿Por qué Logan no puede regenerarse?
¿Por qué Logan vuelve a tener garras de adamantium, si en la película anterior se las habían cortado?
¿Cómo es que la niña tiene adamantium en el esqueleto?
Una de las más importantes: ¿Por qué el malo tiene una mano robótica? Hay que darse cuenta de que el hecho de no explicar esto implica que es absolutamente estúpido dotarle de dicha mano robótica si no aporta nada a la trama. Dicho de otro modo: imaginemos sus escenas, pero con una mano normal. Funcionan exactamente igual.
¿Por qué la niña pasa de no hablar a hablar en dos idiomas? Esto lo considero un error no grave, gravísimo. Sobre todo por la paupérrima explicación que da ella misma en la cinta.
¿Cómo han conseguido llegar los niños perdidos a la cima de la montaña... que luego ya no es cima de la montaña?
¿Cómo han logrado crear un clon de Logan?
Sabiendo que Xavier es poco más que un viejo chocho, ¿por qué Logan no deja de hacerle caso?
¿Por qué no paran a echar gasolina en ningún momento de la película?
¿De qué forma ha avanzado la sociedad, que tiene camiones que se conducen solos, pero el abastecimiento de agua hay que repararlo manualmente?
¿Por qué Logan está fuerte y desafiante en algunas escenas y, en otras, cansado y hecho polvo, sin dar una explicación razonable?
Siendo ésta una de las películas más incoherentes sobre ¿superhéroes? que he visto jamás, lo único que puedo esperar es que los mutantes vuelvan a Marvel y que Lobezno pronto tenga un nuevo actor que recoja el testigo de Hugh Jackman, que el pobre ha tenido una suerte malísima con los guiones que le ha tocado sufrir. Todos hemos tenido, en general, una suerte malísima con las películas de mutantes. A ver si esta gente hace como los de Sony y al menos comparten los personajes para que se haga algo decente con ellos, porque si no, nos quedamos sin héroes mutantes de verdad en el cine.
¿Cómo han llegado a vivir en esa cochambre de casa en mitad del desierto?
¿Cómo es que Xavier tiene esa enfermedad, teniendo el cerebro más poderoso del mundo?
¿De dónde sacan las medicinas?
Es más, ¿de dónde sacan la comida? ¿Por qué tienen leche y cereales para una niña que aparece de repente, siempre, en todas las películas, cuando no se ve nunca, en ningún momento, que ningún personaje lo coma jamás?
¿Por qué Logan no puede regenerarse?
¿Por qué Logan vuelve a tener garras de adamantium, si en la película anterior se las habían cortado?
¿Cómo es que la niña tiene adamantium en el esqueleto?
Una de las más importantes: ¿Por qué el malo tiene una mano robótica? Hay que darse cuenta de que el hecho de no explicar esto implica que es absolutamente estúpido dotarle de dicha mano robótica si no aporta nada a la trama. Dicho de otro modo: imaginemos sus escenas, pero con una mano normal. Funcionan exactamente igual.
¿Por qué la niña pasa de no hablar a hablar en dos idiomas? Esto lo considero un error no grave, gravísimo. Sobre todo por la paupérrima explicación que da ella misma en la cinta.
¿Cómo han conseguido llegar los niños perdidos a la cima de la montaña... que luego ya no es cima de la montaña?
¿Cómo han logrado crear un clon de Logan?
Sabiendo que Xavier es poco más que un viejo chocho, ¿por qué Logan no deja de hacerle caso?
¿Por qué no paran a echar gasolina en ningún momento de la película?
¿De qué forma ha avanzado la sociedad, que tiene camiones que se conducen solos, pero el abastecimiento de agua hay que repararlo manualmente?
¿Por qué Logan está fuerte y desafiante en algunas escenas y, en otras, cansado y hecho polvo, sin dar una explicación razonable?
Siendo ésta una de las películas más incoherentes sobre ¿superhéroes? que he visto jamás, lo único que puedo esperar es que los mutantes vuelvan a Marvel y que Lobezno pronto tenga un nuevo actor que recoja el testigo de Hugh Jackman, que el pobre ha tenido una suerte malísima con los guiones que le ha tocado sufrir. Todos hemos tenido, en general, una suerte malísima con las películas de mutantes. A ver si esta gente hace como los de Sony y al menos comparten los personajes para que se haga algo decente con ellos, porque si no, nos quedamos sin héroes mutantes de verdad en el cine.

