Almodóvar, nuestro gran incomprendido patrio, una vez más logra no sólo somprenderme pero hacerme dar cuenta lo infravalorado que está. Este remake/ película sadomasoquista pre50sombras de grey descompone con gran eficencia las relaciones amorosas y humanas. ¿Qué es el amor? O más bien, ¿en qué se ha convertido el amor? En una soga. El amor social y convencional se ha convertido en esa necesidad de atar a alguien, de subordinación a alguién. A callar, a dejarse atar, a sacrificar una parte de uno mismo, a ocultarse. Aunque alguno quizás pueda no entenderlo o no compartir mi opinión. Almodóvar construye un retrato del hombre y mujer social, del sexismo y sus efectos en los miembros de la sociedad y en concreto en los jóvenes o las nuevas generaciones que recibieron y hoy en día aún reciben esta relación amorosa de dueño y vasallo como la única existente. Lo que me hace recordar inevitablemente la reflexión de Dostoievsky: "Amor no viene de amar sino de amo".

Teatro, teatro, teatro. Lo de Agosto es puro teatro. Lo que en principio apunta como su mayor esplendor es a su vez el veneno del filme. A pesar de la estelar actuación de ambas Meryl Streep y Julia Roberts es inevitable pensar que la obra está terriblemente teatralizada. Si la exploranos desde un punto teatral es espléndida pero, explorándola desdeun punto de vist cinematográfico no es tan impactante como si la analizamos como una representación.

No obstante, analizándo con profundidad la perspectiva del tema que elaboran el director, los guionistas y el autor original de Agosto, la obra es una delicia. ¿Qué es la familia? Sino un azar provocado por el amor de los padres. Como deja caer uno de los personajes, no es más que una unión fortuita de células. Es por esto, que es una obligacióm de los padres a través de su cariño y un entorno favorable crear esos vínculos emocionales que cream el concepto familia en sí.

Sin embargo, cuando no es así y una madre, quizás por su egoísmo, quizás por sus propias experiencias o por un odio inexplicable, no transmite más que crueldad y odio a sus hijos es entonces, cuando sólo se logra separar a esos individuos que forman el núcleo familiar. No hay afecto, ni sentimientos, no puede haber unidad, ni pensamientos que favorezcan el cariño. Pero yendo más allá, ¿cómo esperar que sus hijos no guarden dolor? Por eso debemos esforzarnos en inculcarvalores y fomentar el cariño en la familia no sólo por no encomtrarnos solos cuando lo mecesitemos pero también para evitar el dolor, la frustacióm y presión que pueda cambiar radicalmente la vida de personas que en fondo, no son culpables de nuestra desgracia.

Es tristemente alucinante como Pedro Almodóvar siempre ha sido más aceptado en el extranjero que en su propio país. Donde algunos descubren un thriller cargado the metáforas, psicología y psicosis del amor al ver "The Skin I Live In" otros ven perversión, aburrimiento y patetismo al ver "La piel que habito".

Por lo que a mi respecta esta película me provoca unos sentimientos casi eléctricos (muy fomentados por una música rompedora que va de la mano de planos extraordinarios). Cabe destacar la historia que aunque para unos sea el culebrón de un psicópata a mi me parece una de las obras maestras de un genio que además ha sabido adaptar las ideas de la novela original a España y al cine. Almodóvar explota la búsqueda enfermiza de la belleza perdida por su personaje principal, Roberto (interpretado por Antonio Banderas), la relación nunca del todo clara o matizada con Vera, interpretada por Elena Anaya (que dudo que fuera expresada de manera tan emocional y detallada como lo hace Almodóvar), la maternidad y el compromiso de una madre y ante todo el amor casi psicótico de unos personajes repletos de carencias, dolor, sufrimiento y en el caso de Roberto de sed de venganza.

Este film electrificante con reflexiones sobre las relaciones humanas se explota la ética y moralidad de la ciencia, la creación y trangénesis de los seres humanos a cosas que no son, a personas que alguien desea moldear. Pero también se pregunta el director, ¿hasta qué punto se puede moldear a alguien? ¿Se puede moldear la mente humana? ¿Los recuerdos? ¿El corazón? A lo que da diversas respuestas y posibilidades a lo largo de toda la película.

