Un guión sin resquicios, una animación sólida e incluso por momentos brillante, unos personajes con personalidad muy bien definida y unas secuencias de lucha (en especial la última) sencillamente extraordinarias, dan como resultado un sólido anime de linaje clásico, sobrellevado con sapiencia y gusto exquisito, que hará las delicias de amantes de la aventura animada con espadas de por medio.

Más como esta.

Película lamentablemente soporífera, escondida tras una animación sensacional, especialmente en cuanto al color y tono empleados (no tanto en los movimientos que en mi opinión son más rígidos de lo que sería necesario) pero tremendamente fría y aburrida. Basada en el recuerdo de unos hechos que deberían, como mínimo, afectar al estado de ánimo del receptor, pero, al menos a mí, lo que han conseguido es dormirme hasta en tres ocasiones, teniendo que rebobinar para continuar el visionado.

Lo que en definitiva tenemos aquí es una realidad histórica absolutamente patética, una vez más utilizada en beneficio particular (lo de siempre) bajo el farsario disfraz de denuncia social.
Un gobierno miserable que pretende dar una redentora imagen exterior seleccionando argumentos como éste para el óscar a la mejor película de habla no inglesa, mientras internamente sigue cerrado y obcecado en los mismos errores con el mazo dando.
Un director que profana el inmenso dolor contenido en esos hechos, en esa masacre brutal, para condensar todo en un comprimido insípido de hermosa factura formal, más con el objetivo de diferenciarse del resto por la utilización de un formato nada usual hasta la fecha, en este tipo de documentos, que con la intención de recordar al mundo, al ser humano, todo el horror que es capaz de llevar a cabo.
Película inepta, pretenciosa e hipócrita en cuanto a lo que realmente busca. ¿Los muertos?. Primero los mataron, ahora toca utilizar su recuerdo.
Animación cojonuda, música magnífica... ¿Qué coño es todo esto? ¿Para que vale?. El resultado no es más que un pedazo de hormigón pintado con brillantez.

Asco eterno.

Curiosa película con momentos muy logrados pero de la que me esperaba más. Me cuesta creer algunas reacciones de los personajes y a pesar de su necesaria corta duración y su banda sonora maravillosa, las pestañas tienden a cerrarse. Desgraciadamente me encanta lo que me quiere contar y mostrar pero las maneras no han acabado de conseguir traspasar las distintas capas que protegen mi centro neurálgico y emotivo.

Se trata de una de esas pelis en las que cuesta mucho no ser capaz de autoengañarte y valorarla más, pero a estas alturas uno ya ha perdido suficiente ingenuidad como para creerse, por ejemplo, al personaje femenino.

Somers Town es como un buen chaval, tiene humildad, buen fondo y todo eso, pero le falta chispa, mala ostia o el grano bien infectado en el culo de quien la dirija.

Cine de otra cepa, alejado del adorno y contrario a la banalidad. Personajes imantados de un realismo majestuoso que perpetúan de manera admirable la maravillosa calidad interpretativa del cine ruso en general, aquí dentro de una historia de almas perdidas en el confín de una naturaleza salvaje.
Un guión consistente que dará cabida a la crudeza como ingrediente principal, pero tratándola con el respeto de quien conoce lo que significa lidiar con la dificultad y sus inapelables consecuencias, para entregarnos una trama de seres a la deriva, con conductas y relaciones primarias ante un ambiente hostil, pero mostrada, al mismo tiempo, desde una óptica que no quiere destruir la dignidad del individuo y cuyo mayor interés es que vislumbremos cómo aun en la precariedad de unas condiciones adversas, topada ya la desesperanza, puede volver a brotar el calor y a latir el cariño entre dos corazones afines.

Recomendable por múltiples motivos, entre los que destacan su extraña condición, fotografía e interpretaciones exquisitas y una historia que agrupa profundidad y aventura a partes iguales, dando como resultado un producto más que interesante.

Buena peli de animación de dibujo clásico, dotada de un más que decente guión correctamente adaptado a pantalla, con una duración exacta y lo más importante, un resultado entretenido e incluso me atrevería a decir, inteligente.
Bien contada, con evidente gusto por el comic tradicional, mas sin caer en estado rancio, nunca defraudará desde su modestia.