4,1
11.757
2
28 de diciembre de 2016
28 de diciembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hecho de que un mindundi harapiento se alíe con el aspirante a rey de turno para ayudarlo a recuperar el trono correspondiente, empieza a atufar mucho y muy fuerte ya. Más que nada, porque si quiero ver una aventura épica y conmovedora en la que un rey desterrado recibe la ayuda de insospechados amiguitos haciendo gala de una recién descubierta heroicidad, moralina mediante, para eso me veo la trilogía de El Señor de los Anillos (o mucho mejor aún, me leo el libro), y tengo con lo que fliparme un mes.
Sobre todo porque El Señor de los Anillos es una película de 2001 (la primera parte), y sus efectos especiales se comen con patatas a los de este mojón espeluznante de 2016. Oigan, que en 15 años, algo se debería haber mejorado, no al revés. Háganselo mirar. En la trilogía de Peter Jackson, al menos, tienen el detalle de saber hacer que los seres de las razas más altas miren hacia abajo cuando hablan con los hobbits. Es que ni eso han sabido cuidar, caray.
Pido perdón, no obstante, por la puntuación tan alta que le doy (un 2), pero es que la banda sonora no está mal.
Sobre todo porque El Señor de los Anillos es una película de 2001 (la primera parte), y sus efectos especiales se comen con patatas a los de este mojón espeluznante de 2016. Oigan, que en 15 años, algo se debería haber mejorado, no al revés. Háganselo mirar. En la trilogía de Peter Jackson, al menos, tienen el detalle de saber hacer que los seres de las razas más altas miren hacia abajo cuando hablan con los hobbits. Es que ni eso han sabido cuidar, caray.
Pido perdón, no obstante, por la puntuación tan alta que le doy (un 2), pero es que la banda sonora no está mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo primero que nos encontramos es un pase de modelos divino en el que se nos pretende poner al día sobre las deidades egipcias, como si los trajes que lucen fuesen de diseño. Ahí ya la mosca de la oreja empezaba a advertirme de que algo no andaba bien. Pero es que ya nos ponen la guinda al pastel antes de la cobertura. Aparece Set con su ejército judío que hace acto de presencia cuando se toca el cuerno, se cepilla a Osiris de un navajazo trapero (el mismo que luego no basta para matar a Ra) y atención, porque Set y Horus combinan Power Rangers y Caballeros del Zodiaco y se ponen a intercambiar tollinas embutidos en sendas brillantes armaduras. O al menos, brillante la de Horus, claro. El guionista ha tenido a bien recordarnos que el malo siempre es el que viste de negro.
Después de este bochorno, uno ya puede pasar por alto el hecho de encontrarnos, en pleno desierto de hace 10000 años, esa diversidad racial tan políticamente correcta, que se destruye irremisiblemente cuando nos damos cuenta de que el protagonista es un humano, blanco y rubio; y que su condición de ladrón le es indiferente para tener unos dientes perfectamente limpios y un pelaso indespeinable.
Claro que al señor Proyas no le ha temblado la mano, hablando de razas humanas y de ser políticamente correcto, al crear y repartir las serpientes gigantes entre las destructoras: la blanca para la mujer blanca y la negra para la mujer negra. ¡Dioses! ¡Es casi un milagro que hayan sido mujeres!
Pero me he adelantado, mil perdones. El guión tiene puntazos divertidísimos, a la par que coherentes. Por ejemplo: Horus es ¿encerrado? en un mausoleo en el que cualquiera puede entrar, por lo que deducimos que él mismo podría salir cuando quisiera. Pero prefiere quedarse dentro llorando, que es más mejor. Ay que no tengo ojos, ay que no tengo ojos. Incluso demostrando que ciego tiene la misma habilidad que el malo de No Respires, el tío pasa del mundo y se queda en su zulo, muerto del asco. ¿Que viene un humano a traerme un ojo y a sacarme de aquí? Bah, paso de él y de paso me lo intento cargar, que soy un nihilista y me la suda todo. Esto es cine histórico del bueno, señores.
