Obra Maestra de Bertolucci, que es una auténtica belleza visual, hace poesía en imágenes, donde varios cuadros realmente son muy cautivadores. Un relato melodramático que convoca a la interpretación de cada quien, transmitiendo la existencia del pasado en el presente. Interesante mirada de la Italia fascista, a partir de imágenes que representan la omnipotencia de ese estado.

Luego de los desgarradores dramas, como lo fueron "Contra la Pared" y "Al Otro Lado", Fatih Akin intenta con la comedia y no defrauda. Una divertida, ágil y entretenida película que provoca la risa en varios momentos, con unos cuantos giros en la historia y personajes bastantes neuróticos y simpáticos. Cuenta con un buen soundtrack y con la gran actuación de Moritz Bleibtreu.

Espectacular!!! Es como ver a David Bowie y a Iggy Pop en años dorados, pero encarnados en la piel de Jonathan Rhys Meyers y Ewan McGregor. La trama se centra en como un periodista (Christian Bale) comienza a reconstruir a partir de una investigación, los tiempos de su fanatismo al Glam Rock conjuntamente con el descubrimiento de su sexualidad. La historia está desordenada pero queda diluida con las impactantes imágenes y sobre todo con la música que te estalla en la cabeza. Participan en la banda sonora Placebo, Lou Red, integrantes de Radiohead, Pulp, Brian Eno, entre otros, conjuntamente con frases de Oscar Wilde que van estructurando algunos diálogos. También trabaja Toni Collete y como de costumbre hace un gran papel. Recomendación: Es para verla con el volumen bien alto.

Con una puesta en escena impecable, notable dirección de arte y el montaje prolijamente cuidado, esta biopic del carismático lider brasilero termina siendo un proyecto absolutamente panfletario para idealizar aún más la imagen de héroe, en pleno contexto electoral. La historia se centra en la relación con su amada madre y la influencia de esta "santa" mujer en la vida de su hijo. Plagada de situaciones que apelan a conmover los sentimientos del espectador, deja de lado muchos aspectos políticos para focalizarse en la intachable humanidad del hoy mandatario, sin ningún tipo de fisuras, ni ambivalencias. La vida de Lula es apasionante, su gestión admirable, pero la película las desperdicia en su intento de fascinar y manipular a las masas.

Tomando conceptualizaciones propias y de varias corrientes filosóficas y psicológicas acerca del mundo de los sueños. Nolan desarrolla esta producción que va a quedar en la historia del cine. Con un despliegue visual y sonoro deslumbrante, el director intenta adentrarse en el inconsciente humano a través de Cobb (Di Caprio) y todo su equipo, para modificar la realidad de los sujetos.
El onirismo es tal, que el espectador vivencia cierta experiencia de despersonalización, hasta incluso varios minutos después de haber terminado la cinta.
Hay un error conceptual en la película bastante grosero, no se trata del subconsciente, sino del inconsciente, ya que son entidades psíquicas muy distintas.
Ya el psicoanálisis había dicho que lo importante en un sujeto es la realidad psíquica y no la fáctica y esta es una de las lecturas que se desprende de este mega film, que requiere verlo como mínimo más de una vez.