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8
8 de septiembre de 2010
8 de septiembre de 2010
24 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero fueron las películas de Disney. Luego llegaron las películas para todos los públicos, comedias, los Regresos al Futuro, los Indiana Jones. Luego, algo un poco más sórdido, thrillers, dramas. Un día, uno le interesa conocer un poco de historia... y empiezan los clásicos. Kubrick, Hitchcock, El tercer hombre... y uno ya está irremediablemente atrapado. Clásicos, y más clásicos, cine indie, cine de autor europeo,... hasta que un buen día uno se encuentra con TAKASHI MIIKE.
El mundo no estaba preparado para Takashi Miike. 100 años de cine, 100 años de evolución, 100 años de géneros, de tendencias, y de pronto surge este sujeto para él que la narrativa ni la moral clásica ni la codificación tradicional de los géneros va con él. Él hace su cine. El tiene su propio género, el género Takashi Miike.
Lo que trato de decir, es que el mundo no está preparado para una película como Izo. No hay forma de analizar una película como ésta, que se salta toda linealidad temporal, todo ritmo narrativo clásico, que se muestra como caótica, salvaje y extremadamente excesiva. Parece que el lema de Miike, al igual que el de los anfitriones de Saló es "todo en exceso es bueno".
Así llegamos al punto de que es mucho más sencillo y cómodo decir: "Miike está loco" "ida de olla de Miike" "paja mental", que verdaderamente tratar de analizar y profundizar esta obra con detenimiento, ya que sin duda pocos son los que se la han tomado en serio. Cómo digo la tarea de analizar formal, estética y temáticamente este film sería un trabajo arduo y duro, ya que como digo el análisis crítico clásico no se creó para films de éste tipo alejados de cualquier catalogación esquemática. Buscar influencias, simbolismos y mensajes es arduo y duro, sobre todo si la película no es tomada en serio.
Lamentablemente, más fácil es decir: "ida de olla, paja mental de Takashi Miike" que verdaderamente realizar un análisis serio de la obra. No seré yo el que lo haga, ya que no estoy capacitado, sin embargo, nadie me quita el haber disfrutado como un enano.
Llámelo loco, llámelo pervertido... pero no se olvide de llamarle genio.
El mundo no estaba preparado para Takashi Miike. 100 años de cine, 100 años de evolución, 100 años de géneros, de tendencias, y de pronto surge este sujeto para él que la narrativa ni la moral clásica ni la codificación tradicional de los géneros va con él. Él hace su cine. El tiene su propio género, el género Takashi Miike.
Lo que trato de decir, es que el mundo no está preparado para una película como Izo. No hay forma de analizar una película como ésta, que se salta toda linealidad temporal, todo ritmo narrativo clásico, que se muestra como caótica, salvaje y extremadamente excesiva. Parece que el lema de Miike, al igual que el de los anfitriones de Saló es "todo en exceso es bueno".
Así llegamos al punto de que es mucho más sencillo y cómodo decir: "Miike está loco" "ida de olla de Miike" "paja mental", que verdaderamente tratar de analizar y profundizar esta obra con detenimiento, ya que sin duda pocos son los que se la han tomado en serio. Cómo digo la tarea de analizar formal, estética y temáticamente este film sería un trabajo arduo y duro, ya que como digo el análisis crítico clásico no se creó para films de éste tipo alejados de cualquier catalogación esquemática. Buscar influencias, simbolismos y mensajes es arduo y duro, sobre todo si la película no es tomada en serio.
Lamentablemente, más fácil es decir: "ida de olla, paja mental de Takashi Miike" que verdaderamente realizar un análisis serio de la obra. No seré yo el que lo haga, ya que no estoy capacitado, sin embargo, nadie me quita el haber disfrutado como un enano.
Llámelo loco, llámelo pervertido... pero no se olvide de llamarle genio.

6,3
9.918
8
25 de diciembre de 2005
25 de diciembre de 2005
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ichi the killer, del renombrado Miike Takashii es una película totalmente recomendable para los cinéfilos que busquen experiencias nuevas. Es una película que no se toma en serio a sí misma, está repleta de escenas sumamente violentas, muy exageradas a menudo, pero con mucho sentido del humor, muy macabro.