En fin, que le da un ojo, se lo pone y automáticamente Horus se convierte en Solid Snake.
Luego está Hathor, a quien le gusta mirar a los humanos un metro por encima de donde deberían estar los ojos, y tiene tanto amor encima que se espera una hora de película para decirle al egipcio ario que, ya que su novia va a palmar, que por lo menos se vaya al inframundo con un joyazo bueno bueno. No se lo dice antes porque el amor es así de chungo.
También tenemos a Ra, que como era Barbossa, han debido pensar que igual echaba de menos un barco. Pero como esta peli es lo más, lo plantamos en el espacio (no explicamos el tema del oxígeno, que nos explota la cabeza) y lo ponemos a curtirse el lomo contra Apofis justo cuando Horus y el egipcio ario llegan a su barco. No había otro momento. Por cierto, bonitas vistas del Mundodisco, las que tiene Barbossa en el barquito. No he alcanzado a ver la tortuga ni los elefantes, pero fijo que estaban ahí debajo.
Podría seguir.
Podría alabar el croma de algunos youtubers, que es bastante mejor que el que han usado en esta película. Podría hablar de la iluminación (en esta toma me da el sol, en la siguiente no, en la siguiente sí), o de un guión que se cae por su propia inconsistencia. Ra no es más que un piltrafilla sin su lanza, qué le vamos a hacer. Ha creado el mundo como una moneda de dos euros gigante, pero mire usted, es que le han quitado la lanza, pobrecico.
La escena del acertijo es la bomba. "Nadie me ha dicho que tengo varios intentos, de hecho no los tengo, pero yo insisto por si cuela. Tú date de leches, que eres Horus".
La moraleja es aplastante, al final: Lo bueno y más elegante es matar sin piedad, que dar otra oportunidad (metiéndote en un sitio cuya puerta dejamos abierta) o siquiera celebrar un juicio es de gente sin corazón.
Después de este bochorno, uno ya puede pasar por alto el hecho de encontrarnos, en pleno desierto de hace 10000 años, esa diversidad racial tan políticamente correcta, que se destruye irremisiblemente cuando nos damos cuenta de que el protagonista es un humano, blanco y rubio; y que su condición de ladrón le es indiferente para tener unos dientes perfectamente limpios y un pelaso indespeinable.
Claro que al señor Proyas no le ha temblado la mano, hablando de razas humanas y de ser políticamente correcto, al crear y repartir las serpientes gigantes entre las destructoras: la blanca para la mujer blanca y la negra para la mujer negra. ¡Dioses! ¡Es casi un milagro que hayan sido mujeres!
Pero me he adelantado, mil perdones. El guión tiene puntazos divertidísimos, a la par que coherentes. Por ejemplo: Horus es ¿encerrado? en un mausoleo en el que cualquiera puede entrar, por lo que deducimos que él mismo podría salir cuando quisiera. Pero prefiere quedarse dentro llorando, que es más mejor. Ay que no tengo ojos, ay que no tengo ojos. Incluso demostrando que ciego tiene la misma habilidad que el malo de No Respires, el tío pasa del mundo y se queda en su zulo, muerto del asco. ¿Que viene un humano a traerme un ojo y a sacarme de aquí? Bah, paso de él y de paso me lo intento cargar, que soy un nihilista y me la suda todo. Esto es cine histórico del bueno, señores.
En fin, que le da un ojo, se lo pone y automáticamente Horus se convierte en Solid Snake.
Luego está Hathor, a quien le gusta mirar a los humanos un metro por encima de donde deberían estar los ojos, y tiene tanto amor encima que se espera una hora de película para decirle al egipcio ario que, ya que su novia va a palmar, que por lo menos se vaya al inframundo con un joyazo bueno bueno. No se lo dice antes porque el amor es así de chungo.
También tenemos a Ra, que como era Barbossa, han debido pensar que igual echaba de menos un barco. Pero como esta peli es lo más, lo plantamos en el espacio (no explicamos el tema del oxígeno, que nos explota la cabeza) y lo ponemos a curtirse el lomo contra Apofis justo cuando Horus y el egipcio ario llegan a su barco. No había otro momento. Por cierto, bonitas vistas del Mundodisco, las que tiene Barbossa en el barquito. No he alcanzado a ver la tortuga ni los elefantes, pero fijo que estaban ahí debajo.
