Creo que se trata de una de esas "obras maestras" del cine nada clásicas. Con clásicas me refiero a que sobreviven al paso del tiempo. Y ésta no es una de esas. A esta obra maestra se le notan grietas. Lo que era transgresor e impactante en su momento, visto ahora queda hasta ridículo de puro inocente. Estoy de acuerdo con los que dicen que en su momento se la encumbró precisamente porque mostraba cosas no mostradas en aquella época y no por sus valores meramente cinematográficos. Una de esas películas que los críticos no revisan y cuya valoración inicial se va arrastrando a lo largo del tiempo sin cuestionar, no vaya a ser que se te considere un hereje o alguien que no se entera. Y encima la rodó el genio de Kubrick.

Un lugar común, vamos.

Yo intenté verla de nuevo hace un mes y no puede pasar del asalto a la pareja en la casa de campo. Olía a rancio, a habitación cerrada. Se veía amarillenta, como la pintura vieja.

Me permito hacer referencia a una de esas críticas que califican a esta peliculita de EXCELENTE como ejemplo de lo facilones que son algunos de los que aquí opinan:

"Ciertamente, con el paso de los años, pensaba que se elevaría a la categoría de clásico de las comedias, al lado de "El jovencito Frankenstein", "La vida de Brian", "Los caballeros de la mesa cuadrada" o "La escopeta nacional", entre otras (por supuesto, cada una a su manera). Pero veo que no es así, que se tiene medio olvidada, aunque la haya visto todo el mundo, y encima de media tiene un 4.8. En fin, para gustos los colores, como diría aquel..."

El argumento de "aunque la haya visto todo el mundo" tiene tanto valor como decir que como todo el mundo ha comido alguna vez una hamburguesa con nombre de payaso se trata de una delicatessen. Y sin comentarios con la comparación que se hacen con otras comedias.

Reconozco que me reí. Es decir, la película cumple con su función. Que se ve bien, porque los que la hicieron tienen oficio. Pero vamos, una barca del Retiro también flota y navega si remas, pero a nadie se le ocurre decir que es un yate.

Una grandísma decepción la solución que le dan a esta película que tenía una buena idea de partida. El final tiene la virtud de hacer inexplicable todo lo hemos visto hasta ese momento. Demuestra un mal oficio construyendo en guión increible.

Lo único salvable, Dakota Fanning. ¡Qué gran futuro el de esta niña!

Algo tendrá cuando ha destacado de entre toda el resto de comedietas escatológicas e infantiloides con la que comparte espíritu, pero yo no consigo saber qué es. Quizás un par de secuencias (yo sólo recuerdo esas): la del gel fijador y la de la reanimación del perro.

Perfectamente prescindible. Si no la ves, no pasa nada. Si la ves, tampoco. Te reirás un poco. Eso sí, una vez y ya está.