La historia es deliciosamente disparatada: Ichi, un deficiente mental ha sido programado y condicionado para acabar con los yakuzas de Tokio. Cuando despacha al importante jefe Anjo, se monta un gran revuelo entre las bandas yakuzas que, encabezadas por el loco masoquista Kakihara, removerán todo Tokio hasta encontrar al culpable. Asistimos a toda una gama de torturas, situaciones violentas y personajes variopintos. Especial mención merece el villano Kakihara, un psicópata masoquista, con un atuendo muy particular, que para mí, es sin duda uno de los malvados más carismáticos del celuloide en lo que va de siglo.
Resumiendo, gran película que de ningún modo te dejara indiferente, totalmente novedosa. Si te gusta, no te pierdas otras pelis de Takashii como Audition, Graveyard of honor o Visitor Q.
La historia es deliciosamente disparatada: Ichi, un deficiente mental ha sido programado y condicionado para acabar con los yakuzas de Tokio. Cuando despacha al importante jefe Anjo, se monta un gran revuelo entre las bandas yakuzas que, encabezadas por el loco masoquista Kakihara, removerán todo Tokio hasta encontrar al culpable. Asistimos a toda una gama de torturas, situaciones violentas y personajes variopintos. Especial mención merece el villano Kakihara, un psicópata masoquista, con un atuendo muy particular, que para mí, es sin duda uno de los malvados más carismáticos del celuloide en lo que va de siglo.
Resumiendo, gran película que de ningún modo te dejara indiferente, totalmente novedosa. Si te gusta, no te pierdas otras pelis de Takashii como Audition, Graveyard of honor o Visitor Q.

7,0
3.114
10
27 de enero de 2013
27 de enero de 2013
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y Antonioni descubrió el color, y en pocas películas fue este tan autoconsciente. Y fascinado, como si de un pionero se tratase, lo utilizó con fines expresionistas, y creó una película de terror existencial.
Digo bien, terror, porque este es el género al que más se aproxima [I]Il desserto rosso[/I], pero no un terror del exterior, de bichos que invaden la tierra, o hombres malos que quieren matarte a ti y a tu familia. Sino un terror que proviene del interior, un terror ante una realidad amenazante y, tal vez, una existencia, por momentos, carente de sentido.
Parece a primera vista que [I]Il desserto rosso[/I] es críptica como si de un David Lynch de interiores se tratara, pero realmente es bastante clara en su tesis y planteamientos.
Guiliana lo dice bien claro: "Hay algo amenazante en la realidad y no sé qué es". "Tengo miedo de todo".
Y los primeros planos de apertura (célebres diría yo) son más que elocuentes: planos difuminados, rápidos, de fábricas, sucias, monocromáticas, echando mucho humo, acompañados de una música metálica, inquietante.
Quiere dar la sensación de un mundo artificial, mecánico y metálico, deshumanizado y que destruye la naturaleza y el entorno (mares y campos contaminados). Pero no sólo es el entorno el deshumanizado, las relaciones humanas en Il desserto rosso también son frívolas, superficiales, carentes de calidez.
Me gusta creer que el accidente que sufre Guiliana, ese shock de ser consciente de la muerte, le hace abrir los ojos, y ver la realidad tal cual es, y que el resto, contaminados, no pueden ver. En ese sentido, parecería que la única cuerda es ella.
Antonioni. No es que sea injusto, creo que es casi ignorante decir que su cine, y en concreto esta película, sea aburrida o tediosa. Yo creo que Michelangelo no ha dirigido una película, sino un ensayo filosófico, y fue uno de los primeros en realizar propuestas así (el cine casi en su totalidad es negocio y entretenimiento; de ahí también el injusto rechazo que provocan obras maestras como esta que nos ocupa).
Además, creo que esta es la propuesta más pura de los que hizo en su carrera, aquella con mayores pretensiones artísticas. La más desprovista de cualquier elemento superfluo (por ejemplo, el accidente del coche), la que no necesita de ningún acontecimiento dramático que la haga justificar (un suicidio, una muerte). Il desserto rosso no necesita mostrar nada, sólo debe sentirse.
Digo bien, terror, porque este es el género al que más se aproxima [I]Il desserto rosso[/I], pero no un terror del exterior, de bichos que invaden la tierra, o hombres malos que quieren matarte a ti y a tu familia. Sino un terror que proviene del interior, un terror ante una realidad amenazante y, tal vez, una existencia, por momentos, carente de sentido.
Parece a primera vista que [I]Il desserto rosso[/I] es críptica como si de un David Lynch de interiores se tratara, pero realmente es bastante clara en su tesis y planteamientos.
Guiliana lo dice bien claro: "Hay algo amenazante en la realidad y no sé qué es". "Tengo miedo de todo".