Podría seguir.
Podría alabar el croma de algunos youtubers, que es bastante mejor que el que han usado en esta película. Podría hablar de la iluminación (en esta toma me da el sol, en la siguiente no, en la siguiente sí), o de un guión que se cae por su propia inconsistencia. Ra no es más que un piltrafilla sin su lanza, qué le vamos a hacer. Ha creado el mundo como una moneda de dos euros gigante, pero mire usted, es que le han quitado la lanza, pobrecico.
La escena del acertijo es la bomba. "Nadie me ha dicho que tengo varios intentos, de hecho no los tengo, pero yo insisto por si cuela. Tú date de leches, que eres Horus".
La moraleja es aplastante, al final: Lo bueno y más elegante es matar sin piedad, que dar otra oportunidad (metiéndote en un sitio cuya puerta dejamos abierta) o siquiera celebrar un juicio es de gente sin corazón.

5,2
2.470
2
10 de febrero de 2015
10 de febrero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí. Lo he hecho. Después de ver la insufrible primera parte me juré a mí mismo que jamás vería la segunda, pero hay algo dentro de mí que me hace acercar al cine cutre. La única diferencia es que, en este caso, no he leído críticas antes de ver la película, sino después. Y además me he documentado en algunas cosas, porque he leído por ahí que esta cinta en concreto es la primera película como director de Jon Harris. Tras su visionado he echado un ojo por ahí y he descubierto que es la única que ha dirigido hasta la fecha. No me extraña en absoluto que no haya dirigido más después. Aún digo más, si tu primera película es la secuela de un mojón tan enorme como fue The Descent, muchas aspiraciones como director no debes tener.
Tampoco me voy a cebar demasiado en el spoiler, porque se trata de una secuela, y después de haber visto, entre otras, Jason X, pues es lo que es.
Tampoco me voy a cebar demasiado en el spoiler, porque se trata de una secuela, y después de haber visto, entre otras, Jason X, pues es lo que es.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una cosa está clara: En esta segunda parte se han superado en muchos aspectos. Y por "superar" me refiero a aumentar el nivel de cutrez del que hacía gala su predecesora.
A nivel de argumento, nada más empezar, tenemos a la única superviviente conocida de una expedición, amnésica y traumatizada en un hospital. ¿La idea brillante del sheriff (del guionista, mejor dicho)? Nada, que se levante y se venga a las cuevas, que es lo mejor en su estado. Además, la vamos a meter en la cueva por una entrada diferente de la que usó ella para entrar y, por si fuera poco, le vamos a preguntar, una vez dentro, que si reconoce algo. Oscar al mejor guión. Lo que sí es coherente es que se le desenchufe una neurona y se líe a patadas con el sheriff, la pobre, producto del cacao mental que le están creando. Ahí sí acertaron con la psicología del personaje, quien se vuelve a convertir en la versión femenina de Rambo poco después. No hablaré de los tópicos que perpetúa la cinta, del estilo: "Peligro. No pasar", pues pasamos.
A nivel de iluminación, sigue en la línea de la anterior: estancias perfectamente iluminadas sin que los personajes lleven una linterna encima o sin que ésta esté dirigida al objeto iluminado. Horrorosa, de verdad, patética.
A nivel de maquillaje y efectos especiales, mucho peor que la primera parte. Para empezar, porque la protagonista tiene en la barbilla dos heridas alargadas cuando está en el hospital, y cinco minutos después, en el ascensor de la mina (que no funcionaba desde vete a saber cuándo), tiene poco más que un raspón. Y para terminar, porque un cuerpo que lleva días muerto, no puede tener la sangre fresca y goteando en la piel. Estas cosas deberían hacer que se les cayese la cara de vergüenza a los responsables, con la de medios técnicos que hay hoy en día. También, al igual que en la primera, hay rocas de corcho que rebotan y demás malas recreaciones de cueva.
A nivel técnico, para no extenderme demasiado, hay múltiples fallos, sobre todo de montaje. La producción no ha sido especialmente buena, pero como ya decía, es una secuela, y las secuelas suelen perder calidad respecto a las originales.