Es cierto, que quedan latentes en el film algunos fetiches y obsesiones del director manchego. Pero, cómo no intentar entender, una película tan explosiva, como no poder comprender el arte de lo intrínseco, complejo y emocional. Porque no hacerle un hueco en un mundo explotado por películas sin profundidad o emociones, porque no hacerle una mención especial en el día de hoy.

Mujeres al borde de un ataque de nervios desde hoy se ha convertido para mí un ícono del cine español. En su línea clásica, Almodóvar vuelve a crear un film pobre en presupuesto pero rico, millonario en emociones. Narrando el desdichado dolor que causa el amor en las mujeres, el director manchego vuelve a crear un micromundo donde cuatro mujeres muy distintas se unen en un mismo punto, convergiendo en una trama delirante, pero que a la vez es sincera y muestra realidades del amor, las relaciones, el dolor, su mal tratamiento, la soledad y la pena mal llevada.

Cabe destacar y loar la espléndida actuación de Carmen Maura que sabe estar en todo momento en su sitio y tiene un gran poder sobre su personaje a lo largo de todo el film logrando que el diálogo y la esencia del guión traspase por la pantalla y entre en los poros de los espectadores. También impresionante María Barranco, que es capaz de llevar más allá la comedia y volverla aún más desternillante con su personaje surrealista.

Por si fuera poco a todo se añade una realidad envuelta en el surrealismo, la incapacidad del ser humano actual de procesar la soledad, la pena y el dolor. Como bien se dice en el film: "La gente joven, no sabéis luchar por las cosas. Os creéis que todo es placer. Pues no, hay que sufrir. Y mucho." Y en esto se cimienta toda la historia de la película. Pepa incapaz de asumir el dolor del abandono y la ruptura se dispone a buscar y buscar a Iván, para a hablar con él, aferrándose a lo que sea (como la maleta) para que venga a él. Lucía es una mujer herida, desequilibrada por el amor, torturada por la idea de un final que ella en el fondo nunca esperaba y por ello se dedica a buscar su venganza que lo único que hace es remover más su dolor interior. Candela es una mujer feliz, inocente, carente de maldad, no ha sido capaz de romper por el miedo y por culpa de esa falta de valentía llega su dolor. Como podemos ver todos estos personajes principales se manchan de las relaciones rotas y son las que les causan el malestar y la manera en que se desarrollan o actúan. Es por ello la resolución y la manera llevada de cada dolor una metáfora de los finales de cada amor, porque algún día el amor se acaba y sólo dependiendo de como sabemos procesar ese dolor somos capaces de superarlo o no.

Es peculiar ver como últimamente las novelas del escritor John Green se están pasando a la pantalla de manera acelerada. "Bajo la misma estrella" ha suspuesto para mí algo sorprendente y positivo sin embargo, sin perder la cabeza la considera buena. He de decir, que me ha apelado de una manera sorpredente y es de las pocas películas que me han dejado al borde de la lágrima (imaginad el pequeño número de películas que me hacen llorar).

Mire por donde se mire este largometraje transmite frescura, pureza y vibración en sus planos y unos personajes lejos de la común y machacona tragediona americana a la que parecía atado este género. Los personajes muestran una filosofía de vida fuerte y con unas convicciones lejos de la común capacidad humana a alimentarse de la compasión. Son unas personas capaces de asumir su pena, su dolor y vivir con ella mientras el mundo se pobla de cientos de personas que lloran por penas que uizás no tienen la futilidad que puede tener la muerte.

Sin embargo, creo que un error del film (que no quiere decir que sea un error de la novela) es que a pesar de que los personajes deseen centrarse en la vida y el pilar de la película sea la vida más allá de un incontrolable, infinito y eterno avance de la muerte la película en ocasiones enfoca un poco más de lo que en mi opinión debería el lado clínico del cáncer y sus efectos de manera que se pierde (aunque muy levemente) la ilusión y fuerza de los personajes.

También opino que este film peca de ser un poco largo y quizás eso corta un poco la fluidez del argumento y el mensaje que engancha al personaje y fluye con velocidad a lo largo del cuerpo del público. Pero a pesar de estos pequeños errores (quizás debido a la corta historia cinematográfica de Josh Boone) me inunda felicidad comprobar que existen películas tan bien interpretadas por los actores, con una calidad fotográfica espléndida y unos diálogos y poder tan vibrante y necesario para la situación mundial. En resumen me parece una apuesta por el cine, la reforma del drama trágico común y por la vida.