Y los primeros planos de apertura (célebres diría yo) son más que elocuentes: planos difuminados, rápidos, de fábricas, sucias, monocromáticas, echando mucho humo, acompañados de una música metálica, inquietante.
Quiere dar la sensación de un mundo artificial, mecánico y metálico, deshumanizado y que destruye la naturaleza y el entorno (mares y campos contaminados). Pero no sólo es el entorno el deshumanizado, las relaciones humanas en Il desserto rosso también son frívolas, superficiales, carentes de calidez.
Me gusta creer que el accidente que sufre Guiliana, ese shock de ser consciente de la muerte, le hace abrir los ojos, y ver la realidad tal cual es, y que el resto, contaminados, no pueden ver. En ese sentido, parecería que la única cuerda es ella.
Antonioni. No es que sea injusto, creo que es casi ignorante decir que su cine, y en concreto esta película, sea aburrida o tediosa. Yo creo que Michelangelo no ha dirigido una película, sino un ensayo filosófico, y fue uno de los primeros en realizar propuestas así (el cine casi en su totalidad es negocio y entretenimiento; de ahí también el injusto rechazo que provocan obras maestras como esta que nos ocupa).
Además, creo que esta es la propuesta más pura de los que hizo en su carrera, aquella con mayores pretensiones artísticas. La más desprovista de cualquier elemento superfluo (por ejemplo, el accidente del coche), la que no necesita de ningún acontecimiento dramático que la haga justificar (un suicidio, una muerte). Il desserto rosso no necesita mostrar nada, sólo debe sentirse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y estos planteamientos se refuerzan con el contraste del cuento que Guiliana narra a su hijo. Esa playa impoluta, ese oasis de naturaleza pura, que nadie puede corromper (el velero se da la vuelta), y donde todo canta… en armonía… todo.
Y ocurren una serie de acontecimientos que minan su esperanza en, como ella dice, recuperarse, reintegrarse a la realidad, una realidad que no es le disguste, es que le da pánico. Como se ha apuntado, en la pequeña caseta al lado del mar contaminado, donde aparece un barco apestado de enfermedad y muerte, las relaciones son frívolas y superficiales, todos tontean con todos, (p.ej: el marido de una mujer flirtea sexualmente con su amiga delante de esta) Otro plano elocuente: fuera de la cabaña, Giuliana, por el efecto de la niebla, ve como su marido y sus amigos se difuminan, sus figuras se hacen borrosas y desaparecen intermitentemente. Como si esas personas que cree que son su círculo de amistades y cariño, por un momento, no supiera quién son, y parecieran ajenos a su vida.
Y su hijo pequeño, seguramente lo que más quiere en el mundo, la engaña fingiendo una enfermedad muy grave, probablemente para no ir a la guardería, lo cual crea en ella un shock muy grande. ¿Qué pasa? Tu hijo te engaña cruelmente en su inocencia. ¿En qué creer?
El personaje de Corrado (Richard Harris) parece una persona que la quiere ayudar. Pero no es bondad desinteresada, simplemente siente una gran atracción sexual hacia ella, y no le pesa dejarla sin decirle una palabra. Pero creo que en su comportamiento no hay nada juzgable, y que actúa de una forma natural dadas las circunstancias.
Frases de conclusión:
-Mamá, ¿porqué ese humo es amarillo?
-Porqué es veneno
-Y si pasa un pájaro por encima, ¿moriría?
-Los pájaros ya lo saben y no pasan por ahí
Y ocurren una serie de acontecimientos que minan su esperanza en, como ella dice, recuperarse, reintegrarse a la realidad, una realidad que no es le disguste, es que le da pánico. Como se ha apuntado, en la pequeña caseta al lado del mar contaminado, donde aparece un barco apestado de enfermedad y muerte, las relaciones son frívolas y superficiales, todos tontean con todos, (p.ej: el marido de una mujer flirtea sexualmente con su amiga delante de esta) Otro plano elocuente: fuera de la cabaña, Giuliana, por el efecto de la niebla, ve como su marido y sus amigos se difuminan, sus figuras se hacen borrosas y desaparecen intermitentemente. Como si esas personas que cree que son su círculo de amistades y cariño, por un momento, no supiera quién son, y parecieran ajenos a su vida.
Y su hijo pequeño, seguramente lo que más quiere en el mundo, la engaña fingiendo una enfermedad muy grave, probablemente para no ir a la guardería, lo cual crea en ella un shock muy grande. ¿Qué pasa? Tu hijo te engaña cruelmente en su inocencia. ¿En qué creer?