Lo que nos ha enseñado esta película es que la mejor forma de acabar con un monstruo en un cagadero masivo es la siguiente: Es muy importante que te asegures de que el monstruo esté atacando a tu amiga y no a ti, por lo que debes empujarla para llamar la atención del bicho y que vaya a por ella. Primero, limpia los dientes del monstruo con una tira de cuero que tengas por ahí, y cuando estén limpios, haz que el monstruo se entretenga tratando de estrangular a tu amiga. Después, tómate todo el tiempo del mundo para buscar un mosquetón en la mochila. Tranquila, tu amiga estará bien. Ahora, coge el mosquetón y golpea al monstruo. Pero no le golpees en la cabeza, no. Golpéale en el hombro, a ver si con un poco de suerte se lo dislocas. ¿Has tenido la suerte de que se desmaye el monstruo? ¿Sí? ¡Genial! Ahora espera sin hacer nada un momento, que lo ideal es que el bicho bucee en las aguas fecales para recobrar el conocimiento y te ataque a ti, que es muy rencoroso. Lo siguiente que vas a hacer es dejarte atacar, porque ahora es el turno de tu amiga. Como todo el mundo sabe, uno de los objetos más frecuentes que uno puede encontrar en el pelo de alguien que va en misión de rescate a una cueva es una horquilla. Y además de los más cómodos de llevar con un casco. Tu amiga tendrá una horquilla, porque no es ningún tópico que una mujer tenga una horquilla. Es más, tendrá una horquilla y conseguirá clavarla a la primera en la yugular del monstruo, por la espalda y mientras forcejeáis. ¿Ves? Ya estás salvada. Y todo esto, sin la ayuda de linternas, bengalas ni ningún tipo de iluminación artificial, puesto que la propia caverna ya proporciona toda la luz que necesitas para que puedas hacer todo esto sin estar a oscuras.
Le pongo un 2 porque me he reído mucho más que con la primera, pero sigue siendo, a mi parecer, un despropósito.
A nivel de argumento, nada más empezar, tenemos a la única superviviente conocida de una expedición, amnésica y traumatizada en un hospital. ¿La idea brillante del sheriff (del guionista, mejor dicho)? Nada, que se levante y se venga a las cuevas, que es lo mejor en su estado. Además, la vamos a meter en la cueva por una entrada diferente de la que usó ella para entrar y, por si fuera poco, le vamos a preguntar, una vez dentro, que si reconoce algo. Oscar al mejor guión. Lo que sí es coherente es que se le desenchufe una neurona y se líe a patadas con el sheriff, la pobre, producto del cacao mental que le están creando. Ahí sí acertaron con la psicología del personaje, quien se vuelve a convertir en la versión femenina de Rambo poco después. No hablaré de los tópicos que perpetúa la cinta, del estilo: "Peligro. No pasar", pues pasamos.
A nivel de iluminación, sigue en la línea de la anterior: estancias perfectamente iluminadas sin que los personajes lleven una linterna encima o sin que ésta esté dirigida al objeto iluminado. Horrorosa, de verdad, patética.
A nivel de maquillaje y efectos especiales, mucho peor que la primera parte. Para empezar, porque la protagonista tiene en la barbilla dos heridas alargadas cuando está en el hospital, y cinco minutos después, en el ascensor de la mina (que no funcionaba desde vete a saber cuándo), tiene poco más que un raspón. Y para terminar, porque un cuerpo que lleva días muerto, no puede tener la sangre fresca y goteando en la piel. Estas cosas deberían hacer que se les cayese la cara de vergüenza a los responsables, con la de medios técnicos que hay hoy en día. También, al igual que en la primera, hay rocas de corcho que rebotan y demás malas recreaciones de cueva.
A nivel técnico, para no extenderme demasiado, hay múltiples fallos, sobre todo de montaje. La producción no ha sido especialmente buena, pero como ya decía, es una secuela, y las secuelas suelen perder calidad respecto a las originales.
