La cuarta entrega de la franquicia no hay por donde cogerla. Empezando por el sin sentido de la trama y siguiendo por una fotografía que afea el conjunto. Saturada, demasiado oscura y por momentos incluso borrosa.

Jean-Pierre Jeunet, acostumbrado a un cine mucho más autoral, falla al intentar darle personalidad y acaba firmando la que me parece, por mucho, la peor entrega de Alien. No se salva ni Sigourney Weaver con una Ripley de marca blanca.

Puede ser una obviedad, pero los primeros 5 minutos de Alien son una maravilla. Ridley Scott contextualiza la trama y dibuja la estética de toda la película en prácticamente cuatro tiros de cámara.

Pasan los años y sigue siendo fantástica. Los decorados, la figura del Alien… todo se mantiene vigente, terrorífico e icónico más de 40 años después. A decir verdad, con más de cuatro décadas a sus espaldas, se sigue viendo mejor que casi cualquier otra película de la saga.

Añado que, a nivel personal, el personaje de Ash es de lo mejor de la franquicia.

Cálido y tierno en las distancias cortas, contemplativo en la lejanía. Lukas Dhont consigue lo más difícil en un drama, no señalar ni culpar a nadie. Close se apoya casi exclusivamente en la sensibilidad de su director y sus actores, pero esta es pura e irreprochable.

La fantásticamente excesiva Agárrame esos fantasmas muestra un Peter Jackson desatado.

Planos cortos, movimientos de cámara sin tapujos y una puesta en escena super original con unos fantasmas tan delirantes como terroríficos.

El carisma de Michael J. Fox y el talento musical de Danny Elfman solo la hacen aún mejor.

Dejando de banda a Cage (pobrecito…), la peli no está tan mal como cabría esperar.
Mantiene el ritmo de la primera y sigue dejándote contento al final.
Es decir, entretiene.
¿Nada más? exacto, nada más, pero podría ser peor. La película da lo que se espera de ella, 90 minutos de necesitamos encontrar esto--> lo encontramos, voy a descifrar esto--> lo descifro, y si, si debo secuestrar al presidente, ¡¡lo secuestro!! ¿Por qué no?