Había visto un avance en una convención hace unos meses y me pareció un espanto. Hoy, ahora mismo, la acabo de ver entera y, siento decirlo, es OTRO bodrio más de los estrenados este año con matrícula española.
Sigo sin entender el criterio de los que financian estas películas tan poco atractivas. Antes se hablaba de las subvenciones y del amiguismo...hoy ¿A quien le echamos la culpa?
Gastarse ocho euros en ver esto es si no un delito, un pecad importante...con la de hambre que hay en el mundo. Lo siento, chicos, pero no soy el Fotogramas que todas las películas le parecen bien.
No va a reventar la taquilla...de hecho hoy estaba yo solo en la sala y si consideramos los gastos fijos, el dueño del cine ha perdido dinero. No amortiza la lámpara con esta peli.

He dudado mucho antes de hacer éste comentario. Detrás de cada película está el trabajo de mucha gente ilusionada y duele opinar sobre ese trabajo cuando no se puede decir nada bueno sobre el. La película que hoy he visto va a ser un éxito de taquilla y para ese propósito se ha realizado, pero es terrible y lo saben.
Hay películas excelentes, muy buenas, buenas, regulares, malas, muy malas... y luego está ésta Familia que es
un despropósito hecho con desgana y sin ningún talento. Una insoportable concatenacion de chistes malos y una historia de fondo que resulta ser de mal gusto.
Leo Harlem, que siempre cumple con su papel, en ésta ocasión, está muy mal. Pepe Viyuela tiene que pagar las facturas y acepta lo que venga. Los niños están muy mal dirigidos y resultan indigestos. La hija de Damian Bichir
es la más insoportable de todo el elenco.
La fórmula de éxito de la factoría Segura sigue siendo vital en fechas señaladas y hay que reconocer su olfato y la visión comercial que le acompaña.
La comedia en España está en la UCI... y con pronóstico reservado.

Ni estoy ni voy a estar un minuto más frente a la pantalla de televisión para ver algo relacionado con éste bodrio catódico. Una serie mal escrita, mal dirigida y muy mal interpretada que da cuenta de la problemática actual de la ficción en televisión: hay mucho ruido y pocas nueces. Las plataformas de tv por streaming han multiplicado la necesidad de contenidos y cualquiera que le caiga bien a un productor, que esté bien relacionado, puede colocar una castaña incomible con facilidad.
Antonio Mercero era un genio de la televisión que junto a José Ángel Rodero y otros buenos guionistas, logró hitos de la televisión. Su hijo Ignacio no ha tenido tanta suerte con los guionistas y lo que le toca dirigir aquí, probablemente, no tenga solución. Si una serie en su primer capítulo causa la reacción que provocó en mi casa, mal lo tiene para levantar el vuelo.
Se puede uno acercar a Toy Boy como si fuese un thriller...no lo es porque es una trama mil veces vista o leída en novelas pulp. Se puede acercar uno por morbo sexual...tampoco porque es un erotismo descafeinado en el que ni la imaginación se puede sentir alterada. ¿Buscar buenas interpretaciones? Imposible. Salvo destellos de Cristina Castaño el resto deambulan por la pantalla con más pena que gloria.
En resumidas cuentas: otra serie que fracasará por vender lo que luego no da, por aburrida y por mala.

Peor de lo que pensaba después de ver el trailer. Es muy difícil hacer un guión tan malo y desperdiciar un reparto importante y un presupuesto más que decente para lograr bostezos y deserciones en la sala. Viyuela es un buen actor y Mota tiene una amplitud de registros que ya los querrían muchos actores ganadores del Premio de la Academia y, sin embargo, la película es mala de solemnidad.
Lo peor que le puede suceder a una comedia es no tener la más mínima gracia. Te arranca alguna sonrisa y las pocas risas que se han escuchado, tímidamente, han sido por los gestos de Viyuela, lo que no da ningún mérito a la directora.
No voy a contar nada de la trama que parece un gazpacho con exceso de pepino...mejor no la vean, hay miles de comedias ligeras y menos pretenciosas en cualquier plataforma...y gratis.
La comedia es un género muy necesario siempre y más en los tiempos que vivimos...dicen que es difícil hacer reír y, aquí, se les ha hecho casi imposible. 8 euros tirados.

Cuando una película te llega al corazón de la manera que esta lo hace, resulta muy complicado hacer una reseña sobre ella sin resultar pedante o sospechoso de estar relacionado de alguna manera con su elaboración. Es difícil encuadrar en unas líneas la admiración por su directora, sus guionistas, sus actores…todo en ella rezuma verdad y te acerca a las familias de los desaparecidos durante cualquier dictadura en cualquier país. Ese gran vacío que te produce no saber dónde está, qué pasó… un familiar, un amigo, un conocido. Ver estas situaciones desde los ojos inocentes de los niños te llega aún más si cabe. El reparto de niños es sorprendente. Los infantes de las comedias te saturan, te cargan… los alumnos de Antoni Benaiges me recuerdan a mi yo niño y traen a esa memoria esa forma de ver a los demás y, sobre todo, a los mayores con inocencia, con esperanza.
Patricia Font es una gran poeta del universo cinematográfico.Una gran artista que tiene mucho que ofrecer y que, de seguro nos lo irá mostrando en sus próximos proyectos.
Agradezco a los productores que creyeron en este proyecto y lo sacaron adelante. Font merece el Goya a la Mejor Dirección y Enriq Auquer es el Goya más claro visto hasta la fecha.
Recomiendo mucho ver esta película y verla con gente joven para que aprecie la libertad de que gozamos y eviten que se vuelva a producir