Lo que nos ha enseñado esta película es que la mejor forma de acabar con un monstruo en un cagadero masivo es la siguiente: Es muy importante que te asegures de que el monstruo esté atacando a tu amiga y no a ti, por lo que debes empujarla para llamar la atención del bicho y que vaya a por ella. Primero, limpia los dientes del monstruo con una tira de cuero que tengas por ahí, y cuando estén limpios, haz que el monstruo se entretenga tratando de estrangular a tu amiga. Después, tómate todo el tiempo del mundo para buscar un mosquetón en la mochila. Tranquila, tu amiga estará bien. Ahora, coge el mosquetón y golpea al monstruo. Pero no le golpees en la cabeza, no. Golpéale en el hombro, a ver si con un poco de suerte se lo dislocas. ¿Has tenido la suerte de que se desmaye el monstruo? ¿Sí? ¡Genial! Ahora espera sin hacer nada un momento, que lo ideal es que el bicho bucee en las aguas fecales para recobrar el conocimiento y te ataque a ti, que es muy rencoroso. Lo siguiente que vas a hacer es dejarte atacar, porque ahora es el turno de tu amiga. Como todo el mundo sabe, uno de los objetos más frecuentes que uno puede encontrar en el pelo de alguien que va en misión de rescate a una cueva es una horquilla. Y además de los más cómodos de llevar con un casco. Tu amiga tendrá una horquilla, porque no es ningún tópico que una mujer tenga una horquilla. Es más, tendrá una horquilla y conseguirá clavarla a la primera en la yugular del monstruo, por la espalda y mientras forcejeáis. ¿Ves? Ya estás salvada. Y todo esto, sin la ayuda de linternas, bengalas ni ningún tipo de iluminación artificial, puesto que la propia caverna ya proporciona toda la luz que necesitas para que puedas hacer todo esto sin estar a oscuras.
Le pongo un 2 porque me he reído mucho más que con la primera, pero sigue siendo, a mi parecer, un despropósito.
3 de febrero de 2017
3 de febrero de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar, yo soy detractor de la película original. He visto la saga completa para poder opinar, ya que no me gusta hablar de cosas que desconozco.
Dicho esto, y como también he leído muchísimas críticas, quisiera mandar un recado a todos los que parece que aún no han aprendido a leer o a contar.
El director de la primera película (y segunda) es Tobe Hooper (H-O-O-P-E-R). O sea, DOS (2) letras "O" (se pronuncian como una U) y UNA (1) letra "P".
El actor de la segunda película es Dennis Hopper (H-O-P-P-E-R). O sea, UNA (1) letra "O" (se sigue pronunciando como una O) y DOS (2) letras "P".
¿Se entiende ya la diferencia entre ambos, o no? ¿Se entiende ya que no son familia porque no es el mismo apellido? ¿O es lo mismo en castellano Hernández y Fernández? ¿Verdad que no?
Pero me estoy desviando.
Cuando ves una película y, en el transcurso de la misma, lo que más te llama la atención es el físico de la protagonista, mal vamos.
Aunque pensándolo bien, y aunque es evidente que la protagonista se deja ver de maravilla, creo que me asombra aún más la falta de atención que le han puesto director y guionistas en la película original, ya que han decidido pasarse por el forro tanto las secuelas como el remake y precuela del mismo. Ah, sí. Y el paso de los años, también por el forro. Destripo más abajo.
Dicho esto, y como también he leído muchísimas críticas, quisiera mandar un recado a todos los que parece que aún no han aprendido a leer o a contar.
El director de la primera película (y segunda) es Tobe Hooper (H-O-O-P-E-R). O sea, DOS (2) letras "O" (se pronuncian como una U) y UNA (1) letra "P".
El actor de la segunda película es Dennis Hopper (H-O-P-P-E-R). O sea, UNA (1) letra "O" (se sigue pronunciando como una O) y DOS (2) letras "P".
¿Se entiende ya la diferencia entre ambos, o no? ¿Se entiende ya que no son familia porque no es el mismo apellido? ¿O es lo mismo en castellano Hernández y Fernández? ¿Verdad que no?
Pero me estoy desviando.
Cuando ves una película y, en el transcurso de la misma, lo que más te llama la atención es el físico de la protagonista, mal vamos.