El personaje de Corrado (Richard Harris) parece una persona que la quiere ayudar. Pero no es bondad desinteresada, simplemente siente una gran atracción sexual hacia ella, y no le pesa dejarla sin decirle una palabra. Pero creo que en su comportamiento no hay nada juzgable, y que actúa de una forma natural dadas las circunstancias.
Frases de conclusión:
-Mamá, ¿porqué ese humo es amarillo?
-Porqué es veneno
-Y si pasa un pájaro por encima, ¿moriría?
-Los pájaros ya lo saben y no pasan por ahí

6,7
47.545
10
15 de octubre de 2006
15 de octubre de 2006
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La matanza de Texas es la mayor contribución de Tobe Hooper al género del terror. Auténtico ejercicio de estilo narrativo, desde el amenazador cártel que nos avisa de la tragedia, y la (audaz) escena de apertura donde vemos cadáveres putrefactos en un cementerio, la amenaza se cierne sobre los protagonistas y una sensación de opresión sobre el espectador.
En la primera parte del relato, la cámara gusta de situarse en grandes planos generales que sugieren la presencia de una amenaza latente. La tensión crece en el espectador hasta la aparición del famoso Leatherface, y a partir de ahí no hay respiro, sumergiéndonos en un mundo de horrores, tanto mostrados como sugeridos, y un final tajante.
Para mi gusto, la mejor película de terror que existe, junto con El Resplandor (a otro nivel, por supuesto). Genial Tobe Hooper
En la primera parte del relato, la cámara gusta de situarse en grandes planos generales que sugieren la presencia de una amenaza latente. La tensión crece en el espectador hasta la aparición del famoso Leatherface, y a partir de ahí no hay respiro, sumergiéndonos en un mundo de horrores, tanto mostrados como sugeridos, y un final tajante.
Para mi gusto, la mejor película de terror que existe, junto con El Resplandor (a otro nivel, por supuesto). Genial Tobe Hooper
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tremendos planos finales: Leatherface frenético con la motosierra, y Marilyn Burns riendo histéricamente en la camioneta
10
23 de enero de 2007
23 de enero de 2007
22 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy un absoluto fan de esta película y de la brillantísima novela en que se basa (la cúal leí después). La tendencia al exceso de Terry Gilliam, que a menudo le ha granjeado enormes críticas, en este caso, no solo está absolutamente justificada, sino que además es necesaria.
Las desventuras de dos tipos desencantados y confundidos en un mar de drogas, productos de una generación en crisis, asqueada por la guerra de Vietnam, buscadora de su propia conciencia debilitada, engañada en la creencia del american way of life.... plasmar todo esto en la pantalla no es un asunto trivial, y tanto Gilliam como Depp y Del Toro muestran un compromiso y esfuerzo brutal digno de agradecer.
La película también puede verse como una demoledora, ácida (nunca mejor dicho), negra y extremadamente divertida sátira sobre la época. Las Vegas, símbolo del sueño americano, donde miles de perdedores llegan soñanado con convertirse en ganadores surgiendo del caos final del preamanecer de un casino.
Las palabras de Raoul Duke son elocuentes: " Aquel viaje era un afirmación clásica de todo lo justo y verdadero y decente del carácter nacional. Era un tosco y físico saludo a las fantásticas posibilidades de vida que hay en este país: pero sólo para los que tienen cojones"
Todo un viaje a la esencia misma de América.
Las desventuras de dos tipos desencantados y confundidos en un mar de drogas, productos de una generación en crisis, asqueada por la guerra de Vietnam, buscadora de su propia conciencia debilitada, engañada en la creencia del american way of life.... plasmar todo esto en la pantalla no es un asunto trivial, y tanto Gilliam como Depp y Del Toro muestran un compromiso y esfuerzo brutal digno de agradecer.
La película también puede verse como una demoledora, ácida (nunca mejor dicho), negra y extremadamente divertida sátira sobre la época. Las Vegas, símbolo del sueño americano, donde miles de perdedores llegan soñanado con convertirse en ganadores surgiendo del caos final del preamanecer de un casino.
Las palabras de Raoul Duke son elocuentes: " Aquel viaje era un afirmación clásica de todo lo justo y verdadero y decente del carácter nacional. Era un tosco y físico saludo a las fantásticas posibilidades de vida que hay en este país: pero sólo para los que tienen cojones"
Todo un viaje a la esencia misma de América.
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