Aunque pensándolo bien, y aunque es evidente que la protagonista se deja ver de maravilla, creo que me asombra aún más la falta de atención que le han puesto director y guionistas en la película original, ya que han decidido pasarse por el forro tanto las secuelas como el remake y precuela del mismo. Ah, sí. Y el paso de los años, también por el forro. Destripo más abajo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Vamos a ver.
La peli nos quiere hacer creer que ocurre inmediatamente después que la original. Es más, es que hasta aparece el mismo camión en la carretera (y un coche que desaparece misteriosamente, como si no debiese estar ahí). Pero si ocurre justo después, explíqueme caballero de dónde sale tanta gente dentro de la casa. Porque vi la primera hace cuatro días, oiga. A mí no me engañan. ¿Y la herida de la pierna de Leatherface? ¡Flop! ¡Magia!
Oh, y hablando de magia. Existe una mística poderosa en ese pueblo de paletos. Uno de ellos, de una patada en la cara, mata a una mujer que estaba sentada al lado de un camión. ¿Sería Chuck Norris de joven? Años más tarde, Leatherface ¡vuelca una furgoneta sólo con sus manos! ¡Madre de mi vida! Pero luego no puede quitarse una cadena del cuello, vaya leches.
Ah, y bueno, no sabemos cuántos años exactamente han pasado, pero como he leído por ahí, por los móviles que aparecen, debe ser la época actual, por lo tanto la niña debería tener unos 40 años, y Leatherface, cerca de 70.
Caray, cómo se conserva la señora. Y caray, cómo se mueve el viejo. Sin mencionar que, tanto el futuro sheriff como el futuro alcalde, en el 74 ya rondan la cuarentena. Me tienen que decir dónde se operan para tener casi ochenta años y seguir tan panchos y trabajando como si nada.
Ya al empezar nos queda claro que cada personaje es el estereotipo perfecto, según el papel. Prota tranqui, novio cachas, amiga buscona y amigo pringao. De libro.
La carta del principio, otro topicazo. Ya sabíamos que la iba a leer al final de la peli.
Y ahora viene mi parte favorita: ¡Los Oscar! ¡Oscar al mejor guión e iluminación! ¡Yupi!
Heather, para huír de Leatherface (¡huy! "Heather" - "Leather", ¿casualidad?), se mete en una tumba. Cuando la cámara la enfoca, ¡está perfectamente iluminada! ¡Dentro de una tumba cerrada!
Las leyes de la física no se aplican en esta película: la voz de Nikki tiene tanta potencia que grita "¡Eh!", y Leatherface, a 100 metros, la oye, teniendo la motosierra en la mano. Momentos después, Ninguna de las dos chicas es capaz de oír la motosierra a dos metros, porque estaban susurrando. Qué vozarrón, Nikki.
Otra muy buena: Heather, en su huída, se cuelga de la noria. ¿No se ha percatado de que las norias giran, y probablemente sea el peor sitio en el que colgarse? ¿De quién es el fallo, de la chica o del guionista?
Eficacia policial: Aparte de que, con ese reguero de sangre, Nikki debería haber muerto, aquí ya nos da igual que haya un asesino suelto. Con un poli del montón nos sirve, y con ver lo que pasa por la imagen de su móvil, también.
Y el poli del montón es Don Coherencia. Se asusta un montón cuando abre el arcón y le pega un tiro a Nikki justo en la cabeza, pero luego, al asustarse al ver a Leatherface, ahí ya no pega tiros. Vaya.
Oscar a los mejores efectos especiales: Esa escena en la que se cose la careta (de goma) a la cara. El hilo no se mueve a la par por un lado y por el otro. Y la careta curráosla un poco más, por favor, que nadie se traga que se la acabas de quitar a una persona. Al menos que parezca (parezca) piel de verdad.
Ya terminando la peli, creo que es el alcalde quien habla por radio al poli muerto, mientras Leatherface lo escucha todo. Le dice algo así: "No me contestas, pero te digo donde voy a estar de todas maneras, no vaya a ser que quede alguien por enterarse".
Después del despropósito de Heather ayudando al asesino de sus amigos, acaba la película sin que se sepa qué ha pasado con el hijo del alcalde, el poli guaperas. Lástima. Con lo mono que era.
Y poco más. Una escena post-créditos muy lamentable y un punto y final a una saga y a un asesino muy sobrevalorados, para mi gusto. Jason se lo come con patatas.
La peli nos quiere hacer creer que ocurre inmediatamente después que la original. Es más, es que hasta aparece el mismo camión en la carretera (y un coche que desaparece misteriosamente, como si no debiese estar ahí). Pero si ocurre justo después, explíqueme caballero de dónde sale tanta gente dentro de la casa. Porque vi la primera hace cuatro días, oiga. A mí no me engañan. ¿Y la herida de la pierna de Leatherface? ¡Flop! ¡Magia!
Oh, y hablando de magia. Existe una mística poderosa en ese pueblo de paletos. Uno de ellos, de una patada en la cara, mata a una mujer que estaba sentada al lado de un camión. ¿Sería Chuck Norris de joven? Años más tarde, Leatherface ¡vuelca una furgoneta sólo con sus manos! ¡Madre de mi vida! Pero luego no puede quitarse una cadena del cuello, vaya leches.
Ah, y bueno, no sabemos cuántos años exactamente han pasado, pero como he leído por ahí, por los móviles que aparecen, debe ser la época actual, por lo tanto la niña debería tener unos 40 años, y Leatherface, cerca de 70.
Caray, cómo se conserva la señora. Y caray, cómo se mueve el viejo. Sin mencionar que, tanto el futuro sheriff como el futuro alcalde, en el 74 ya rondan la cuarentena. Me tienen que decir dónde se operan para tener casi ochenta años y seguir tan panchos y trabajando como si nada.
Ya al empezar nos queda claro que cada personaje es el estereotipo perfecto, según el papel. Prota tranqui, novio cachas, amiga buscona y amigo pringao. De libro.
La carta del principio, otro topicazo. Ya sabíamos que la iba a leer al final de la peli.
Y ahora viene mi parte favorita: ¡Los Oscar! ¡Oscar al mejor guión e iluminación! ¡Yupi!
Heather, para huír de Leatherface (¡huy! "Heather" - "Leather", ¿casualidad?), se mete en una tumba. Cuando la cámara la enfoca, ¡está perfectamente iluminada! ¡Dentro de una tumba cerrada!
Las leyes de la física no se aplican en esta película: la voz de Nikki tiene tanta potencia que grita "¡Eh!", y Leatherface, a 100 metros, la oye, teniendo la motosierra en la mano. Momentos después, Ninguna de las dos chicas es capaz de oír la motosierra a dos metros, porque estaban susurrando. Qué vozarrón, Nikki.
Otra muy buena: Heather, en su huída, se cuelga de la noria. ¿No se ha percatado de que las norias giran, y probablemente sea el peor sitio en el que colgarse? ¿De quién es el fallo, de la chica o del guionista?
Eficacia policial: Aparte de que, con ese reguero de sangre, Nikki debería haber muerto, aquí ya nos da igual que haya un asesino suelto. Con un poli del montón nos sirve, y con ver lo que pasa por la imagen de su móvil, también.
Y el poli del montón es Don Coherencia. Se asusta un montón cuando abre el arcón y le pega un tiro a Nikki justo en la cabeza, pero luego, al asustarse al ver a Leatherface, ahí ya no pega tiros. Vaya.
Oscar a los mejores efectos especiales: Esa escena en la que se cose la careta (de goma) a la cara. El hilo no se mueve a la par por un lado y por el otro. Y la careta curráosla un poco más, por favor, que nadie se traga que se la acabas de quitar a una persona. Al menos que parezca (parezca) piel de verdad.
Ya terminando la peli, creo que es el alcalde quien habla por radio al poli muerto, mientras Leatherface lo escucha todo. Le dice algo así: "No me contestas, pero te digo donde voy a estar de todas maneras, no vaya a ser que quede alguien por enterarse".
Después del despropósito de Heather ayudando al asesino de sus amigos, acaba la película sin que se sepa qué ha pasado con el hijo del alcalde, el poli guaperas. Lástima. Con lo mono que era.
Y poco más. Una escena post-créditos muy lamentable y un punto y final a una saga y a un asesino muy sobrevalorados, para mi gusto. Jason se lo come con patatas.
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